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2015: Un año decisivo en el sistema de justicia

Por Carlos Rivera Abogado, Coordinador del Área de Defensa Legal del IDL

El proceso de justicia y verdad sigue siendo una pieza fundamental de cualquier balance en el tema de derechos humanos en el Perú. La justicia es un bien sumamente esquivo para aquellos que han sido víctimas de graves violaciones contra los derechos humanos y los logros que se han conseguido en la última década. La presentación del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en agosto de 2003 ha significado el resultado de un consistente esfuerzo que ha tenido a los familiares de las víctimas como el factor de empuje para la acción de la justicia.

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© La República© La RepúblicaUn primer dato que resulta necesario considerar para analizar el proceso de justicia en el Perú es que este ha cumplido una década. En su momento la presentación del Informe Final de la CVR significó un impulso fundamental para alentar el inicio de un proceso de judicialización de crímenes graves contra los derechos humanos. Ese aliento, ciertamente con menor fortaleza que hace diez años, aún continúa y ha tenido la virtud de encontrar posibilidades para renovarse y persistir. Esto no es poca cosa en el Perú.

Las sentencias de la Sala Penal Nacional

Desde la entrada en funcionamiento del sub sistema penal de derechos humanos en el 2004, la Sala Penal Nacional ha emitido 53 sentencias en casos de graves violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. De todos esos años, este año ha sido el primero en el que se han dictado más sentencias condenatorias que sentencias absolutorias. Han sido cinco sentencias condenatorias y cuatro sentencias absolutorias. Anteriormente, durante todos los años siempre en cada uno de estos se habían dictado más sentencias absolutorias que condenatorias. Ciertamente es solo un dato estadístico, pero el hecho es que resulta muy importante precisarlo. Significa que ¿se ha producido al interior de la Sala Penal Nacional algún cambio sustancial en cuanto a la valoración de este tipo de casos? Sinceramente es difícil de responder una interrogante de esta naturaleza, pero si llama la atención el cambio de las estadísticas a favor de quienes han persistido en la acción de la justicia.

Si resulta de suma importancia destacar el contenido de tres sentencias dictadas en el presente año en los casos de a) los estudiantes desaparecidos de la Universidad Nacional del Centro; b) la matanza de Pucará; y c) la desaparición de Javier Tineo de la Cruz. En esas sentencias se incorpora al análisis y valoración probatoria un elemento que ciertamente a pesar del persiste pedido del Ministerio Público y las ONGs no había incorporado en anteriores decisiones judiciales. Nos referimos al complejo asunto del rol de la organización militar como elemento determinante y protagónico para la realización de los crímenes sistemáticos contra los derechos humanos.

Fue la sentencia dictada a fines de abril de este año en el caso de los estudiantes desaparecidos de la Universidad Nacional del Centro en 1990 la que incorpora este elemento de análisis y valoración y lo hace estableciendo que para la comisión de eventos criminales de carácter sistemático, como la desaparición forzada de varias decenas de dirigentes universitarios de esa casa de estudios, la existencia de una organización militar que responde a las decisiones y órdenes superiores cumple un papel fundamental para garantizar el resultado criminal de esas decisiones. De esta manera por primera vez la Sala Penal Nacional abordar un tema clave para el entendimiento y valoración en su real dimensión de crímenes que tienen la condición de crímenes sistemáticos que se ejecutaron a partir de la existencia de políticas de Estado o políticas institucionales para combatir la subversión.

Junto al rol de la organización militar, la misma sentencia destaca el rol de los aparatos de inteligencia militar en la estrategia militar contra el terrorismo y en la comisión de eventos criminales bajo la lógica del desarrollo de una estrategia de eliminación selectiva de personas, como la perpetrada desde inicios de los años noventa en el departamento de Junín. Estos dos elementos le permiten a la Sala Penal Nacional afirmar con consistencia que ambos determinan un rol protagónico de los jefes militares en la comisión de este tipo de eventos delictivos, ya que interpretan que la organización militar y los aparatos de inteligencia funcionan a partir de disposiciones y órdenes superiores emitidas por aquellos oficiales que mantienen una posición de comando.

Una reflexión de similar nivel la Sala Penal Nacional ha desarrollado en la sentencia emitida en el caso de la matanza de Pucará perpetrada en noviembre de 1991 en la localidad del mismo nombre en el departamento de Junín y en la sentencia emitida en octubre de este año en el caso de la desaparición forzada del profesor Javier Tineo de la Cruz, desaparecido en mayo de 1987 en el Cuartel Militar del Batallón de Pampa Cangallo (Ayacucho) y en la fue condenado el Comandante EP ® Abdón Eguía Dávalos.

Si bien en los últimos días la misma Sala Penal Nacional acaba de emitir una sentencia, en el caso de los desaparecidos en Chuschi en 1991, en la cual se sostiene una tesis que contradice esta reciente jurisprudencia, lo cierto que aquella significa un avance sustancial en la interpretación de los crímenes contra los derechos humanos.

Este año ha sido el primero en el que se han dictado más sentencias condenatorias que sentencias absolutorias

El ministro y el periodista: el caso Urresti

Pero si bien la justicia pareciera haber enviado este año un mensaje relativamente alentador lo cierto es que el Poder Ejecutivo hacia mediados de año envió el mensaje más lamentable, pero a la vez peligroso, respecto del tema de derechos humanos. Frente a la revelación periodística de IdeeleRadio de que el entonces recientemente designado Ministro del Interior Daniel Urresti estaba procesado nada menos que por su participación en el asesinato del periodista Hugo Bustíos en 1988, ocurrido en una localidad cercana a la ciudad de Huanta, el presidente de la república decidió cerrar filas a favor del ministro y afirmar que lo mantendría en el cargo, bajo el argumento de que si bien estaba procesado por semejante crimen, él –Urresti- gozaba de la presunción de inocencia.

No cabe ninguna duda que el mensaje político han sido simplemente desastroso no solo para las víctimas y sus familiares, sino lesivo y grave frente a las instituciones del sistema de justicia. Si el Presidente de la República apoya o respalda políticamente y al más alto nivel a alguien acusado del asesinato de un periodista es en la práctica un “blindaje” político para que ese personaje no sea tocado o cuestionado judicialmente. Adicionalmente, ese tipo de mensajes denigra la acción de la justicia, porque en los hechos la termina subordinando a decisiones políticas en las que se posterga de manera más arbitraria y abusiva los legítimos intereses de las víctimas.

El caso Rodrigo Franco debe comenzar de nuevo

El caso de los crímenes del Comando Paramilitar “Rodrigo Franco” perpetrados durante el primer gobierno del Presidente Alan García es, qué duda cabe, uno de los procesos judiciales emblemáticos de las graves violaciones a los derechos producidas en el Perú de los años ochenta. Por ello el hecho de haber logrado no solo judicializarlo y tener como principal acusado a Agustín Mantilla, quien se desempeñó como Ministro y Vice Ministro del Interior durante los cinco años de gobierno era un logro de la acción de la justicia que estaba en un franco avance hacia una condena contra los responsables de los crímenes. De hecho el juicio oral hacia octubre de este año tenía ya año y medio de desarrollo y el avance en cuanto a la determinación de las responsabilidades criminales de los imputados que se había conseguido era más que significativo.

Por ello, la noticia que dio cuenta que el juicio oral se había quebrado como consecuencia de la no asistencia a una sesión de audiencia de la magistrada María Vidal La Rosa -directora de debates de dicho proceso- como consecuencia de una enfermedad es un hecho particularmente grave y hasta peligroso para la acción de la justicia. El llamado quiebre de un juicio oral tiene como consecuencia la automática anulación de todo lo actuado y dicho hasta ese momento y por mandato legal el juicio debe ser realizado nuevamente desde el inicio. Eso es lo que tiene que ocurrir con el caso de los crímenes del Comando Paramilitar Rodrigo Franco. Sin duda se trata de un golpe muy severo a la acción de la justicia.

Las razones de la inasistencia de la mencionada magistrada no han quedado del todo claras y esa es, seguramente, la razón por la cual la propia presidenta de la Sala Penal Nacional ha decidido remitir un Informe para hacer de conocimiento estos hechos del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, instancia que ha remitido la información al Órgano de Control de la Magistratura para los fines pertinentes.

Las derrotas de Fujimori

El condenado Alberto Fujimori inauguró el año 2014 con nuevo abogado y con nueva estrategia de defensa. La pieza clave de esa nueva estrategia era, sin duda, la acción de revisión que según el nuevo representante legal demostraría la supuesta arbitrariedad de la condena impuesta en abril de 2009 contra el ex presidente de la república en el caso de violaciones a los derechos humanos. Junto a ello apareció la disparatada demanda de arresto domiciliario que reclamaba la defensa.

El hecho es que después de una corta pero intensa discusión en el tribunal de la Corte Suprema de Justicia sobre idoneidad del magistrado Javier Villa Stein para integrar el tribunal encargado de resolver la demanda de revisión durante el mes de noviembre ambas acciones legales encontraron el único desenlace que debían tener: la declaración de improcedencia. En ambos casos porque los argumentos no encontraban amparo en la normatividad procesal y penitenciaria vigentes. En concreto, porque las acciones eran abiertamente ilegales.

La pauta de la estrategia que la defensa de Fujimori ha desarrollado es eminentemente política. Y en ese sentido utiliza la acción legal y el propio sistema de justicia como un mero instrumento para alcanzar objetivos políticos personales de Alberto Fujimori. El ex presidente necesita mecanismos para mantener una presencia mediática y para mostrarse como una víctima de la supuesta acción abusiva del sistema de justicia. Para ello se ha conseguido un abogado que no tiene temor al ridículo y que está dispuesto a presentar las más descabelladas demandas al sistema de justicia. Lo más probable que este tipo de estrategia persista.

Bajo este panorama el año 2015 se muestra como un año en el que sin duda el proceso de justicia jugará un papel fundamental. El solo hecho de que será el año en que se dicten sentencias en los casos de la matanza de Accomarca y los desaparecidos en el Cuartel Los Cabitos en 1983 nos da cuenta de la envergadura de los casos que se resolverán. Pero adicionalmente, el próximo año se debe iniciar el juicio oral en los casos de la matanza de El Frontón (1986) y Cayara (1988), así como se debe reiniciar el juzgamiento del caso de los crímenes del comando paramilitar “Rodrigo Franco”. Todo en un año pre electoral. El asunto será complejo. Ojalá que el sistema de justicia y sobre todo el nuevo presidente del Poder Judicial, Víctor Ticona, quien varios días después de su elección no ha dicho una sola palabra sobre este tipo de asuntos, responda satisfactoriamente a los intereses de la víctimas y de la justicia.

Publicado en Ideele, el 11 de enero de 2015

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Sala Penal Nacional: Juicios de casos Rodrigo Franco y Accomarca no se quiebran

Los juicios de Rodrigo Franco y Accomarca no corren peligro de quebrarse, pese a la remoción de jueces de la Sala Penal Nacional que dispuso el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial (CEPJ) en marzo pasado.

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Audiencias. Tribunal tomó medidas para no dilatar juicios © La República
Audiencias. Tribunal tomó medidas para no dilatar juicios © La República
Audiencias. Tribunal tomó medidas para no dilatar juicios
© La República
Así lo señaló Inés Villa Bonilla, presidenta de la Sala Penal Nacional, ayer en una audiencia más en el juicio público al presunto comando paramilitar Rodrigo Franco, en el que se juzga al ex viceministro aprista Agustín Mantilla y otras ocho personas que habrían integrado este grupo.

El CEPJ dispuso el cambio de hasta dos jueces del Colegiado “A” –David Loli Bonilla y Vidal La Rosa Sánchez–, pero la magistrada aclaró que solo ha efectuado el reemplazo de Loli para no afectar el curso del proceso. La doctora Porfiria Condori ingresó en su lugar. Si La Rosa también dejaba la sala, el juicio se quebraba.

Accomarca

Del mismo modo, el caso por la matanza de 69 campesinos en Accomarca, en 1985, sigue su curso, aunque con algunos retrasos de los testigos solicitados por la defensa de los acusados.

El abogado de la parte civil, Jorge Abrego, dijo que no se ha cambiado a ningún juez de la sala justamente para evitar el quiebre del juicio.

El CEPJ había dispuesto que los jueces Ricardo Brousset y Vidal La Rosa vayan a una sala de la Corte de Lima.

Publicado en La República, el 16 de marzo de 2014

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Remueven a tres jueces de la Sala Penal Nacional y perjudican juicios

Mala decisión

  • El Consejo Ejecutivo del Poder Judicial dio por concluida su designación. La presidenta del tribunal nacional, Inés Villa Bonilla, reclamó por el cambio, que se realizó sin una consulta previa.

Por César Romero C.

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justicia. Jueza superior Inés Villa Bonilla (al centro) se queda sola en el juicio al comando Rodrigo Franco. David Loli y María Vidal, que la acompañaban, pasarán a la Corte de Lima © La República
justicia. Jueza superior Inés Villa Bonilla (al centro) se queda sola en el juicio al comando Rodrigo Franco. David Loli y María Vidal, que la acompañaban, pasarán a la Corte de Lima © La República
Justicia. Jueza superior Inés Villa Bonilla (al centro) se
queda sola en el juicio al comando Rodrigo Franco. David
Loli y María Vidal, que la acompañaban, pasarán a la Corte
de Lima
© La República
En forma intempestiva e inconsulta, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial (CEPJ) dio por concluida la designación de los jueces superiores Clotilde Cavero Nalvarte, David Loli Bonilla y María Vidal la Rosa Sánchez como integrantes de la Sala Penal Nacional.

La decisión se tomó sin consultar previamente con la presidenta de la Sala Penal Nacional, Inés Villa Bonilla. Al enterarse, ella pidió a dicha instancia reconsiderar su decisión, pues se afectará el avance de diversos procesos judiciales en trámite.

El Consejo Ejecutivo es el máximo órgano de gobierno administrativo del Poder Judicial y, como tal, tiene bajo su jurisdicción a la Sala Penal Nacional.

Esta instancia está encabezada por el presidente del Poder Judicial, Enrique Mendoza, e integrada por los jueces supremos Ramiro de Valdivia Cano, José Luis Lecaros Cornejo, el juez superior Bonifacio Meneses, el juez especializado Eliseo Taboada Pilco y el abogado Eric Escalante Cárdenas.

Antigüedad

Los consejeros habrían argumentado oficialmente que era necesario realizar esos cambios porque los magistrados ya tenían mucho tiempo en el tribunal penal nacional y se debía promover a otros jueces. Sin embargo, no habrían tenido en cuenta el perjuicio que eso generará en el desarrollo de los juicios.

Extraoficialmente, ha trascendido que el real motivo sería la decisión de Loli Bonilla y Vidal la Rosa de pedir a la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) que investigue al juez Manuel Loyola Florián, del juzgado de investigación preparatoria nacional.

Loyola Florián, quien tenía a su cargo los casos Narcoindultos y el del “Nuevo Clan del Norte”, ha sido rotado a un juzgado de Trujillo, ciudad de la que es uno de los integrantes del Consejo Ejecutivo.

Loli Bonilla, Vidal la Rosa y Cavero Nalvarte pasarán a integrar ahora alguna de las Salas Penales de la Corte Superior de Justicia de Lima, pero continuarán en la Sala Penal Nacional hasta concluir los juicios en los que venían participando.

Derechos Humanos

Y allí es donde surge el problema, puesto que estarán trabajando en dos sitios a la vez: la Sala Penal Nacional y la Corte Superior de Lima. Además, es probable que trabajen en diferentes tribunales y tendrán que coordinar qué tiempo dedican para seguir los juicios que atendían en la Sala Penal Nacional.

David Loli y Vidal la Rosa integraban el colegiado “A” de la Sala Penal Nacional que ve casos de violaciones de derechos humanos, junto a Inés Villa Bonilla, y la Sala Penal de Apelaciones de los casos de corrupción de connotación nacional.

Cavero Nalvarte era la presidenta del colegiado “C”.

Entre los casos que atendían estos jueces están los juicios por las matanzas de Accomarca, Pucará, Cayara, El Frontón, Los Cabitos, Universidad del Centro, el crimen de Gerson Falla, el Comando Rodrigo Franco, Narcoindultos y el proceso a los presuntos integrantes del “Nuevo Clan del Norte”.

Si no hay una rectificación en el Consejo Ejecutivo, la doctora Inés Villa tendrá que esperar los nuevos nombramientos para ver cómo se reconforman los seis colegiados del tribunal nacional, procurando causar el menor perjuicio en los casos, pues comenzado un juicio solo se puede cambiar a un juez, si salen dos todo tendría que comenzar de nuevo.

Se agudizarán las demoras en los juicios por violación de DDHH

Un claro ejemplo de lo que sucederá con la salida de los tres jueces superiores de la Sala Penal Nacional es el juicio por la matanza de Accomarca, que comenzó el 4 de noviembre del 2010 y hasta hoy, más de tres años después, aún no termina.

Este juicio está a cargo de los jueces Ricardo Brousset, María Vidal y Mirtha Bendezú Gómez. Brousset dejó la Sala Penal Nacional el 23 de enero del 2013 y pasó a la Sala Penal Liquidadora de Lima, por lo que dispone de poco tiempo para atender el juicio de Accomarca: lo hace una vez por semana.

Ahora, sale Vidal la Rosa, por lo que será más complicado que coordinen los horarios para ese juicio que seguirá demorándose en su conclusión.

CLAVES

El Consejo Ejecutivo del Poder Judicial nombraría como nuevos integrantes de la Sala Penal Nacional a los jueces superiores Porfirio Edita Condori Fernández, de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, y Alfonso Carlos Payano Barona, de la Corte Superior de Justicia del Callao.

Un tercer magistrado aún está en evaluación. Los cambios se oficializarán en las próximas horas.

Publicado en La República, el 28 de marzo de 2014

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Accomarca: deudos de víctimas esperan justicia

  • A 28 años. Familiares exigen al Poder Judicial que proceso no se alargue más y culmine con sanción a los responsables.

Gabriel Mazzei Mancesidor

“Fue un trauma, una fecha fatal. Mataron a mi madre, a mis dos hermanos y siete primos, pero la justicia no llega”, recuerda Francisco Ochoa Janampa, natural de Llocllopampa, distrito de Accomarca, Ayacucho, el lugar donde se registró la matanza de 69 campesinos el 14 de agosto de 1985.

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Familiares
Familiares
Ochoa Janampa y un grupo de pobladores de Accomarca realizaron ayer un plantón en el frontis de la Sala Penal Nacional para expresar su indignación y exigir celeridad en el proceso judicial, en el marco de los 28 años de ocurrida la matanza.

“El juicio no se está llevando con seriedad. Este año se han suspendido o postergado 18 audiencias”, señaló Ochoa, quien afirma que asiste a todas las diligencias realizadas en el penal Miguel Castro Castro.

Añadió que los deudos de Accomarca presentaron una queja dirigida a la coordinadora de la Sala Penal Nacional, Inés Villa Bonilla, para solicitarle una mayor atención a este caso y que no se retrase más.

Por su parte, Gloria Cano, representante legal de Aprodeh, denunció que el tribunal tiene “displicencia” para llevar a cabo este proceso.

“Los familiares de las víctimas vienen a Lima en las audiencias en Lima, pero muchas de estas se suspenden. Es una falta de respeto para ellos”, opinó Cano.

PROCESO

El juicio oral se inició en 2010 y está siendo llevado por el colegiado A de la Sala Penal Nacional que preside el juez Ricardo Brousett.

Telmo Hurtado, quien comandó la patrulla militar “Lince 7” que ejecutó a 23 niños, 30 mujeres y 16 varones sindicó en juicio a sus superiores como los responsables del operativo.

Por este caso, son procesados 29 militares. El Ministerio Público ha pedido 25 años para los responsables por este crimen.

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Condenado por desaparición de estudiante Ernesto Castillo no será liberado

El Segundo Juzgado Penal Nacional del Poder Judicial declaró improcedente el beneficio de semilibertad solicitado por el coronel (r) de la Policía Nacional del Perú (PNP) Juan Carlos Mejía León, condenado por el delito contra la humanidad-desaparición forzada en agravio del estudiante universitario Ernesto Rafael Castillo Páez el 21 de octubre de 1990.

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Ernesto Castillo
Ernesto Castillo
La resolución emitida por el referido juzgado sostiene que si bien el procesado puede solicitar dicho beneficio, este no le puede ser concedido al tener en cuenta la gravedad de los hechos por los que fue condenado, y porque hasta la actualidad no se ha ubicado el paradero del agraviado.

Asimismo, el sentenciado ha mostrado poco interés en el pago de la reparación civil, debido a que solo abonó la suma de 2 mil 600 soles de los 30 mil que debía pagar a favor de los familiares del agraviado.

Por ello, el Juzgado consideró pertinente que el pago íntegro de la reparación civil resulta importante, ya que con ello el interno demuestra su real arrepentimiento por el delito cometido y cobra conciencia sobre de su situación jurídica.

En el 2006, la Sala Penal Nacional condenó a Mejía León a 16 años de prisión, pena que vencerá el 19 de marzo del 2022.

Publicado en La República el 3 de junio de 2013

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Denuncian ante CIDH semilibertad de policías

Por María Milagros Brugman

El padre del desaparecido estudiante Ernesto Castillo Paéz denunció ante la Corte Interamericana de derechos humanos (CIDH) la semilibertad otorgada a los exPolicías Manuel Santiago Arotuma y Juan Fernando Aragón, condenados a 15 años de cárcel por el secuestro y la desaparición del joven universitario.

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Fotografía de La Primera: Plantón realizado por la Coordinadora Contra la Impunidad (CCI) el día 22 de mayo, en el frontis del Poder Judicial, en rechazo a la semilibertad de los implicados en la desaparición forzada de Ernesto Castillo Páez
Fotografía de La Primera: Plantón realizado por la Coordinadora Contra la Impunidad (CCI) el día 22 de mayo, en el frontis del Poder Judicial, en rechazo a la semilibertad de los implicados en la desaparición forzada de Ernesto Castillo Páez
Fotografía de La Primera: Plantón realizado por la
Coordinadora Contra la Impunidad (CCI) el día 22
de mayo, en el frontis del Poder Judicial, en rechazo
a la semilibertad de los implicados en la desaparición
forzada de Ernesto Castillo Páez
Cronwell Castillo, padre del estudiante desaparecido, envió una carta a la Corte sobre impunidad de cuatro policías responsables.”

AGRAVANTE Los cuatro expolicías hallados culpables se rehusaron a informar dónde están los restos de Ernesto Castillo Páez, pese a que la sentencia de la CIDH ordena que sean ubicados para su sepultura.

Cronwell Castillo, dijo a LA PRIMERA haber enviado una carta a la CIDH “haciendo ver que están violando la sentencia porque establece que para delitos de lesa humanidad no debe haber beneficios”. La iniciativa se suma a un plantón realizado el último miércoles por familiares de Castillo Páez e integrantes del Colectivo Contra la Impunidad, para exigir al Poder Judicial que revoque esta polémica decisión; y para que tampoco otorguen el beneficio a Juan Carlos Mejía León, otro de los condenados por el crimen cometido en 1990. Informó que la Sala Penal Nacional programó para el jueves una audiencia para tratar el pedido de semilibertad de Mejía León, quien dirigió la operación en la que Castillo fue detenido. Según fuentes no oficiales, él fue quien ordenó el traslado de Castillo Páez a otra comisaría. Cronwell Castillo indicó además que los jueces Marco Cerna Bazán, María Vidal La Rosa Sánchez, Teófilo Armando Salvador Neyra y Enma Rosaura Benavides Vargas habrían ignorado los continuos pedidos de la Fiscalía para que denieguen a los exPolicías el beneficio de semilibertad. “Ya denunciamos lo que ha pasado, no sé si habrá servido para algo. Mi abogado trató de hablar con el fiscal que iba a defender nuestra posición y que exigiría que se declare este pedido como improcedente”, detalló. La solicitud de los exPolicías condenados por secuestro y desaparición queda a voluntad de los jueces pese a la oposición de la Fiscalía. Dos de los cuatro culpables que pidieron acogerse a beneficios penitenciarios se encuentran libres y un tercero podría ser liberado en los próximos días.

Publicado en La Primera el 27 de mayo de 2013

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Cambios en Sala Penal Nacional generan recelos entre los magistrados

Por César Romero C.

Desconcierto, preocupación y temor. Esto es lo que ha generado entre los jueces, los cambios de magistrados de la Sala Penal Nacional que viene promoviendo el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial (CEPJ).

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© El Comercio© El ComercioEstos cambios no han sido coordinados ni puestos en conocimiento de la coordinadora de la Sala, la doctora Inés Villa Bonilla. Ella ha sido la última en enterarse, lo que pone en peligro todo este sistema.

La Sala Penal Nacional fue creada para atender los casos de criminalidad organizada: narcotráfico, lavado de activos, violación de DD.HH, terrorismo, mineria ilegal, crimenes contra periodistas, tráfico de armas, corrupción de alcance nacional, y otros.

Cuando se creó la Sala Penal Nacional, los jueces eran propuestos por el coordinador de este tribunal, entre los mejores y más experimentados de la Corte de Lima, para ser nombrados por el CEPJ.

Hoy, el que elige y nombra es el que CEPJ. De tal manera, que los nuevos magistrados son ex presidentes de Cortes Superiores, que son los que eligen a los consejeros. Otros son ex jueces de la Ocma, que tras la salida de Enrique Mendoza de ese cargo deberían regresar a provincias.

Pero, en medio de este desconcierto es poco claro quién o quiénes promueven estos cambios. El presidente del PJ y del CEPJ, Enrique Mendoza, guarda silencio y se dice que él no le encuentra sentido a este subsistema judicial.

Solo Interés político

Así, para la mayoría de jueces, los cambios serían por intereses políticos. Para otros, son movidas generadas por los miembros del Consejo Ejecutivo.

En el terreno político se habla de la cercanía del doctor Mendoza con el partido aprista y, en especial, con el ex secretario presidencial Luis Nava Gibert.

¿Cuál es el interés del Apra en estos cambios? Los jueces responden: está por resolverse el caso del comando Rodrigo Franco, que tiene entre los principales acusados al ex ministro Agustín Mantilla.

Pero, ¿Son los apristas los únicos interesados y con posibilidades de promover estos cambios? Los mismos jueces, son claros, en decir que no.

Un caso que también se ve afectado por estos cambios es el proceso contra la familia Sánchez Paredes por lavado de activos. Un proceso que promovió el ex presidente Alan García.

El jueves último, el Consejo Ejecutivo habría tomado la decisión de cambiar a la presidenta del colegiado “D”, que ve el caso Sánchez Paredes, la ex juez anticorrupción Victoria Sánchez Espinoza.

Ella sería reemplazada por la ex juez de la Ocma, Jacqueline Yalán y como segundo tendrá el ex presidente de la Corte de Piura, Luis Cevallos Vega.

Ex presidentes

Los jueces de la Sala Penal Nacional, incluyendo su actual coordinadora, Inés Villa, estarían evaluando una renuncia en bloque, si no son escuchados por el CEPJ ni por su presidente, Enrique Mendoza.

Entre los nuevos jueces de la SPN están los ex presidentes de Cortes de Ayacucho, César Prado, de Junin, Pablo Ilave, de Puno, Rómulo Carcauto y Piura, Luis Cevallos.

Publicado en La Republica el 23 de febrero de 2013

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Telmo Hurtado admite responsabilidad por 31 muertos en Accomarca

 

Hoy día, en la audiencia por el caso de la masacre de 69 campesinos en Accomarca el 14 de agosto de 1984, el ex oficial del ejército peruano Telmo Hurtado reconoció su responsabilidad en varios de los asesinatos, además que ayudó encubrir la responsabilidad de los altos mandos en dicha masacre. Es uno de los pocos militares peruanos a admitir su responsabilidad por la violación de derechos humanos durante el conflicto armado interno.

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Ex oficial del Ejército peruano Telmo Hurtado ante Sala Penal Nacional, hoy día (Foto de Ysabel Gutiérrez)Ex oficial del Ejército peruano Telmo Hurtado ante Sala Penal Nacional, hoy día (Foto de Ysabel Gutiérrez)Según un informe recientemente publicado por La República:

Caso Accomarca: Telmo Hurtado asegura que le pidieron ‘hacerse el loco’ para no perjudicar altos oficiales

  • Implicado además reconoció tener responsabilidad en la muerte de 31 de los pobladores victimados el 14 de agosto de 1985.

El ex oficial del ejército, Telmo Hurtado, aseguró esta tarde que le pidieron ‘hacerse el loco’ para no implicar altos mandos del Ejército en la responsabilidad que podrían tener en la masacre de Accomarca.

“Hurtado refirió que se le ordenó que ‘se hiciera el loco’ ante la Comisión del Congreso que investigó el caso, con el fin de que oficiales de alto rango no se vieran involucrados en proceso penales y también para fortalecer la lucha contra la subversión en el país”, detalló el reporte radial.

En sorprendentes declaraciones, el ex teniente reconoció responsabilidad penal en la muerte de 31 campesinos de Accomarca, pero dijo no saber quiénes son los responsables del resto de peruanos asesinados el 14 de agosto de 1985 en dicha localidad ayacuchana.

Hurtado señaló que “se le ordenó recoger picos y palas para preparar trincheras a donde se llevaron a personas encapuchadas, para ser ejecutadas con armas que tenían silenciadores”.

Señaló que, “él creía que las personas ejecutadas eran terroristas capturados en acciones militares”.

El ex militar, que estuvo prófugo en Estados Unidos, llamó “labor de limpieza”, a la acción de “desaparecer testigos” relacionadas a dichas desapariciones extrajudiciales.

 

Publicado el A Contracorriente, el 9 de abril de 2012