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News Reports on Transitional Justice in Peru

El nombre de la impunidad: Solo 4 años estuvieron presos militares que dinamitaron a periodista

  • En el 2007, los oficiales Víctor La Vera Hernández y Amador Vidal Sanbento recibieron 17 y 15 años de prisión cada uno, fueron confinados en un penal castrense y en el 2011 lograron la excarcelación sin pagar la reparación civil de 50 mil soles. Fiscalía de Ayacucho había pedido 20 años para cada uno de ellos.

Por Ángel Páez, María Elena Hidalgo y Doris Aguirre

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  • En el 2007, los oficiales Víctor La Vera Hernández y Amador Vidal Sanbento recibieron 17 y 15 años de prisión cada uno, fueron confinados en un penal castrense y en el 2011 lograron la excarcelación sin pagar la reparación civil de 50 mil soles. Fiscalía de Ayacucho había pedido 20 años para cada uno de ellos.

Por Ángel Páez, María Elena Hidalgo y Doris Aguirre

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Al reportero Hugo Bustíos, lo asesinaron por investigar asesinatos extrajudiciales atribuidos a los militares de la base de CastropampaAl reportero Hugo Bustíos, lo asesinaron por investigar
asesinatos extrajudiciales atribuidos a los militares
de la base de Castropampa
© La Republica
Los oficiales del Ejército que mataron al reportero ayacuchano Hugo Bustíos Saavedra el 24 de noviembre de 1988, Víctor La Vera Hernández y Amador Vidal Sanbento, recibieron una condena de 17 y 15 años de cárcel, respectivamente, el dos de octubre del 2007. En el 2011 ya estaban libres los dos. Ni siquiera cumplieron la cuarta pena de la sanción.

El comandante La Vera y el capitán Vidal ejecutaron a Hugo Bustíos cuando cumplía labores de corresponsal de la revista Caretas en Huanta, Ayacucho.

Evadieron la justicia durante casi 20 años y al momento de enfrentar al tribunal negaron la autoría del crimen a pesar de los contundentes testimonios de los testigos. Jamás aceptaron su responsabilidad. Atribuyeron el asesinato a los senderistas.

Finalmente, fueron sentenciados por la muerte de Bustíos y el intento de homicidio de su compañero de trabajo, Eduardo Rojas Arce. Ambos apelaron, pero en la primera semana de septiembre del 2008, poco antes de que se cumplieran dos décadas del asesinato, la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema confirmó la condena. Parecía que La Vera y Vidal habían recibido su merecido.

Pero no fue precisamente así. No fueron enviados a una prisión para delincuentes comunes sino que los encerraron en el penal castrense Virgen de Fátima (ex cuartel Tarapacá), en Chorrillos. La República confirmó por fuentes oficiales que Víctor La Vera y Amador Vidal salieron del presidio militar en el 2011 bajo la figura de semilibertad.

Según la sentencia contra los oficiales del Ejército, La Vera debía cumplir carcelería en el 2024 y Vidal el 2022. O sea, el encierro en el penal Virgen de Fátima fue cortísimo.

Esto explica por qué Víctor La Vera obtuvo un nuevo DNI en 2012 y Amador Vidal en 2013. Este diario verificó que ambos no viven en las direcciones que consignaron.

Es más, como informó Ideele Radio, el ex jefe de la base militar de Castropampa, Víctor La Vera Hernández, ha postulado para una plaza de especialista en temas castrenses en la Secretaría de Seguridad y Defensa Nacional (Sedena), dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Al revelarse el hecho, la PCM anuló la postulación de La Vera.

SORPRENDENTE COLOFÓN

Originalmente, la fiscalía superior de Ayacucho solicitó 20 años para La Vera y Vidal.

El cinco de julio del 2007, después de varios años, Amador Vidal recién se entregó a la justicia. Los abogados de los dos militares apelaron la sentencia de la Sala Penal Nacional ante la Corte Suprema de Lima, la que confirmó el fallo.

¿Por qué sentenciaron a La Vera y Vidal como autores de un asesinato simple y no por delitos de lesa humanidad?

“En un primer momento se calificó el asesinato de Bustíos y el intento de homicidio de Rojas como delitos de lesa humanidad, pero la Corte Suprema cambió la figura penal”, explicó el abogado de la Comisión de Derechos Humanos (Comisedh), Hernán Barrenechea Barca, encargado de la defensa de los deudos de Bustíos.

Amador Vidal Sanbento, a quien en el pueblo lo conocían como “Ojos de Gato”, fue reconocido como uno de los asesinos de Bustíos por varios testigos, entre ellos por Alejandro Ortiz Serna.

En la sentencia se consigna su declaración: “(Ortiz) observó a los periodistas Hugo Bustíos y Eduardo Rojas quienes a bordo de una moto venían por la carretera con dirección de Huanta a Erapata, en ese momento escuchó tres disparos y pudo ver que a Bustíos le disparaba un hombre (…) con una metralleta corta, identifcándolo como uno de los oficiales del Ejército de la Base de Castropampa, a quien conocen con el apelativo de ‘Ojos de Gato’. Luego observó que el mismo oficial arrojaba una granada sobre el cuerpo de Bustíos, artefacto que hizo explosión”. El objetivo era matarlo y desaparecer su cuerpo.

También reconoció a “Ojos de Gato” el periodista Eduardo Rojas Arce, quien logró escapar herido de tres balazos. En el fallo, se lee su testimonio: “(Rojas) reconoce mediante una fotografía que tuvo a la vista al capitán Amador Vidal Sanbento como la persona que participó en el asesinato de su colega Hugo Bustíos en el caserío de Erapata. (…) Mientras huía para salvar su vida logró ver que el acusado Vidal Sanbento se acercó al cuerpo de su colega y colocó algo debajo”.

Durante el juicio la revista Caretas aportó un documento excepcional: una fotografía de La Vera y Vidal tomada al día siguiente del asesinato de Hugo Bustíos vestidos con el uniforme del Ejército. La imagen echaba por tierra la defensa de La Vera, quien alegaba que no estaba allí porque se encontraba en el Hospital Militar recuperándose de una herida.

La sentencia también establece que el móvil de los militares homicidas fue que supuestamente Hugo Bustíos era un “colaborador” senderista. En realidad, el reportero investigaba el crimen de Primitiva Jorge Ayala y su hijo Guillermo Sulca Jorge, aparentemente a manos de militares. El Ejército le había dicho que los terroristas los ejecutaron por “soplones”. El reportero dudaba de la versión oficial.

Además, las autoridades establecieron que intervinieron a otras dos personas más, presuntamente militares, que hasta el momento no han sido plenamente identificados.

El fallo sobre la responsabilidad del ex jefe del cuartel de Castropampa, en Huanta, comandante Víctor La Vera Hernández, indica: “Se ha determinado que se hacía llamar ‘Javier Landa Dupont’ (…), habiendo tenido amistad cercana con el agraviado Hugo Bustíos, al punto que los hijo de este lo llamaban ‘Tío Javier’. (…) El acusado La Vera conocía el rumbo que seguirían los periodistas (Bustíos y Rojas) porque personalmente le pidieron permiso para cubrir la noticia de la muerte de Primitiva Jorge Ayala y su hijo Guillermo Sulca Jorge. No podía un grupo de miembros del Ejército a su mando actuar sin su previa autorización”.

Y sobre Amador Vidal, concluyó: “Ha sido reconocido como la persona que dirigió el ataque a los dos agraviados (Bustíos y Rojas), habiendo colocado la granada en el cuerpo de Bustíos”. La Vera y Vidal también fueron sentenciados a pagar una reparación civil de 50 mil soles, pero salieron en libertad sin haber completado la suma.

EN MANOS DE LA FISCALÍA

Después de la sentencia de los militares, Daniel Urresti Elera fue investigado por la fiscalía como presunto participante del homicidio del periodista.

El caso está en manos de la Tercera Fiscalía Superior Nacional que opinará si hay mérito para juicio, se investigue más o se archive el proceso.

El Presidente del Congreso, Fredy Otárola, dijo que no descarta la posibilidad de convocar a un pleno extraordinario para debatir el caso del ministro del Interior, Daniel Urresti.

Publicado en La República el 5 de julio de 2014