Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

Familiares piden justicia por masacre de Accomarca

  • A 30 años del asesinato de 69 campesinos indefensos, altos mandos militares responsables aún no son juzgados.

Al cumplirse 30 años de la masacre de Accomarca, los familiares de las 69 víctimas exigieron que los jefes superiores que dieron la orden para perpetrar el crimen sean juzgados. La Asociación de Familiares Afectados por la Violencia Política de Accomarca, a través de su presidente, Francisco Ochoa, manifestó su desazón por la demora del proceso visto en la Sala Penal Nacional del Poder Judicial pues después de cinco años de la apertura del juicio oral, aún no hay sentencia.

.

© DiarioUno© DiarioUnoEl caso se remonta al 14 de agosto de 1985, cuando patrullas comandadas por los subtenientes (EP) Telmo Hurtado Hurtado y Juan Rivera dieron muerte a 30 niños, 27 mujeres y 12 hombres en el referido distrito ayacuchano.

El abogado de los familiares de las víctimas, Carlos Rivera, dijo que los altos mandos militares deben ser juzgados como autores, como es el caso del Wilfredo Mori, José Williams Zapata y Nelson Gonzales Feria.

“Esperamos que la decisión que tome el tribunal que está juzgando el caso sea justa y correcta en base de las pruebas que se han aportado para demostrar las responsabilidades, no solamente de Telmo Hurtado sino de los jefes superiores que dieron las órdenes para perpetrar estos horrendo crímenes”, expresó.

ORDEN POLÍTICA

La investigadora de la Oficina en Washington sobre Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Jo-Marie Burt, explicó por su parte que las declaraciones de Hurtado coinciden con la tesis expuesta por el Ministerio Público, de que la matanza de Accomarca forma parte de una política de lucha contra la subversión “utilizando la violencia indiscriminada”.

“Es la primera vez que un oficial del Ejército reconoce su responsabilidad (…) en el juicio oral, y acusa a sus superiores de haber planificado y ordenado la masacre”, reconoció.

El pedido de justicia fue realizado también por el congresista de Ayacucho, Walter Acha, quien sostuvo que la población de Accomarca merece saber qué fue lo que pasó y obtener la justicia esperada por las muertes de sus seres queridos.

“Hasta hoy no hay justicia para este pueblo, por eso queremos pronunciarnos y decirle al Perú entero y a todas sus autoridades que debemos hacer justicia”, refirió.

La conferencia para exigir justicia en este caso, fue realizada en la sala Mohme del Palacio Legislativo, dónde participó también el viceministro de Derechos Humanos, Ernesto Lechuga; el embajador Juan Álvarez Vita, y el alcalde de Accomarca, Donato Pariona Quispe, entre otros.

ADEMÁS

En la presentación de la acusación, que tuvo lugar a mediados de julio pasado, el fiscal superior Luis Landa solicitó 25 años de prisión para los 17 acusados de la matanza, así como el pago de 14 millones de soles por concepto de reparación civil en beneficio de los familiares.

Otros enlaces:

Publicado por DiarioUno, el 15 de agosto de2015

Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

Expertas de WOLA y DPLF se pronuncian sobre caso emblemático del conflicto interno peruano

Comunicado de prensa
13 de agosto de 2015

A 30 años de la masacre de Accomarca, el juicio del caso se encuentra en la recta final

Washington, D.C. y Lima, Perú – Este viernes 14 de agosto, justo cuando se cumplen 30 años de una de las peores masacres del conflicto armado interno peruano, se acerca el final de su emblemático y revelador proceso judicial.

.

WOLA - DPLfEn el poblado de Accomarca, ubicado en el departamento de Ayacucho, fueron asesinados 69 campesinos por miembros del Ejército peruano. El caso se mantuvo en la impunidad por muchos años hasta que en noviembre de 2010 se abrió un proceso judicial contra 29 militares acusados de ser los autores materiales del crimen, así como los autores mediatos (quienes planificaron el operativo y dieron las órdenes).

“La masacre de Accomarca fue uno de los hechos que más conmovió el país durante el conflicto armado interno”, dijo Jo-Marie Burt, Asesora Principal de la Oficina en Washington sobre Asuntos Latinomericanos (WOLA), quien ha estado monitoreando el proceso judicial desde que comenzó hace casi cinco años. “Murieron 69 campesinos, 26 de ellos niños, en un operativo de tierra arrasada planificado, ordenado, y ejecutado por el ejército peruano”, agregó Burt.

Para más información sobre los hechos y antecedentes del caso, véase el documento de contexto adjunto (disponible aquí), preparado por Jo-Marie Burt.

El caso Accomarca fue uno de los 43 casos investigados por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) del Perú, la cual hizo llegar sus conclusiones al sistema de justicia para que este juzgara y en su caso sancionara a los responsables. De los 29 militares acusados, el General (r) Wilfredo Mori Orzo, quien en 1985 fue el jefe del Comando Político Militar de Ayacucho junto con otros miembros del Estado Mayor, se han señalado como autores mediatos; y como autores materiales, Telmo Hurtado Hurtado y Juan Rivera Rondón, jefes de las patrullas “Lince” que ejecutaron el operativo militar en el que se dio la masacre. Estos últimos fueron extraditados a Perú desde Estados Unidos, donde intentaban resguardarse para no enfrentar sus cargos.

El proceso judicial se encuentra en la recta final. Los fiscales del caso y la parte civil, en representación de las víctimas, ya ofrecieron sus alegatos finales, y en los próximos días la defensa presentará sus alegatos. Se espera una sentencia para octubre del año en curso.

“Los testimonios recibidos durante el proceso han dado cuenta de la gravedad de los hechos,” asegura Leonor Arteaga, Oficial de Programa de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF). “Han testificado sobrevivientes de la masacre, familiares de las víctimas, y varios ex congresistas de la República que en 1985 fueron a Accomarca para investigar los hechos”, agregó Arteaga.

La declaración más reveladora ha venido de Telmo Hurtado. Hurtado no sólo aceptó haber asesinado a más de 30 pobladores, sino también afirmó que el operativo que derivó en la matanza de Accomarca fue una orden de los altos mandos del Ejército peruano, quienes además le ordenaron eliminar a los testigos de la masacre.

“El testimonio de Hurtado es algo inédito en la historia peruana: es la primera vez que un oficial del ejército reconoce su responsabilidad por graves violaciones a los derechos humanos en juicio oral, y acusa a sus superiores de haber planificado y ordenado la masacre,” observa Burt, de WOLA. “Además, sus declaraciones coinciden con la tesis del Ministerio Público: la masacre de Accomarca no fue un exceso de la lucha contrasubversiva ni la reacción desmedida de un soldado agobiado por la guerra, sino parte de una política estatal de luchar contra la subversión utilizando la violencia indiscriminada contra la población civil.”, continuó Burt.

“Exhortamos al tribunal a a ponderar el caso según las evidencias sin tomar en cuenta influencias externas”, dijo Arteaga de DPLF. “Esperamos que den respuesta a las reclamos de justicia de los familiares de la masacre de Accomarca con una sentencia imparcial y acorde con el derecho internacional de los derechos humanos”.

Contactos:

Jo-Marie Burt
Asesora Principal, WOLA
Celular en Lima: +51 994-950-426;
En EE.UU: +1 703 946 9714
jmburt.wola@gmail.com

Leonor Arteaga
Oficial de Programa Senior, DPLF
+1 202- 4627701/+1 703-5987085
larteaga@dplf.org

Categories
Trial Reports

El juicio por el caso de la masacre de Accomarca entra a su recta final

Escriben: Jo-Marie Burt & María Rodríguez Jaime (*)

El juicio por el caso de la masacre Accomarca está llegando a su etapa final, 30 años de una de las masacres más crueles del conflicto armado interno que se vivió en el Perú. El juicio ha demorado casi cino años de juicio oral. Durante este tiempo, se ha escuchado las versiones de los 29 militares imputados en el caso, incluyendo las declaraciones de Telmo Hurtado, quien fue extraditado desde Estados Unidos para ser juzgado en este proceso; así como el testimonio de decenas de sobrevivientes, familiares, y testigos. En dos ocasiones anterios se postergó el comienzo de los alegatos finales, pero se espera que hoy día si el Ministerio Pública comienza con la presentación de su argumento sobre el porque los 29 militares acusados deben ser condenados por la masacre cometido el 14 de agosto de 1985 de 69 campesinos de Accomarca.

.

© Rightsperu.net© Rightsperu.net
La culminación del juicio se da en un contexto complicado: la semana pasada se desató un escándalo de corrupción que involucra a dos de las juezas del colegiado de la Sala Penal Nacional que deben decidir el destino de los 29 militares acusados en el caso1. Una investigación periodística de César Romero de La República develó la existencia de una serie de correos entre la jueza y un general de brigada del Ejército peruano (y miembro de la promoción de Ollanta Humala), Marino Ambía Vivanco, que demostrarían que a cambio de favores y regalos, la jueza arregló una sentencia absolutoria a favor del general en el caso Matero. Los correos también llegan a sugerir que la jueza estaba dispuesta a organizar una red de jueces con el mismo fin en otros casos, algo que tal vez ayude a explicar el hecho de que casi la totalidad de sentencias firmadas por la Jueza Bendezú en casos de derechos humanos han sido absolutorias2. Los abogados que representan las víctimas en varios casos de derechos humanos comenzaron a recusarle a Bendezú de los procesos donde intervenía la jueza. En tiempo récord, haciendo éco a la demanda de los familiares y organizaciones de derechos humanos, la Jueza Bendezú fue reemplazada como jueza del colegiado de la Sala Penal que ve casos de derechos humanos.3

En el caso Accomarca, sin embargo, que está por culminar, recusar a la Jueza Bendezú significaría quebrar el proceso. En la justicia peruana, sólo está permitido un cambio de juez en un proceso; en el caso Accomarca ya se dio eso en una ocasión anterior casi al inicio del proceso. Quebrar el proceso no sólo significaba tener que comenzar de nuevo luego de cinco años ya trascurridos en el juicio. También significaba la posibilidad de uno de los elementos más significativos del proceso —el hecho que Telmo Hurtado se confesó su responsabilidad en la masacre— no se vuelva a dar en un nuevo proceso. Todo lo realizado ene ste juicio quedaría anulado. Eso es significativo puesto que Telmo Hurtado no sólo reconoció su propia responsabilidad en Accomarca aquel 14 de agosto de 1985; también dijo que lo que sucedió en Accomarca no correspondió a ningún acto de locura, como lo ha querido pintar algunos de sus co-acusados, ni de un “exceso” de los suboficiales y soldados; mas bien, él ha afirmado tajantemente que él y los demás militares actuaban ese día según la doctrina militar de la época, que entendía al enemigo interno como algo absoluto que necesariamente tenía que ser eradicado en su totalidad, tal como lo dijo alguna vez el General Cisneros, que afirmó a un medio local que matarían 60 y tal vez sólo tres sería subversivos, pero eso era el costo de la guerra. Tal doctrina llevó a las fuerzas armadas a cometer masacres indiscriminadas, ejecuciones extrajudiciales, y la desaparición forzada de personas que sospechaban de estar involucrados de una u otra manera con Sendero Luminoso.

Los familiares del caso tuvieron que enfrentar, entonces, una decisión sin salida a pocas semanas de ver sus sueños de alcanzar la justicia, denegada por tantos años, realizarse. De tal manera, tomaron la difícil decisión de no recusar a la jueza para evitar el quiebre del proceso, sabiendo de que existe la posibilidad de que, como en el caso Matero, ya se haya dado algún arreglo para absolver a los implicados.

BREVE RECUENTO DEL JUICIO ACCOMARCA

© Rightsperu.net© Rightsperu.netQuince sobrevivientes de la masacre han prestado sus testimonios en este juicio. Las más jóvenes tenían entre 9 y 12 años cuando ocurrió la masacre. Ellas, siendo niñas, presenciaron la incursión de las patrullas militares lideradas por los sub-oficiales del Ejército, Telmo Hurtado y Juan Rivera Rondón, a la quebrada de Lloqllapampa. Ellas vieron a los miliatres acorralar a sus madres y padres, sus abuelos y abuelas, sus hermanos y hermanas, sus vecinos, a una de las casas que quedaba en medio de la pampa, con el pretexto de realizar una asamblea. Cirila Pulido relató a la sala cómo los militares obligaron a las mujeres salir de sus casas con sus hijos, al igual que los ancianos.4 La madre de Cirila, así como su hermanito de 8 meses, seguieron las instrucciones de la patrulla militar, lo cual les llevó a la muerte, delante de los ojos de la pequeña Cirila. La mamá de Cirila, con su hijo sobre sus hombros, fue encerrada en esa casa, junto con decenas de pobladores de Accomarca. Todos murieron abaleados y carbonizados.5

En el mes de noviembre del año 2013, en la Sala Penal Nacional de Huamanga, también se dio una sesión continuada de testigos de la masacre. Nueve de ellos, la mayoría personas ancianas y quechuahablantes contaron lo que vieron y cómo se escondieron de los militares, para no morir como sus familiares y vecinos6. A su vez, testificaron varios ex congresistas sobre la visita que realizaron a Accomarca como miembros de la comisión conformada poco después de dar a conocer públicamente la masacre, unas semanas luego de los hechos. Prestaron declaraciones los ex senadores Javier Diez Canseco7 y Cesar Rojas Huaroto, así como el ex diputado Fernando “Popy” Olivera. Cada uno dio cuenta del estado de miedo que imperaba en Accomarca, tres semanas después de la masacre. Era un pueblo fantasma, y de hecho, los ex parlamentarios relataron del hallazgo de cadáveres recién asesinados. Si el juicio vuelve a foja cero, se anularán todos estos testimonios, y quizás varios de los testigos —como sería el caso de Javier Diez Canseco— ya no estén vivos para entregar nuevamente su testimonio en un segundo juicio oral.

Otro de los testimonios que probablemente no volveremos a escuchar en un segundo juicio, es lo dicho por Telmo Hurtado cuando le tocó ser interrogado por el Ministerio Público a partir de abril del 2012. Como se recordará, después de develada la masacre, Hurtado se autoinculpó como el responsable de la matanza. La prensa lo denominó “El Carnicero de los Andes” por la crueldad del crimen, un apodo que lo ha perseguido toda la vida y que según uno de los abogados que ha tenido durante el proceso, le causa particular incomodidad. Fue investigado, pero como fue común en aquella época, el caso fue derivado a la justicia militar, y fue condenado sólo a 6 años de cárcel por “abuso de autoridad”. En 1992 se benefició por las leyes de amnistía emitidas durante el gobierno de Alberto Fujimori, y en 1998 el Instituto de Defensa Legal (IDL) descubre no sólo que no está cumpliendo su pena sino que seguía siendo un miembro activo de las fuerzas armadas y que había sido ascendido. Luego de que las leyes de amnistía fueron anuladas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2001, Hurtado —previendo que su autoinculpación de ataño lo iba a complicar la vida— huyó, disimuladamente, a Estados Unidos. Vivió en Miami unos cinco años hasta que fue descubierto por Interpol y el Estado peruano pidió su extradición. Hurtado agota todos los mecanismos en el sistema legal estadounidense, pero perdió. En julio del 2011, Hurtado es extraditado y llevado a prisión. Poco después es incorporado al juicio por el caso Accomarca, lo cual ya lleva varios meses de desarrollo. De hecho, Hurtado tuvo estos meses para escuchar las intervenciones de los abogados de sus coacusados, entre ellos varios de sus oficiales superiores. Ahí Hurtado cayó en la cuenta de que nuevamente él era el chivo expiatorio: todos, desde los altos mandos, los otros mandos medios hasta los soldados de la tropa lo incriminaron a él, el “Carnicero de los Andes,” como el único responsable. Un loco, un demente, un oficial demasiado joven y con poca experiencia, un afectado por el “síndrome de Vietnam” que le llevó a masacrar a 69 campesinos sin piedad.

Hurtado demoró varias semanas en ser interrogado, quizás dudaba sobre qué decir. Finalmente, el 9 de abril de 2012, Hurtado respondió a las preguntas del Fiscal Luis Landa sobre la verdad de la masacre de Accomarca. En primer lugar, que en 1985 él no estaba loco, sino que era un joven oficial dispuesto a cumplir con su deber militar en la guerra contrasubversiva. La masacre no fue un acto espontáneo sino una orden emitida por el Estado Mayor, y si se autoinculpó fue por cumplir la obediencia debida que exige la doctrina militar. Además, no fue esa la primera vez que se cometieron diversas ejecuciones extrajudiciales. Con su confesión, Hurtado buscó limpiar su nombre y el de su hijo, y sin quizás sin proponérselo, coincidió con lo planteado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, esto es, que durante el conflicto armado interno no se cometieron “excesos” sino que hubo una política de violaciones a los derechos humanos contra la población civil. La confesión de Hurtado abre la posibilidad de que el Tribunal evalue seriamente la responsabilidad mediata de los altos mandos militares en este caso. Una masacre que, según el testimonio de Hurtado, no fue aislado sino parte de la doctrina militar de cómo luchar contra el terrorismo: eliminando el enemigo, que en aquel momento era definido como las comunidades campesinas que Sendero Luminoso pretendió liderar hasta la instalación de una utopia comunista, pero a cambio les trajó sangre y dolor. El testimonio de Hurtado ha logrado cuestionar la versión oficial de las fuerzas armadas, que niega tajantamente que hubieron violaciones sistemáticas sino tal vez uno que otro “exceso” cometido por suboficiales como Telmo Hurtado sin experiencia o sicópatas. Pero el desarrollo del proceso en las últimas semanas sugiere que hay quiebres más profundos entre los diferentes sectores militares. Eso sería analizado en la próxima entrega.

NOTAS

1. Algunos de los acusados han fallecido y otros están prófugos de la justicia. Actualmente asisten a la audiencia sólo 16 de los imputados.

2. La nota periodistica fue de César Romero, “Emails revelan presunto acuerdo para absolver a militar,” La República, 11 de julio de 2015.

3. Más información, aquí.

4. Testimonio de Cirila Pulida, Sala Penal Nacional, 23 de octubre de 2012.

5. Hemos observado el juicio por el caso Accomarca desde su inicio, y hemos publicado varias notas al respecto. Ver por ejemplo aquí y aquí.

6. Ver aquí.

7. Ver aquí.

… … …

Jo-Marie Burt es profesora de ciencia política y directora del Programa de Estudios Latinoamericanos de George Mason University. Es autora del libro Violencia y autoritarismo en el Perú: Bajo la sombra de Sendero y la dictadura de Fujimori (Instituto de Estudios Peruanos, 2011, 2da. ed.; puede descargarse gratuitamente aquí). En 2010 tuvo la cátedra “Alberto Flores Galindo” en la Pontificia Universidad Católica del Perú y es actualmente Senior Fellow de la Oficina en Washington sobre Asuntos Latinoamericanos (WOLA). Dirige el proyecto de investigación Human Rights Trials in Peru (www.rightsperu.net).

María Rodríguez es historiadora egresada de la UNMSM. Ha realizado estudios de diplomado en Chile, España y Perú en derechos humanos, pedagogía de la memoria, y archivos; y actualmente se encuentra cursando la maestría en Gerencia Social en la PUCP. Es integrante del Taller de Estudios sobre Memoria y asistente de investigación en el proyecto Human Rights Trials in Peru.

Originalmente publicado en La Mula, el 23 de julio de 2015

Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

Fiscalía presenta hoy acusación por matanza de Accomarca

  • Asesinato de más de 60 campesinos sigue impune después de 30 años

El Fiscal Superior Penal Luis Landa presentará hoy acusación contra los oficiales y subalternos del Ejército Peruano que el 14 de agosto de 1985 participaron en uno de los peores crímenes del conflicto armado interno hecho ocurrido en la localidad de Acomarca, en la provincia de Vilcashuamán, Ayacucho.

.

La mañana de aquel día jamás podrá ser olvidada por los pocos sobrevivientes de la matanza. Desde tempranas horas del día un numeroso grupo del soldados al mando de los Tenientes EP Telmo Hurtado Hurtado y Juan Rivera Rondón incursionaron en la quebrada de Huancayoc y después de reunir a toda la población los introdujeron en dos chozas y procedieron a dispararles de manera indiscriminada para luego lanzarles granadas de guerra para asegurar la muerte de todos. Entre las víctimas que suman casi 70, increíblemente había una aproximadamente 20 niños menores de 10 años y varios ancianos.

Ante el escándalo público el Ejército responsabilizó como único autor del crimen al Teniente EP Telmo Hurtado Hurtado.

Las investigaciones de la Fiscalía y del Poder Judicial determinaron al poco tiempo que el crimen había ordenado por el comando militar de la II División de Infantería del Ejército, cuyo Comandante General era el General Wilfredo Mori Orso. Lamentablemente las investigaciones del Poder Judicial se trucaron como consecuencia de que la Corte Suprema de Justicia dirimió una contienda de competencia a favor de la justicia militar.

Si bien la justicia militar condenó a Telmo Hurtado, esto recién ocurrió el año 1992, es decir, 7 años después del crimen, pero jamás lo condenó por los asesinatos., sino por el delito de desobediencia, por el hecho de que supuestamente no había informado a sus jefes militares sobre el crimen. A pesar de ello Hurtado hizo una carrera militar normal sin ninguna consecuencia a pesar de la codena impuesta.

Sería la Comisión de la Verdad y Reconciliación alentó la reapertura del caso, lo cual ocurrió el año 2005 cuando el Poder Judicial decidió reabrir el proceso judicial contra el General Mori Orso, el coronel Nelson Gonzales Feria (jefe de Estado Mayor de la II División de Infantería), Cesar Martinez Uribe Restrepo (G-2), Carlos Delgado Medina (G-3), José Williams Zapata (Jefe de la Compañía Lince), Helbert Gálvez Fernández Jefe de la Base Contraguerrillas de Vilcashuamàn, Ricardo Sotero Navarro (jefe político militar de Vilcashuamán), Telmo Hurtado Hurtado (Jefe de la patrulla Lince 7), Juan Rivera Rondón (Jefe de la Patrulla Lince 6) y los soldados integrantes de la patrulla de Telmo Hurtado. Todos ellos fueron denunciados como autores del delito de asesinato.

El proceso de investigación judicial demoró varios años y recién en el mes de noviembre de 2010 la Sala Penal Nacional dio inicio al juicio oral contra los procesados. Para tal efecto la fiscalía penal superior había presentado acusación escrita contra los altos oficiales (Mori Orso, Gonzales Feria, Martínez Uribe, Delgado Medina, Williams Zapata, Gálvez Fernández) como autores mediatos del crimen y también presentó acusación contra Hurtado Hurtado, Rivera Rondón y los soldados como autores materiales del crimen.

Durante el juicio oral se logró la extradición de Telmo Hurtado y con sus declaraciones se produjo un hecho realmente histórico en el juzgamiento de casos de violaciones a los derechos humanos. Hurtado no solo aceptó haber participado en el crimen, sino que además declaró que él había recibido órdenes superiores de los oficiales integrantes del Estado Mayor dirigido por el coronel Gonzales Feria. También señaló que ese tipo de hecho eran normales en la zona de Ayacucho porque de esa manera se combatía al terrorismo. En sus declaraciones Hurtado detalló las órdenes recibidas de parte de sus superiores para eliminar a todos porque eran considerados como terroristas comunistas.

Tales declaraciones originaron la realización de diligencias de confrontación de todos los oficiales con Telmo Hurtado, en las cuales este último se ratificó plenamente e inclusive el general Mori Orso le increpó directamente haber dado órdenes para que en setiembre de 1985 –un mes después del crimen- vaya a Ayacucho y colabore con las tares militares de limpieza de la zona, es decir, de eliminación de los testigos sobrevivientes de la matanza.

Luego de casi 5 años de juicio oral esta etapa procesal está llegando a su fin y por ello corresponde que el Fiscal Superior Penal a cargo del caso, el fiscal Luis Landa, cumpla con presentar acusación oral contra los procesados. La fiscalía no solo considera que los hechos y las responsabilidades criminales de los procesados están debidamente acreditas, que el caso constituye un crimen de lesa humanidad y consecuentemente solicitará se les imponga 25 años de pena privativa de libertad.

El tribunal de la Sala Penal Nacional, integrado por el magistrado Ricardo Brousett Salas (Presidente) y por las juezas superiores Mirtha Bendezù y María Vidal La Rosa es el ha encargado de juzgar y sentenciar el presente caso. Se ha convocado sesión de audiencia para escuchar la acusación del fiscal Landa para el día miércoles 7 de Julio a las 10:00 am en la sala de audiencias del penal “Miguel Castro Castro”.

Los abogados del Instituto de Defensa Legal, a cargo de la defensa de la parte civil, presentarán sus alegatos la próxima semana.

Instituto de Defensa Legal

Lima, Julio de 2015

Prensa y difusión IDL

Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

¡ Accomarca vive !

  • Una escenificación para la memoria y la justicia

Por Karen Bernedo

Durante los meses de febrero y marzo miles de migrantes ayacuchanos en Lima celebran sus carnavales participando en concursos que convocan a comparsas de todas las provincias y comunidades. En estas tradicionales celebraciones se combinan la danza, la música y la escenificación para recrear costumbres y hechos significativos para cada comunidad.

.

© La Mula © La Mula

© La Mula
© La Mula
© La Mula
© La Mula
© La Mula

I

La comparsa del distrito de Accomarca participa todos los años en varios de estos concursos. Los ensayos empiezan desde el mes de enero y reunen a gran parte de los migrantes accomarquinos en Lima. En el carnaval participan ancianos, adultos, niños y en su gran mayoría gente joven. Se trata de hijas e hijos de accomarquinos nacidos en Lima que han heredado la pasión por la danza y la música tradicional.

© La Mula © La Mula

© La Mula

II

Accomarca, sin embargo, es una comunidad ayacuchana marcada por una gran tragedia. Hace 30 años, a pocos días de iniciado el primer gobierno de Alan García, una patrulla militar incursionó en la comunidad y asesinó a 69 comuneros entre los cuales había hombres y mujeres desarmados, ancianos, niñas y niños. A pesar de que han transcurrido 30 años desde que ocurrió la matanza, el juicio a quienes la perpetraron recién se inició en el año 2010 y hasta la fecha no se dicta una sentencia.

El carnaval es el terreno en el que diferentes generaciones vuelcan sus memorias y sus demandas. Por ello, la Asociación Hijos de Accomarca escenifica la masacre ocurrida en su comunidad como parte de la presentación de su comparsa. El carnaval, en palabras de los propios accomarquinos, es juego y protesta a la vez.

La escenificación de la masacre se torna en un espacio en el que familiares de víctimas y testigos de la matanza, así como los jóvenes nacidos en Lima, unen sus voces para gritar “¡Justicia para Accomarca!” , grito que les da fuerzas para levantarse a seguir luchando y seguir bailando.

© La Mula © La Mula

© La Mula

Tuvimos el privilegio de acompañarlos durante este verano en los muchos ensayos y presentaciones de la comparsa. Aquí compartimos el video que grabamos el domingo 15 de marzo en el concurso Quena de Oro en la Plaza de Acho.

También le puede interesar las notas de Rights Peru sobre el juicio por la masacre de Accomarca:

Publicado en La Mula, el 30 de marzo de 2015

Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

Cuatro años de juicio de Accomarca y tribunal aún no dicta sentencia

Por Gabriel Mazzei M.

El último martes se cumplieron cuatro años de juicio oral por la matanza de 69 campesinos en el distrito de Accomarca, Ayacucho, cometido en 1985 por efectivos del Ejército, y la Sala Penal Nacional que lleva el proceso aún no emite sentencia.

.

Postergación. Deudos reclaman celeridad al Poder Judicial © La RepúblicaPostergación. Deudos reclaman celeridad al Poder Judicial
© La República
El juicio se encuentra en la etapa de oralización de pruebas de las partes, que tomaría al menos dos audiencias más.

Para el abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL), Juan José Quispe, el retraso del tribunal, que preside el juez Ricardo Brousset, se debe a las decisiones del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial (CEPJ) que no prioriza los casos emblemáticos de derechos humanos y remueve a los magistrados que llevan estos procesos.

Detalló que un integrante del tribunal de Accomarca fue cambiado por disposición del CEPJ, con lo cual otra modificación en su conformación significaría el quiebre del juicio. Anotó que las audiencias se realizan cada 12 días, plazo máximo que de acuerdo a ley se deben dar para que no se quebrante el proceso.

“El juicio corre riesgo latente de quebrarse como ocurrió con Rodrigo Franco”, añadió.

Celestino Baldeón, cuya madre fue ejecutada por los militares, lamentó que a cuatro años de iniciado el juicio oral aún no se dicte sentencia.

La fiscalía pide 25 años para los 29 acusados, oficiales y suboficiales del Ejército, entre ellos Telmo Hurtado.

Publicado por La República, el 6 de noviebre de 2014

Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

García será llamado a testificar de grado o fuerza en juicio por Accomarca

  • No asistiría hoy por segunda vez a juicio por masacre realizada en su primer gobierno

El expresidente Alan García será citado a declarar de grado o fuerza en el juicio oral del caso Accomarca referido a la matanza de 69 comuneros, entre niños y ancianos, ocurrida a inicios de su primer gobierno en 1985, si es que no asiste hoy a la audiencia de este proceso, para el cual ha sido requerido por segunda vez.

.

© Exitosa Diario
© Exitosa Diario
© Exitosa DiarioEl fiscal superior Luis Landa consideró que debe aplicarse “un apremio” para que García asista al juicio debido a que su declaración es importante en este caso, para que aclare el grado de conocimiento que tuvo sobre esta masacre y la política antisubversiva que aplicó como jefe de Estado en aquellos años.

“Las ejecuciones extrajudiciales no pudieron realizarse sin una orden superior. Como presidente, García debe explicarnos cuál era su estrategia antisubversiva y el conocimiento que tuvo de las bajas civiles en Accomarca”, dijo Landa a diario Exitosa.

García, según fuentes de este matutino, se habría excusado a través de un comunicado de asistir hoy a la diligencia programada, debido a “compromisos” impostergables en el extranjero.

El juicio oral del caso Accomarca se inició en noviembre de 2010 y el proceso viene demorándose debido a la realización de una audiencia por semana. La sentencia se conocería recién el próximo año.

Publicado por Exitosa Diario el 24 de abril de 2014

Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

Accomarca: luego de casi cuatro años de juicio oral aún no se dicta sentencia

  • Sin fin. Sala realiza una audiencia por semana y testigos no acuden a citación

Por Gabriel Mazzei M.

“Es una burla, una falta de respeto para los deudos. ¿Qué clase de justicia podemos esperar?”, reclama Celestino Baldeón Chuchón, quien perdió a su madre al ser ejecutada por una patrulla militar en agosto de 1985, comandada por el suboficial Telmo Hurtado.

.

Indolencia. Familiares de víctimas se sienten despreciados © La República
Indolencia. Familiares de víctimas se sienten despreciados © La República
Indolencia. Familiares de víctimas se sienten
despreciados
© La República
Baldeón exige celeridad a la Sala Penal Nacional, donde se ventila el proceso judicial por la matanza de 69 campesinos de Accomarca.

El juicio oral se inició en noviembre del 2010 y, según Baldeón, no hay visos de una sentencia próxima contra los acusados.

Por su parte Jorge Abrego, abogado de Aprodeh, precisa que “la sala se demora en instalar sus audiencias y los testigos, sobre todo de la parte de los acusados, no acuden a la citación programada”.

Recordó que los deudos plantearon una queja contra el colegiado, presidido por el juez superior Ricardo Brousset, para acelerar el proceso.

“Brousset realiza una audiencia por semana, porque atiende en una sala anticorrupción, lo que también genera retrasos”, dijo Abrego.

Según el abogado de Telmo Hurtado, Rubén Cahuayme, la etapa de testigos, que pasa el centenar, debe concluir en julio. Luego, detalló, se espera la oralización de pruebas, la defensa material de los 29 acusados y la sentencia, “con fecha aún desconocida”.

En el mencionado proceso Hurtado sindicó a los altos mandos del Ejército de haber ordenado la matanza de 69 campesinos.

Publicado en La República, el 21 de abril de 2014

Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

Sala Penal Nacional: Juicios de casos Rodrigo Franco y Accomarca no se quiebran

Los juicios de Rodrigo Franco y Accomarca no corren peligro de quebrarse, pese a la remoción de jueces de la Sala Penal Nacional que dispuso el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial (CEPJ) en marzo pasado.

.

Audiencias. Tribunal tomó medidas para no dilatar juicios © La República
Audiencias. Tribunal tomó medidas para no dilatar juicios © La República
Audiencias. Tribunal tomó medidas para no dilatar juicios
© La República
Así lo señaló Inés Villa Bonilla, presidenta de la Sala Penal Nacional, ayer en una audiencia más en el juicio público al presunto comando paramilitar Rodrigo Franco, en el que se juzga al ex viceministro aprista Agustín Mantilla y otras ocho personas que habrían integrado este grupo.

El CEPJ dispuso el cambio de hasta dos jueces del Colegiado “A” –David Loli Bonilla y Vidal La Rosa Sánchez–, pero la magistrada aclaró que solo ha efectuado el reemplazo de Loli para no afectar el curso del proceso. La doctora Porfiria Condori ingresó en su lugar. Si La Rosa también dejaba la sala, el juicio se quebraba.

Accomarca

Del mismo modo, el caso por la matanza de 69 campesinos en Accomarca, en 1985, sigue su curso, aunque con algunos retrasos de los testigos solicitados por la defensa de los acusados.

El abogado de la parte civil, Jorge Abrego, dijo que no se ha cambiado a ningún juez de la sala justamente para evitar el quiebre del juicio.

El CEPJ había dispuesto que los jueces Ricardo Brousset y Vidal La Rosa vayan a una sala de la Corte de Lima.

Publicado en La República, el 16 de marzo de 2014

Categories
News Reports on Transitional Justice in Peru

Accomarca, dolor, memoria y carnaval

Por Percy Rojas y Gisela Ortiz

El 14 de agosto de 1985 la comunidad de Accomarca vivió uno de los hechos más dolorosos de su historia, 69 campesinos: ancianos, mujeres, jóvenes y niños fueron asesinados por una patrulla del Ejército, al mando del entonces Teniente Telmo Hurtado. 24 años después, este hecho trágico sigue presente en la memoria de sus comuneros pero también de quienes se desplazaron hacia Lima tratando de sobrevivir del fuego cruzado desatado por Sendero Luminoso y reprimido, con la misma violencia, por el Estado.

.

© La Primera - Perú
© La Primera – Perú
© La Primera – PerúLlegamos a Accomarca el viernes 14 de marzo para reunirnos con la Asociación de Familiares Víctimas del Conflicto Armado. Ahí conocimos a don Julio Ochoa, presidente de la comunidad de Accomarca. Él estaba ajetreado, pues tenía que reunir y enviar desde el pueblo diversos materiales que se usarían en la presentación de la comparsa accomarquina, en la competencia de carnaval ayacuchano, de la provincia de Vilcashuamán denominado “Quena de Oro” en su XXV edición a realizarse en la Plaza de Acho.

Mientras conversábamos, don Julio se pone de pie y nos dice: “Me van a disculpar pero tengo que enviar esta encomienda a Lima, ya va a llegar el bus de Trasandino.” Nos muestra un saco negro que contenía flores, plantas de maíz entre otras vegetaciones propias de la zona.

TODOS EN LA FIESTA

Los carnavales son una fiesta de integración: adultos y niños, varones y mujeres participan con entusiasmo; los accomarquinos, desde su tierra, enviando los materiales para la presentación y en Lima, los accomarquinos se han preparado durante meses, ensayando, convocando a los adultos, jóvenes y niños para formar parte de la comparsa. Este año representarían la matanza ocurrida en Llocllapampa, conocida como el caso Accomarca.

La plaza de Acho luce colorida, cientos de ayacuchanos de los distritos de Vilcashuamán se han congregado para concursar y elegir al distrito que representará a su provincia en el Carnaval de toda la región llamado “Los Vencedores de Ayacucho”. Uno a uno los distritos se presentan: Concepción con una comparsa entusiasta y numerosa, Sahurama, Vischongo, Huambalpa, Accomarca y Vilcashuamán; niños con sus trajes típicos bailan con alegría Shaciendo sentir que hay esperanza de que estas tradiciones no se pierdan.

LLEGÓ LA HORA

Es el turno de Accomarca, con emoción se despliegan en el ruedo. La escenografía se compone de una casa hecha de carrizos con papel, se representa una pequeña chacra con maíces tiernos que los comuneros van sembrando, una pequeña pastora recorre el ruedo con sus tres ovejas representadas por niños, algunas mujeres preparan los alimentos para la fiesta; el baile es ordenado y se realizan una serie de representaciones de la vida cotidiana en Accomarca cuando, de pronto, esta armonía es interrumpida por una ráfaga de metralletas. Entran los militares ordenando detener a todos los terrucos y llevarlos hacia la escuela donde son asesinados, quienes se oponen son asesinados en el camino. El nombre de Telmo Hurtado, el teniente que estuvo a cargo de esa incursión y que está en juicio por este crimen, se dice en voz alta como el responsable de dar las órdenes.

Accomarca, dolor, memoria y carnaval

DOLOR EN MEDIO DEL CARNAVAL

© La Primera - Perú
© La Primera – Perú
© La Primera – PerúEn medio de la alegría de los carnavales, se representa un hecho trágico que marcó la memoria colectiva de sus comuneros, un tiempo en que reina el desorden, el caos, la gente abandona sus quehaceres por salvar sus vidas.

¡Justicia para Accomarca! Dice la cantante del grupo que acompaña la comparsa; y es el grito de justicia que levanta, uno a uno, a los caídos y siguen bailando. Vuelve el orden, la música, las coreografías, vuelve el canto: se vuelve a la vida. Así es el hombre andino, se levanta ante la adversidad, ante el dolor, y ríen, cantan, bailan para que las penas no los ahoguen.

Accomarca nunca se rindió ante la muerte, supo levantarse como los integrantes de la comparsa, continuaron trabajando la chacra, celebrando sus fiestas, cantando, bailando.

EN LIMA

Quienes llegaron a Lima también lo hicieron, trajeron consigo el recuerdo de la muerte de sus seres queridos, su pueblo abandonado, herido pero también trajeron esperanzas: se organizaron, se representaron para exigir Justicia, logrando extraditar al principal responsable de ese crimen desde los Estados Unidos.

Al finalizar la presentación conversamos con el apurimeño Demecio Merino Acuña, de 78 años. Le preguntamos sobre su opinión acerca de la danza representada por el distrito de Accomarca y su respuesta nos sorprendió: “La última danza me tocó en lo profundo, pues a mi comunidad también entraron los terroristas. Una noche ingresaron, reunieron a toda la población en la municipalidad de Toraya, provincia de Aymaraes, y fueron asesinados. Yo me encontraba en mi casa, pero no ingresaron. Mis vecinos también fueron asesinados. En esa matanza perdí un hermano y algunos primos. La verdad, es la primera vez que vengo a los carnavales y no esperaba ver esta masacre, me hizo acordar y me puse a llorar.”

La señora Zulema Merino nos dice: “Me hubiera gustado traer a mis hijos para que vean estas cosas y saber quéfue el terrorismo, mis hijos no saben, piensan que el terrorismo fue como un juego y no saben que estas cosas fueron reales, han pasado y que puede volver a pasar.”

Podemos notar que esta representación activó las memorias de aquellas personas que fueron víctimas del conflicto, ya sea directa o indirectamente, muchos comentan, relacionan lo que ven con lo que han vivido, con lo que ha ocurrido en sus pueblos. Y es que es importante recordar.

LA LECCIÓN

Los carnavales son una ocasión para que las comunidades representen sus vivencias, sus costumbres, los danzantes, músicos y cantantes dan todo de sí por representar bien a su comunidad, lo hacen con orgullo; esta vez también nos dieron una lección de convivencia con sus muertos, nuestros muertos que no se van, nunca se van mientras dura la injusticia. Accomarca decidió representar el triunfo de la vida sobre la muerte, de la memoria sobre el olvido.

Quizá cada uno de los accomarquinos que baila sea familiar de alguna víctima: hijos, nietos, sobrinos. Quizás ninguna de las víctimas pensó antes de morir, hasta dónde llegarían sus memorias, quienes las conocerían, ni quienes se encargarían de transmitirlas.

Y Accomarca ganó.

Publicado en La Primera el 23 de marzo de 2014