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La hora del juicio final

Solo quedan para el recuerdo unas imágenes macabramente poéticas de las bandadas de piqueros que se posan sobre muros derruidos, o que chillando de manera alaracosa alzan vuelo sobre el mar. Son impresiones que es mejor no desenterrar. Pero los agujeros de bala en los muros son rebeldes y no se han cubierto de musgo marino. Sus contornos evocan las memorias de una masacre desproporcionada de la cual fueron testigos las olas y unos cuantos sobrevivientes.

Resulta irónico que en este momento el ex presidente García esté siendo castigado en las encuestas electorales por el caso de los narcoindultos, cuando ese es tan solo una rayita más al tigre frente al rayón que significó El Frontón en su trayectoria.

IdeeleFoto: Gladys AlvaradoPor fortuna quedan rastros en Internet. Imágenes y relatos filmados. Algunos reconstruyen el operativo; otros presentan a personajes que han decidido hablar. Se puede encontrar un video realizado el 2008 que, utilizando solo imágenes de archivo y una voz en off, arma la historia, hora por hora. El tictac de un reloj indica el paso del tiempo.

El año 2009 fue colgado en YouTube un reportaje de César Hildebrandt (hijo) en el que entrevistó al fiscal Ismael Gutiérrez, que estuvo en El Frontón el jueves 18 de junio de 1986. Él velaba por la suerte de los rehenes de la Guardia Republicana y trató de convencer a Agustín Mantilla de que persistiera en el diálogo con los presos amotinados. Gutiérrez afirmó que Mantilla le dijo que “eran órdenes del gobierno”. Unos días después, este fiscal abrió una investigación sobre el caso, pero no pudo concluirla. Ni bien pasaron cuatro meses, el Fiscal de la Nación, César Elejalde, lo trasladó a la Fiscalía Antinarcóticos.

Ese mismo año, también en YouTube, apareció un reportaje rescatado de los archivos de Canal 4, que fue realizado varios años antes por el recordado reportero Bruno de Olazábal. Lo tituló “Pedazos de guerra”, y en él entrevistó a dos sobrevivientes de El Frontón que dieron la cara y contaron su versión como protagonistas de los hechos.

El año 2010 el programa “Día D” de ATV colgó en YouTube el testimonio de un infante de marina en retiro, Carlos Eduardo Castillo, quien, junto con otros 33 marinos, fue denunciado por la fiscalía luego de casi 30 años. El cargo: homicidio con ferocidad. Lo irónico es que se trata del mismo que ocho años antes se había acercado a la Comisión de la Verdad para dar su testimonio. Era un testigo protegido. Uno de tantos involucrados en algún caso sonado que por propia iniciativa decidió contar lo que vivió, a cambio de aliviar su conciencia y de obtener algunos beneficios procesales.

Castillo sostuvo que integró uno de los pelotones que llegaron a la isla. Relató que aproximadamente a las 3 de la tarde del día 19, los presos se rindieron. Justo en ese momento ingresó un nuevo pelotón de comandos que teníala orden de ejecutar a los rendidos. Entre los sobrevivientes reconoció a su amigo de la infancia, Armando Tulich, que avanzaba hacia ellos. Los marinos dispararon contra los rendidos y pudo ver cómo el cuerpo de Tulich se abría. Según contó, entró en shock y escapó.

Además, queda la memoria impresa. La investigación de la comisión congresal, presidida por Rolando Ames, es un buen aporte. Se titula: “Informe al Congreso sobre los sucesos de los penales”. El libro del poeta Juan Cristóbal “¿Todos murieron?” reúne todos los artículos que salieron en las prensa luego de la matanza. Otro documento importante es el capítulo sobre los sucesos de los penales del Informe Final de la Comisión de la Verdad.

I. ¿30 años no es nada?
En junio se cumplen 30 años del operativo y el caso se ha abierto, archivado y reabierto sin concluir jamás. “El proceso” de Kafka es un litigio para un centro de conciliación si se le compara con lo que ha ocurrido en el sistema de justicia. El siguiente es el lamentable recuento de la actuación de jueces, fiscales, juzgados y fiscalías:

La situación legal de los presos el 18 de junio de 1986 era absolutamente irregular. El 95% estaba en calidad de inculpado y solo el 5% ya estaba sentenciado.

El Ministerio Público guardaba los expedientes y no emitía los dictámenes. El Poder Judicial no podía juzgarlos sin una acusación de la fiscalía y la mayoría de los acusados ya tenía cinco años preso.

El 18 de junio, el juzgado del Callao declara fundada la acción de amparo presentada por los presos, quienes sostenían que el gobierno de Alan García preparaba un genocidio en los penales. El juez Ricardo Chumbez tomó una lancha particular y, por su cuenta y riesgo, llegó a El Frontón. Verificó que estaba en un campo de guerra. Se entrevistó con Agustín Mantilla, que había asumido el mando del operativo, desplazando a la Guardia Republicana. Este juez declaró fundado el pedido de hábeas corpus, pero el huracán era imparable.

El mismo 18 de junio, a las 10 y 30 de la mañana, llegaron a la isla el juez de ejecución penal, Juan de Dios Jiménez, y el titular de la Tercera Fiscalía del Callao, Ismael Gutiérrez. A las 3 y 45 de la tarde, ambos se entrevistaron con los presos. Éstos les entregaron un pliego de 25 puntos con sus demandas. A las 4 y 30 de la tarde, el director del penal, Manuel Aquézolo, acompañado del fiscal y del juez, levantaron un acta en la que daban fe de que Aquézolo no había autorizado la presencia de los infantes de marina en el penal.

A las 6 de la tarde, el juez y el fiscal trataron sin éxito de convencer a Mantilla para que vuelva a dialogar con los amotinados y que liberen a los rehenes. Cuatro infantes de marina con el rostro embetunado les apuntaron con sus bayonetas y los obligaron a retirarse. Subieron a un bote y en altamar escucharon dos explosiones seguidas de ráfagas de ametralladoras.

La investigación trunca del fiscal Gutiérrez es destacable porque fue la primera que incluyó a los que todas las pruebas señalan como los autores mediatos: Alan García, Agustín Mantilla y Luis Giampietri.

Se iniciaron cuatro años catatónicos, de parálisis total. Un tiempo en el que las denuncias de derechos humanos no llegaban a la justicia ordinaria sino que eran juzgadas en el fuero militar.

Las investigaciones preliminares del caso empezaron en el año 2000. Ese fue un año de destapes. Comenzó un juicio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso de los hermanos Neira Alegría y el caso Durand Ugarte. La sentencia fue favorable de los demandantes.

En ese momento salió a la luz un secreto militar bien guardado: entre 1986 y 1989, a puerta cerrada y en completo hermetismo, se había llevado a cabo un proceso en el fuero militar. En el veredicto se determinó que el caso de El Frontón se archivaba por falta de pruebas.

Reabre
El fuero común reabrió el caso en el año 2001, después de las dos sentencias de la Corte Interamericana. Soplaban nuevos vientos. Estaba funcionando nuevamente la Fiscalía de Desapariciones Forzadas y Ejecuciones Extrajudiciales. Ese año se ejecutó la sentencia internacional y se acordó que el Ministerio Público inicie una investigación.

Tres años después, en noviembre de 2004, el Ministerio Público formuló una denuncia penal por el delito de homicidio calificado en contra de 11 efectivos de la Marina, en agravio de Nolberto Durand Ugarte, Gabriel Ugarte Rivera y otros.

Archiva
Según las evidencias obtenidas durante la investigación fiscal, tanto García, Giampietri y Agustín Mantilla, fueron los que dieron las órdenes para el debelamiento del motín y del plan de ocultamiento y desaparición de los cuerpos de los presos ejecutados. Pero en el dictamen fiscal se resolvió archivar definitivamente las investigaciones de los altos mandos y del presidente Alan García. ¿Cuál es el motivo de este giro imprevisto? ¿Por qué esta flagrante contradicción entre evidencias y la conclusión final?

El encargado de la investigación era el fiscal Felipe Villavicencio, que de improviso fue cambiado por Mario Gonzáles. Nada se le puede objetar al trabajo que realizó el sucesor, quien fue muy riguroso en la presentación del caso. Todo lo que se ha descubierto hasta el día de hoy es fruto de esa investigación.

Pero el resultado final de su trabajo generó suspicacias. Era sabido que Gonzáles estaba teledirigido por las altas instancias de la Fiscalía de la Nación, a cargo de Gladys Echaíz. Él mismo sostenía que tenía el encargo político de no involucrar a los principales responsables y de no acusarlos penalmente. Y así lo hizo. Solo denunció a 11 oficiales de la Marina que habían participado en la operación.

Las protestas no se hicieron esperar. El Instituto de Defensa Legal presentó una queja para que se procese penalmente a los que habían dado las órdenes. Este pedido se discutió durante varios años en las instancias correspondientes sin que se obtuviera respuesta.

Reabre
El caso penal se reabrió en enero de 2005. Se les obligó a declarar en calidad de testigos a Alan García, Agustín Mantilla y Luis Giampietri. Las contradicciones brotaron como mala hierba. El expresidente sostuvo que perdió contacto con los operadores la noche del 18 de junio, cuando concluyó la reunión del Consejo de Ministros. Consta en el expediente que el exviceministro del Interior, Agustín Mantilla, declaró que se comunicaba con el presidente García. Y consta en el mismo que el entonces capitán de marina, Luis Giampietri, sostuvo que fue Mantilla quien le ordenó que disparara y que abriera los boquetes en el Pabellón Azul.

Al respecto, el subjefe de estado mayor operativo de la Fuerza Armada, Carlos Mauricio Augurto, afirmó en su declaración que existía una red de teléfonos rojos que comunicaban al comandante general de la Marina con el presidente de la república. También dijo que el presidente presionó para que la operación termine lo más rápidamente posible. (¿Alguna similitud con el Baguazo?)

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En el año 2007 el fiscal superior Chirinos Manrique, a cargo de la Tercera Fiscalía Penal Nacional, archivó la investigación sobre los autores intelectuales. Solo lograron que se amplíe la denuncia contra otros veinte marinos. Había 33 acusados, pero todos ellos eran operadores materiales, no autores mediatos.

Ideele

“Está comprobado que en el Frontón hubo dos sistemas de comunicación con el exterior, y que ambos tenían como destinatario final al presidente Alan García.”

Reabre
El año 2013 la fiscal Luz Ibáñez formula una nueva acusación sobre el mismo caso.

II. Todos los caminos conducen a García
Una de las principales críticas que se le hizo a la Comisión de la Verdad fue haber sido indulgente con Alan García en el caso El Frontón. El Informe Final es duro respecto a su actuación, pero no le atribuye responsabilidad penal, a diferencia de la posición que adoptó con Alberto Fujimori.

Sin embargo, durante estos treinta años, familiares, políticos y periodistas no dudan de la responsabilidad del expresidente Alan García en la matanza. ¿Existen pruebas que lo vinculan de manera directa?

Carlos Rivera, abogado de los familiares de Nolberto Durand y Gabriel Ugarte, desaparecidos durante la matanza, considera que sí. En junio de 1986 Alan García no solo era el Presidente de la República, sino que dirigió la sesión del Consejo de Ministros del día 18 de junio en su condición de jefe supremo de las Fuerzas Armadas, a las cuales se les encargó debelar el motín de los penales. Se trata de un hecho crucial porque en ese momento se estableció una cadena de mando, encabezada por el propio García, con el objetivo de desarrollar dicha operación militar.

En la Constitución de 1979, vigente en ese entonces, se establece que el Presidente de la República es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales y que dirige el sistema de Defensa Nacional.

“Esta norma establecía, de manera muy clara, la relación de subordinación constitucional y política de las Fuerzas Armadas para con el presidente. Definitivamente no se trata de una mera formalidad legal, sino de la consagración de un esquema de relación política y jerárquica entre el presidente y los mandos militares, que se podía plasmar en órdenes dadas por el presidente a sus miembros”, señala Carlos Rivera.

Uno de los mayores misterios de la masacre de 1986 es la presencia de Agustín Mantilla. Si el operativo estuvo a cargo de las Fuerzas Armadas, ¿qué hacía ahí un viceministro del interior si el papel de la Guardia Republicana había sido restringido al resguardo del exterior del penal? Las pesquisas apuntan a que era “el hombre del presidente”.

Mantilla era la persona que representaba de manera extraoficial al presidente García en el campo de operaciones. Por esos tiempos se hablaba de él como su “mano derecha”, debido a la cercanía y confianza que le tenía. Incluso llegó a ser su secretario personal. Mantilla se dio el lujo de dar órdenes al jefe de la operación, el capitán Luis Giampietri.

La extraña presencia de Mantilla en el operativo es el tema que más contradicciones ha generado. El ex viceministro declaró que su presencia en la isla se debió a una petición especial del presidente para que acompañe, de manera informal, a la Comisión de Paz.

Sin embargo, García en su declaración ante el Ministerio Público en octubre del 2002, señaló que “jamás comisionó a Mantilla porque de acuerdo a ley no tenía ningún papel que cumplir, pues el Comando Conjunto de la Fuerza Armada era el único encargado”. Y luego añadió: “Imagino que estuvo ahí por su propia voluntad”.

El expresidente dijo y se desdijo. En el año 2005, ante el Juzgado Supranacional de Lima, señaló que no recordaba con precisión si mandó a Mantilla para que acompañe a la Comisión de Paz.
Sin embargo, Mantilla cumplió una función que excedía a la de un simple edecán. Diversos testimonios aseveran que el difunto exministro tenía un poder excepcional: dirigía operativos, desautorizaba al director del penal y daba órdenes al mismo Giampietri, quién, en el año 2002, declaró a la fiscalía que la orden que recibió de sus superiores fue “que apoyara los requerimientos del señor Mantilla”.

También dijo que el ex viceministro solicitó la presencia de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina(FOES), a través de la Comandancia General de la Marina, y fue quien dio la orden de que hicieran los forados en el Pabellón Azul, después que fracasara la mediación de la Comisión de Paz.

Por supuesto, Mantilla negó los testimonios que lo señalaban como protagonista en la operación militar y señaló que solo “departía con los marinos cuando se paralizaban las acciones”.

Sin embargo, los testimonios de los testigos señalan que Agustín Mantilla usaba de manera constante la radio de la Marina para comunicarse con el exterior de la isla. ¿Con quién hablaba? No con su ministro Abel Salinas, titular del Interior, quien declaró que durante la operación no le fue posible comunicarse con su segundo, y que nunca autorizó su presencia en el interior del Penal.

El capitán FAP, Rubén de la Torre Cavero, señaló que Mantilla se comunicaba con el exterior a través de la estación de radio instalada en el helicóptero de la Fuerza Área. Alan García corroboró ese dato, al declarar que la comunicación se hacía “de manera borrosa e intermitente a través de una radio de un helicóptero”. Pero, para variar, se contradice, pues anteriormente había negado toda relación con Mantilla durante los sucesos.

Está comprobado que en el Frontón hubo dos sistemas de comunicación con el exterior, y que ambos tenían como destinatario final al presidente Alan García. El primero era “operación-Comando Conjunto- Palacio”, y el segundo era “operación-Palacio”.

Carlos Mauricio declaró ante la fiscalía que existía una red de teléfonos rojos: “Las comunicaciones se efectuaron por escalones los días 18 y 19 de junio de 1986. Los oficiales que tenían a cargo las operaciones en los establecimientos penales se comunicaban solo con sus jefes de la zona de seguridad. El Comando Conjunto se comunicaba con todos los jefes de la zona y con Palacio de Gobierno. Estas comunicaciones fueron fluidas durante los dos días”.

Para el abogado del IDL, Carlos Rivera, las cosas están claras: “Constituye un hecho irrefutable la existencia de comunicaciones permanentes e ininterrumpidas durante los días 18 y 19 de junio de 1986, que salían del lugar de las operaciones y llegaban al Presidente de la República”.

¿Cuál era el tenor de las comunicaciones con García? Los generales Guillermo Monzón (EP), Abram Caballerino (FAP) y el Vicealmirante Víctor Nicolini (AP), manifestaron ante el Congreso que el presidente García llamaba de manera reiterada para presionar y que se diera inicio a las acciones.

Pero no fueron los únicos que han atestiguado sobre las presiones de García. Desde el otro lado de la línea, Nicanor Gonzales, el exdueño de América Televisión, pudo escuchar una reveladora conversación la noche del 18 de junio, según relata Mario Miglio en su libro “Mi paso por el periodismo”. Según esa versión, González escuchó que García presionaba por teléfono para que se diera una solución rápida. En el mismo libro cuenta que el 18 recibió una llamada de Manuel Ulloa Elías, quien le comentó que el ministro Luis González Posada le había informado sobre las intenciones del gobierno de liquidar a los presos.

Cesar Rodríguez Rabanal, un reconocido psicoanalista que en ese momento era el presidente de la Comisión de Paz, declaró a la revista “Oiga” que le constaba que Alan García había autorizado la represión.

La Comisión de Paz fue la encargada de interceder entre los presos y las autoridades, pero sin éxito. Cuando se formó, a solo dos meses de iniciado el gobierno de García, su misión fue asesorar al presidente en la compresión del fenómeno subversivo a fin de usar otras estrategias que acabaran con la guerra sucia. Un año después de asumir el mando García no parecía tan interesado en cambiar de método. Todo lo contrario.

Las innumerables contradicciones han hecho que García se pierda en su laberinto. También se contradijo cuando aseguró que no pudo enterarse de lo que sucedía en la islael 19 de junio, entre las 10 y las 6 de la tarde. Según el expresidente, cuando lo supo intentó comunicarse de manera insistente con el presidente del Comando Conjunto, general Guillermo Monzón Arrunátegui, pero que éste no estaba en Lima y que recién en la noche le entregó un informe.

Esta versión no se sostiene. Si bien Monzón estuvo el 18 en el Cusco, regresó ese mismo día y reanudó sus funciones.

Las versiones de Mantilla y García también son distintas en el punto del informe. Luego de cumplir con su escabrosa jornada en la isla, Mantilla declaró que regresó a su casa y a las siete de la noche fue donde el Presidente por iniciativa propia, para informarle lo que había pasado. Pero cuando a García le preguntaron si es que le pidió a Mantilla algún informe, respondió que no. Uno de los dos ha mentido.

Las decisiones que adoptó Alan García contra el alzamiento de los presos senderistas no necesariamente fueron producto de un febril análisis atizado por las circunstancias. Hay algunos hechos que demostrarían que la idea ya le venía dando vueltas a la cabeza.

Los altos mandos de las Fuerzas Armadas sostenían, desde hacía algunos meses, que los atentados se dirigían desde las cárceles. El 13 de junio de 1986 García, preocupado por la Cumbre de la Internacional Socialista que se iba a celebrar en Lima, convocó de manera inesperada a una reunión a la que asistieron las máximas autoridades de la Policía, el Comando Conjunto y los servicios de Inteligencia. Según el general Máximo Martínez Lira, director de la Guardia Republica, Alan García sostuvo ahí que no quería más senderistas en las cárceles.

Tres días más tarde, el presidente organizó un desayuno de trabajo en Palacio de Gobierno. Estuvo presente Augusto Zimmerman Zavala, director del semanario “Kausachum”, quien luego declaró que García les dijo que no podían permitir que Sendero siga planificando crímenes desde la cárcel. Según el mismo periodista, García preguntó a continuación: “¿Qué pasaría si nos tiramos a todos los senderistas?” Y él mismo se respondió: “Nada. Absolutamente nada”.

Y nada le pasó, a pesar de que durante los días siguientes tomó decisiones tan graves como la de enterrar clandestinamente a los ejecutados que se rindieron al final del operativo.

El 19 de junio en la noche se realizó otra sesión del Consejo de Ministros, cuando ya los hechos estaban consumados. Ahí le entregaron al presidente el informe oficial de las acciones militares y sus resultados. Para ese entonces ya se sabía de la muerte de los presos en el Frontón y Lurigancho. La respuesta del presidente fue una felicitación a las Fuerzas Armadas por su eficiencia.

En esa misma reunión, García dispuso el entierro ilegal de los asesinados y la prohibición del ingreso de jueces civiles al demolido penal. El presidente del Comando Conjunto, Guillermo Monzón Arrunátegui, declaró que el presidente dispuso que, de ser posible ese mismo día, durante el toque de queda, se entierre a los fallecidos en los diferentes cementerios de la capital, previa identificación y autopsia. Los plazos de la orden no daban tiempo de convocar a los familiares para que identifiquen los cuerpos.

“Cuando fue llamado como testigo yo le pregunté a García por los entierros clandestinos de los cuerpos en media docena de cementerios. Él me respondió que lo hizo por un asunto de seguridad y tranquilidad”, relata Carlos Rivera.

Tuvieron que pasar dos días para que el presidente reconozca que hubo excesos mediante el comunicado oficial del 21 de junio de 1986. Para ese entonces, ya la prensa estaba publicando las denuncias sobre las ejecuciones extrajudiciales.

¿Fueron decisiones individuales de dos capitanes, tal como sostiene el expresidente? Para los familiares de los presos es imposible que Alan García no haya tenido participación en acciones tan importantes, y que los capitanes de navío Luis Giampietri y Juan Carlos Vega Llona hayan actuado por su propia cuenta y riesgo.

Al igual que en el caso de Fujimori, la decisión del jefe supremo de las Fuerzas Armadas no fue sancionar a los malos oficiales (lo cual hubiera sido lógico si es que de verdad hubieran actuado a espaldas del presidente), sino que los premió.

Agustín Mantilla, quien había sido el secretario personal de Alan García antes que éste llegue a la presidencia en 1985, fue nombrado ministro de la Presidencia en marzo de 1989, y ministro del Interior en mayo de ese mismo año. El año 2006 Alan García incluyó al almirante Luis Giampietri en su plancha presidencial. El 28 julio de ese año juró como vicepresidente del Perú.

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“Hubo un documento que señalaba la responsabilidad penal del exmandatario, pero se trataba de un informe preliminar aprobado por un grupo de trabajo y que debía ser corroborado por algunos de los comisionados la CVR.”

III. La hora final
Será cuestión de días (¿meses?) para que la fiscal Luz Ibáñez presente la acusación de 500 páginas sobre el caso principal, que le ha llevado tres años redactar. Según Carlos Rivera, del IDL, el relato de los hechos, la determinación de responsabilidades y la calificación del crimen como de lesa humanidad están bien hechos.

La teoría de la autoría mediata es la que se tiene que aplicar en esta etapa. Pero la fiscal Luz Ibáñez no puede incluir a ninguno de los tres responsables porque ninguno ha sido procesado, y solo han participado en el juicio en calidad de testigos.

En esta acusación escrita ella está amarrada de manos. Rivera sostiene que Ibáñez tiene la convicción de que García, Mantilla y Giampietrison autores mediatos, pero lo único que ha podido hacer es incorporar un párrafo en el que menciona a los autores mediatos sin mencionar sus nombres.

Ese párrafo clave ya provocó una sentencia del Tribunal Constitucional sobre la matanza en El Frontón, dictada por el magistrado Carlos Mesía y otros de tendencia aprista. Han puesto el parche. Según Carlos Rivera, se trata de un mamarracho jurídico que dice que El Frontón no es un crimen de lesa humanidad sino un delito común, y emite reglas de prescripción que no existen en la ley peruana. Esta resolución encubridora señala que el crimen va a prescribir cuando termine el juicio oral.

La sentencia pende como una espada de Damocles sobre la justicia. Los defensores de García y compañía se pueden basar en ella para fundamentar que no pueden ser procesados.

La fiscal tiene la esperanza de que en el juicio oral ocurra lo que tendría que ocurrir: que los acusados declaren que hubo órdenes del presidente García, de su viceministro, de los altos oficiales de la Marina. Solo así podría variar la condición de estos “testigos” y que se conviertan en inculpados. Para ello el tribunal tendría que concluir que en el juicio oral se acreditó la autoría mediata. Para ello dicho tribunal debería ser políticamente impoluto. Para ello dicho tribunal debería tener una fortaleza a prueba de apristas.

Si ello ocurre, entonces por cuarta vez se deberá abrir una nueva investigación e iniciar un nuevo juicio. Desgraciadamente varios de los implicados han muerto y en el infierno no hay tribunales.

La CVR y la responsabilidad penal de García
El Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) generó disconformidad en un sector de la ciudadanía. Se le cuestionó el hecho de que no le atribuyera responsabilidad penal al expresidente Alan García por el caso El Frontón.

Mientras realizábamos este reportaje nos llegó la siguiente información: un excomisionado aseguraba haber dado su conformidad a un documento oficial en el que se imputaba responsabilidad penal al presidente García. ¿Existió ese documento? Y, de ser así, ¿qué pasó con él?

Cuando le comentamos esta versión al excomisionado Carlos Tapia, nos confirmó que El Frontón fue un tema polémico al interior de la CVR. Algunos fundamentaron la no implicancia penal de García, argumentando que no le encontraron responsabilidad directa, pues durante su mandato existió un contrapeso de poderes, a diferencia de lo que sucedió en el gobierno de Alberto Fujimori, que concentró el poder y responsabilidad en el Ejecutivo luego del autogolpe.

Tapia prefiere no dar muchos detalles. Considera que no es pertinente ahondar en este tema. Dice que todos estuvieron de acuerdo con las conclusiones, salvo el general Luis Arias Graziani, y que en una reunión final acordaron respaldar el informe. Sin embargo, Tapia habla de un grupo de “sorprendidos”. Manifiesta: “El 28 de agosto del 2003 llevamos el texto final para presentárselo al presidente Toledo. Los que estábamos en la camioneta buscamos las páginas sobre el informe de El Frontón y solo se mencionaba la responsabilidad política de García”.

A diferencia de Tapia, el jurista Enrique Bernales, que también integró la CVR, asegura que el tema de la responsabilidad penal de García nunca se tocó en el pleno de la Comisión. “El caso de Fujimori es distinto porque había evidencias que estaban en las denuncias, pero una CVR no puede pasar por encima de la presunción de inocencia”, precisa.

Según lo que hemos averiguado, hubo un documento que señalaba la responsabilidad penal del exmandatario, pero se trataba de un informe preliminar aprobado por un grupo de trabajo y que debía ser corroborado por algunos de los comisionados, al igual que los 43 casos que presentó la CVR al Poder Judicial. Los comisionados que examinaron el informe consideraron que le faltaba solidez jurídica.

Lo contradictorio es que el insumo principal de la CVR fue el “Informe al Congreso sobre los sucesos de los penales”, elaborado en 1986 tras la matanza y que sí encontró indicios de responsabilidad penal en el expresidente. En el documento se considera que las órdenes que impartió García expusieron a la muerte a presos y militares. La comisión, presidida por el senador Rolando Ames, señaló que hubo una desproporción entre el riesgo que el motín implicaba y los plazos de represión que se establecieron.

En la reconstrucción que hizo la Comisión Ames quedó claro que el presidente mantuvo un seguimiento directo del debelamiento del motín. Lograron contar con el testimonio de los jefes de las tres fuerzas militares quienes aseguraron que el Presidente los llamaba constantemente para incitar a que terminen rápidamente las acciones.

Cuando se elaboró el informe no se podía acusar al presidente porque tenía inmunidad. En el periodo siguiente, el congresista de Izquierda Socialista, Francisco Guerra García, intentó que el Congreso denuncie penalmente a Alan García, pero esta acción fue bloqueada por la alianza del Apra con el fujimorismo, en los primeros años de la década de los 90.

¿Por qué la CVR no le atribuyó responsabilidad penal a Alan García por el caso El Fronton? Por el momento sus exmiembros se muestran herméticos y prefieren no hablar del tema. Si bien el Informe Final nunca tuvo carácter vinculante (ni podía tenerlo), sí posee un gran peso político, tal como quedó demostrado durante las pesquisas en el juicio a Fujimori, un tema en el que la CVR sí fue contundente.

Publicado por:  Revista Ideele

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Rechazan recusación de jueza que verá el juicio al comando “Rodrigo Franco”

La jueza superior Mirta Bendezú Gómez se mantendrá al frente del juicio al comando paramilitar “Rodrigo Franco”. Sus colegas Marco Cerna Bazan y Alfonso Payano Barona declararon infundado el pedido (recusación) que hizo Aprodeh para que ella se aparte de este juicio por sus vínculos familiares con el aprismo.

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© La República© La RepúblicaEl fiscal superior Luis Landa Burgos también se había mostrado a favor de que Bendezú Gómez se aparte del caso “Rodrigo Franco” para no enturbiar el proceso y asegurar una justicia imparcial e independiente.

La magistrada Mirta Bendezú está casada con el abogado Ricardo Chumbez Paz, miembro del estudio de abogados de Edmundo Peláez Bardales, ex abogado ad honorem del ex presidente Alan García Pérez.

Los hechos por los que se juzgará a los presuntos integrantes del comando “Rodrigo Franco” sucedieron durante el primer gobierno aprista. El juicio tiene como principal acusado al ex ministro Agustín Mantilla Campos.

Al denegar la recusación, los jueces Cerna y Payano indican que la relación laboral de Ricardo Chumbez con Peláez Bardales y de éste con García no afectarán la independencia de la jueza, porque estos personajes no son parte de este juicio.

Publicado por La República, el 18 de junio de 2015

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García será denunciado por matanza de los penales tras revelador testimonio

  • El mayor en retiro del Ejército que lideró “patrulla de eliminación” confiesa con lujo de detalles e incrimina directamente al expresidente de haber ordenado sangrienta masacre extrajudicial

El abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL), Carlos Rivera, aseveró que el Ministerio Público debe investigar al expresidente Alan García por las matanzas de El Frontón y Lurigancho, perpetradas el 18 y 19 de junio de 1986, con el importante testimonio del mayor en retiro del Ejército Peruano, José Francisco La Madrid Ponce, quien reveló en el semanario Hildebrandt en sus Trece que el exjefe de Estado ordenó la ejecución de 123 presos en el penal de Lurigancho.

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© Diario 16
© Diario 16
El mayor del Ejército de 64 años que lideró el pelotón de ejecución que entró a Lurigancho a matar a senderistas amotinados en 1986 ha decidido hablar y dar su testimonio, por primera vez, como un modo “de encontrar la paz”.

En declaraciones a dicha publicación, el exmilitar incrimina directamente a Alan García como la persona que ordenó la ejecución de los 123 presos condenados por terrorismo en el penal de Lurigancho.

“Me llamó el entonces comandante general del Ejército y presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Guillermo Monzón Arrunátegui, y me dijo: Capitán, por orden del presidente de la República, he dispuesto que usted forme una patrulla de eliminación para intervenir en el penal de Lurigancho”, confesó La Madrid Ponce.

El militar en retiro también narró al semanario que escuchó una charla por radio entre Alan García y el jefe de la Guardia Republicana, Jorge Rabanal. “‘Señor presidente, estamos procediendo’, le dijo Rabanal”. Según el oficial, García respondió: “¿Qué espera? ¿Tanto se demora? Tiene que cumplirse la misión”.

El abogado del IDL, Carlos Rivera, comentó que “la confesión del señor La Madrid se va a convertir en un testimonio sumamente relevante en el marco de las investigaciones de las matanzas de los penales. Estoy seguro de que la Fiscalía va a presentar el testimonio de este oficial del Ejército en el juicio de El Frontón, porque estamos hablando de la misma operación, de la misma decisión y de la misma orden que se dio para ambos casos”.

Recordó que la presunta responsabilidad de García solo se insinuaba en el curso de las investigaciones de la matanza de El Frontón porque las ejecuciones extrajudiciales en Lurigancho no están judicializadas para esclarecer los crímenes, sino que están en una etapa de investigación fiscal.

En 2004 el Ministerio Público excluyó del caso El Frontón al expresidente Alan García y al vicealmirante Luis Giampietri, quienes han sido incluidos en el expediente pero en calidad de testigos.

Rivera adelantó que la confesión de La Madrid va a ayudar a corroborar dos elementos importantes en las investigaciones de las matanzas de los penales de El Frontón y Lurigancho. “Uno es que efectivamente hubo decisiones importantes que provinieron de Palacio de Gobierno y otro es que la persona que las emitió fue el propio presidente de la República”, afirmó.

Sobre una posible inclusión de García como investigado en la matanza de El Frontón, el jurista dijo que “es complicado porque ya existe una acusación a 33 marinos que ya han sido procesados. Lamentablemente en un juicio oral no se puede incluir como acusado a un testigo”.

Rivera explicó que la sentencia de la Sala Penal Nacional involucraría a todos los marinos, porque todos son acusados del mismo caso y todos van a merecer la misma sentencia. Si en el proceso se verifica que el testigo García ha tenido una responsabilidad penal, el tribunal en la emisión de la sentencia tendría que disponer que el testigo García tiene que ser procesado y ordenar que se envíen las copias del fallo para que el Ministerio Público inicie las investigaciones”.

Añadió que el Ministerio Público que investiga la matanza del penal de Lurigancho puede tomar también el testimonio del oficial en retiro La Madrid para comprender a García como investigado y ya no solo como testigo, como ocurrió en el caso El Frontón.

El abogado subrayó que “las declaraciones del oficial La Madrid son importantes, porque puede ser presentado como testigo en el momento en que se inicie el juicio oral a García por las matanzas de los penales, que es lo que procesalmente corresponde”.

La Madrid, en la entrevista, da una versión distinta a la que ofreció a la Comisión de la Verdad, pues el entrevistado menciona que solo unos 20 fueron rematados y el resto murió por una explosión, mientras que la CVR dice que los ejecutados fueron más de 100.

El semanario también menciona que Andrés Coello, abogado de los familiares de las víctimas de Lurigancho, demandará a fines de mayo a Alan García y los altos mandos militares responsables ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD

El Primer Juzgado Penal Nacional declaró en octubre de 2014 que la matanza de El Frontón es un crimen de lesa humanidad que no es imprescriptible, al declarar como improcedente el pedido de prescripción de ese delito por dos oficiales de la Marina de Guerra.

Publicado por Diario16 el 17 de mayo de 2015

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News Reports on Transitional Justice in Peru

Extrañas coincidencias en el quiebre del juicio contra el Comando Rodrigo Franco

Por Lilia Ramírez Varela

Casi cuatro meses estuvo detenido el proceso contra el Comando Rodrigo Franco y el ex ministro Agustín Mantilla. Recién el jueves 26 de febrero se volvió a iniciar el juicio oral de esta emblemática causa que involucra delitos de lesa humanidad cometidos durante el primer gobierno aprista.

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© La República
© La República
© La RepúblicaEste proceso ha pasado por todas las trabas existentes: una dilación de más de veinticinco años, una rarísima recomposición de la Sala Superior a cargo del caso y, finalmente, el quiebre del proceso luego de año y medio de juicio oral por la también extraña inasistencia de una de las juezas. Pero ese solo es el comienzo.

El jueves la audiencia solo duró diez minutos, pues la abogada de las víctimas, Gloria Cano, recusó a la presidenta de la Sala, Mirtha Bendezú, por posibles vínculos con el partido de la estrella. ¿La razón? Bendezú es esposa del abogado Ricardo Chumbes Paz que es socio del estudio de Luis Edmundo Peláez Bardales, un reconocido aprista que fue abogado ad honorem de Alan García Pérez (ver: Ideeleradio, 24/01/2011).

Y los hechos que narraremos a continuación nos llevan a tener más certezas que dudas sobre el triste futuro de esta causa.

La historia

El jueves 30 de octubre de 2014 se tenía que reiniciar el juicio oral contra el Comando Rodrigo Franco y el ex ministro Agustín Mantilla, a cargo del Colegiado A de la Sala Penal Nacional. De acuerdo a ley, no pueden pasar más de doce días entre audiencias en esta etapa; si esto sucede todo tiene que volver a empezar.

El 28 de octubre ya se había suspendido la audiencia por la delicada salud de la doctora María Delfina Vidal La Rosa Sánchez, quien además se desempeñaba como directora de debates del caso. La Presidenta de la Sala, Inés Villa Bonilla, buscando continuar el proceso programó para el 30 de octubre a las 10 de la mañana el reinicio de la audiencia, a fin de buscar que la doctora Vidal mejore y no se produzca la desgracia del quiebre del juicio. El plazo era límite.

Como ya se sabe la jueza Vidal no llegó en la mañana del 30 de octubre, pese a comprometerse a no dejar que el juicio caiga. Señaló que estaba con fiebre. La presidenta de la Sala, esperando ya un milagro, pospuso la audiencia para las 3 de la tarde. Sólo se necesitaba que Vidal se sentara unos minutos para evitar la anulación de la causa. Pero no llegó, pues según ella su doctor le señaló que si salía a la calle era peligroso.

A las cuatro de la tarde las dos magistradas asistentes, Inés Villa y Edita Condori, tuvieron que aplicar el artículo 267 del Código Procesal Penal y quebrar el juicio oral. La consecuencia de este hecho es que año y medio de audiencias se fueron al agua. Las declaraciones de los procesados, incluido el comprometedor testimonio del ex ministro Agustín Mantilla, quedan en nada. El interrogatorio había llegado a una situación en la cual el abogado de Mantilla pidió a la Sala que su patrocinado haga uso de su derecho a guardar silencio.

La reconocida doctora Inés Villa Bonilla, con fama de ser incorruptible, tuvo que apartarse de este caso tan importante. Pues, por ley, el nuevo juicio oral lo tiene que conocer un tribunal totalmente distinto. Ahora sabemos que es la “Sala B”, integrada por las jueces: Mirtha Bendezú (presidenta), Miluska Cano y Marco Cerna. De acuerdo a los abogados de las víctimas de violaciones de derechos humanos (Carlos Rivera y Gloria Cano), la Sala de la doctora Bendezú se ha caracterizado por absolver sistemáticamente a los procesados por estos graves delitos (Casos Matero, Caso Agente Carrión, Caso Constantino Saavedra, Caso Chipana Huauya), junto a ello está el dato adicional que la doctora Bendezú tiene como esposo al socio del abogado de Alan García y por eso la han recusado.

Sin duda fue una tragedia lo ocurrido. Una vez más el sistema judicial terminaba favoreciendo a ciertos funcionarios integrantes del partido de la estrella, derivando el caso a un tribunal del que desconfían los abogados de las víctimas.

No hay que olvidar que en la acusación fiscal Agustín Mantilla está imputado como coautor del delito de lesa humanidad por haber creado el Comando Rodrigo Franco y coordinado con éste las eliminaciones selectivas de los líderes sindicales Saúl Cantoral Huamaní y Consuelo García, además, de los asesinatos de Miguel Pasache Vidal y Sócrates Porta Solano.

Jesús Ríos Sáenz (alias ‘Chito Ríos’), Jorge Huamán Alacute, Enrique Melgar Moscoso, Carlos Farfán Yacila, Oscar Urbina Sandoval, Gino Fiori González y Walter Lauri Morales son también acusados por este caso, por presuntamente pertenecer al grupo militar. Contra ellos el fiscal ha pedido 25 años de cárcel y el pago de una reparación civil de 200 mil soles a cada acusado.

Por esas fechas, el testigo clave, Miguel Aurelio Exebio Reyes, señaló en el programa “No Hay Derecho” de Ideeleradio que “le parece muy raro que justo cuando, esta semana, me tocaba testimoniar y que se enfrentaran a mí [los procesados], donde les iba a acusar directamente porque yo los conozco, estuve con ellos y sé cuál es su accionar, se ha quebrado esto”.

La salud de la jueza Vidal, en otras ocasiones, había jugado malas pasadas en las audiencias y éstas habían tenido que ser suspendidas, pero ella siempre se cuidaba de no llegar a niveles de quebrar un juicio. Además, la jueza, hasta ese momento, era conocida por su buena trayectoria en el Poder Judicial. La situación era bastante extraña, pero todos asumían que el estado de salud de la magistrada era de un nivel altamente grave.

También es cierto que desde abril el entonces Presidente del Poder Judicial, Enrique Mendoza, sin causa justificante, venía realizando cambios en las salas de derechos humanos que han llevado a dilatar injustificadamente estos procesos pendientes por más de veinticinco años (Ver: Operación Limpieza para Alan). Todo indicaba que, pese a la gravedad del hecho, no se le podía acusar a la jueza por enfermarse y quebrar un proceso.

Sin embargo, la sorpresa vino el sábado 1° de octubre, un día después de la trágica inasistencia de la doctora Vidal. La Sala Penal Nacional convocó a una audiencia en el caso de la matanza en Accomarca y a esta asistió la doctora Vidal La Rosa; que integra el tribunal junto a los jueces Ricardo Brousset (presidente) y Mirtha Bendezú. A la audiencia la jueza Vidal fue muy abrigada, comentan, pero no mostró signo alguno de padecer enfermedad grave. Las suspicacias que ya existían en torno a su inasistencia empezaron a aumentar.

Al analizar el descanso médico, a cargo del doctor Arnaldo A. Andrade Otaya, otorrinolaringólogo de la Clínica Internacional, la causa de su inasistencia no queda clara. Pero en conversación directa con éste, nos indicó como diagnóstico una laringotraqueítis, una afectación al aparato respiratorio y si bien la condición de la jueza no era necesaria para internarla en la clínica, sí ordenó descanso médico domiciliario del 28 al 31 de octubre. Nos señalaba que esta es una enfermedad distinta al cuadro de asma que es conocido sufre la magistrada.

Vidal la Rosa, compañera de carpeta de Nava y Soller

Pero lo que vino a sorprender aún más es este otro hecho que se convierte en una coincidencia de terror: la doctora Vidal la Rosa, fue doctoranda de la Universidad San Martin de Porres entre los años 2004 al 2005 y apadrinada por Alan García Pérez. Los estudios fueron consignados en la hoja de vida que presentó ante el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM):

jueza

“Como lo revelan estas fotos, la doctora María Vidal La Rosa también habrìa formado parte de la promoción: Scire Ad Trascendere (saber para trascender) que apadrinó Alan García”

Como se recordará por esas fechas también estudió el mismo doctorado el juez Jesús Manuel Soller, quien integró la Primera Sala Civil de Lima, que ya tiene un voto en lo sustantivo a favor de Alan García y en contra de las investigaciones de la Megacomisión. Este magistrado tiene serios cuestionamientos por haber conocido un caso para el que está impedido, dado que tiene a la esposa y a los hermanos partidarios del APRA y el artículo 40 de la ley de carrera judicial se lo prohíbe (ver artículo):

Como lo revelan estas fotos, la doctora María Vidal La Rosa también habrìa formado parte de la promoción: Scire Ad Trascendere (saber para trascender) que apadrinó Alan García Pérez en mayo del año 2007, tal como lo señala el propio portal web de la universidad. Tres magistrados han reconocido a la doctora como participante de la foto.

Otro que también llevó el doctorado junto a estos magistrados que vienen conociendo procesos que implican al APRA, es Luis Nava Guibert, asesor personal de García Pérez, ex secretario general de la Presidencia, ex ministro de la Producción, y además profesor de la Universidad San Martín de Porres.

Sin duda este nuevo dato viene a sembrar más certezas que dudas sobre las razones por las cuáles la jueza Vidal La Rosa ocasionó que un juico emblemático como este vuelva a iniciar de cero; y va más allá, pues revela el conflicto de intereses que desde el inicio tenia esta doctora al llevar un procesos contra uno de los casos más graves en violaciones de derechos humanos que se les ataca al primer gobierno de Alan García Pérez.

De acuerdo a la información que hemos recabado. La jueza Vidal la Rosa en ningún momento del proceso que llevaba el caso Rodrigo Franco comentó que había sido apadrinada de García. Su inasistencia y todo este embrollo dió lugar a que se inicie una investigación en la OCMA contra la magistrada. IDL-Justicia Viva intentó comunicarse desde diciembre del año pasado con ella por diversos medios: visitas a su oficina, llamadas telefónicas y hasta correos electrónicos y sólo obtuvimos una negativa absoluta a dar su versión y a conversar con nosotros.

¿Cómo era el dicho?: las coincidencias no existen.

Lamentablemente todo indica que el fantasma de la impunidad ronda en esta causa.

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Publicado originalmente en Ideele Revista Nº 247

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News Reports on Transitional Justice in Peru

“La magistrada Bendezú debe apartarse del caso Cayara”

Por Omar Rosel

El 14 de mayo de 1988 y los días que le siguieron, las localidades de Erusco, Mayopampa y Cayara fueron escenario de dramáticas violaciones de derechos humanos, que, según los sobrevivientes, habrían sido parte del operativo “Persecusión”, con el que el Comando Político Militar de Ayacucho habría respondido a un previo ataque de Sendero Luminoso a un convoy militar. En la siguiente entrevista, Gloria Cano, directora ejecutiva de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), habla sobre el proceso judicial del caso Cayara. Asimismo, opina sobre los casos Accomarca, Cabitos y la denuncia fiscal contra Daniel Urresti.

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En el 2005, el Cuarto Juzgado Supraprovincial inició la etapa de instrucción del caso Cayara, en el 2009 lo derivó a la Fiscalía Superior Nacional, y recién este 5 de marzo se iniciará la etapa oral. ¿Por qué ha demorado tanto este proceso?

Gloria Cano © La República
Gloria Cano © La República
Gloria Cano © La RepúblicaEfectivamente, ha transcurrido mucho tiempo a pesar de que hemos insistido ante el Ministerio Público para que realice la acusación. Lamentablemente, el fiscal de ese entonces, Víctor Cubas, no inició la acusación, sino hasta mucho después; luego ésta ha sido objeto de control, porque había algunas imprecisiones que tenían que ser corregidas. De igual manera, nosotros hemos presentado una apelación recientemente, en la última acusación, y en las resoluciones emitidas, tanto por la Fiscalía como por el Poder Judicial, porque se ha separado de la acusación fiscal a varios miembros de las patrullas que operaron en el caso.

¿Cuál es la razón para que el Ministerio Público haya resuelto acusar sólo a una patrulla y no a todos los que participaron de la matanza de los campesinos de Cayara, así como en la posterior desaparición de los cadáveres?

Creo que ahí hay una mala comprensión de lo que es un operativo militar, porque cuando hay un operativo, sale una patrulla y se tiene una división del trabajo: Unos hacen de contención, otros de rastreo y diversos tipos de tareas como parte del operativo. Entonces, no necesariamente todos acudieron al mismo Cayara. De acuerdo a la comprensión del fiscal Víctor Cubas, solamente se tenía que acusar a los que ingresaron a Cayara y no a todos los que formaron parte del operativo. Nosotros creemos que no todos los militares o soldados que participaron en esas tareas podían ser acusados, pero sí los jefes, porque formaron parte de un plan común que tenía que haber sido de conocimiento y aprobación de todos ellos, porque tenía que ver con las acciones para golpear a la población de Cayara. Este operativo habría sido aprobado desde la jefatura político militar.

¿Hay alguna explicación para que no se haya tomado en cuenta en el proceso la desaparición de los testigos, posterior a la masacre de Cayara, a pesar de las evidencias y testimonios existentes?

Ahí hay una responsabilidad del Ministerio Público al momento de la calificación y la investigación; incluso le exigido que se coloque como agraviados a los testigos que fueron desaparecidos, pero lamentablemente, desde que se hizo la denuncia, el Ministerio Público no tomó en cuenta estos hechos, porque decían que no había evidencias, salvo algunos testimonios. Vamos a seguir insistiendo, hasta el final en el juicio oral, en que estas desapariciones existieron y, que hubo alguna complicidad y encubrimiento de algunas autoridades.

¿Es posible ampliar la acusación a otros militares que actualmente no son parte del proceso, pero que tendrían alguna responsabilidad en la matanza?

Nosotros hemos presentado una apelación y esperamos que la Corte Suprema corrija esta situación. Sin embargo, eso corre por cuerdas separadas y nosotros tenemos que iniciar el juicio oral. También nosotros hemos presentado una recusación contra una de las magistradas que compone la Sala Penal donde se ventila el proceso. La magistrada Bendezú debe apartarse del caso Cayara, porque es esposa del abogado Ricardo Chumbes, que tiene una vinculación muy cercana al estudio Peláez Bardales, porque ha sido socio del mismo, y Peláez Bardales ha sido abogado de Alan García Pérez. Entonces, creemos en la posibilidad de que no haya imparcialidad. Ante estas dudas, preferimos que un juicio como el del caso Cayara, por el que han esperado tantos años los familiares, tiene que desarrollarse con total transparencia. Por ello, es necesario que Mirtha Bendezú se aparte del proceso.

¿Dicha recusación podría impedir el inicio del juicio oral?

Sí. No creo que se inicie el juicio oral este jueves, por el pedido de la recusación y veremos qué decide la sala. Pero para el juicio oral se ha citado a unos 40 testigos. Faltarían las pruebas que tiene que ofrecer el Ministerio Publico. Asimismo, ya no estará el fiscal Víctor Cubas, sino otro, y no sabemos qué tanto ha avanzado este nuevo fiscal con el estudio del caso. Hacemos un llamado al Ministerio Publico para que este nuevo fiscal tenga capacidad para trabajar un caso tan complejo.

¿Existe la posibilidad que la Sala Penal pueda trasladarse a la ciudad de Ayacucho?

Nosotros vamos a hacer el pedido, como ha sucedido en otros casos de procesos por hechos de lesa humanidad, en los que la Sala está haciendo itinerancia a los lugares donde fueron cometidos los hechos. En el caso Cayara, creemos que por su importancia, la Sala Penal tiene la obligación de hacer itinerancia en la zona.

¿Cómo va el proceso judicial de los casos Accomarca y Cabitos?

Tanto en Accomarca como en Cabitos se continúa con el juicio oral. Lo que preocupa en el caso de Cabitos es que esté tardando tanto, y varios de los acusados están muriendo. Primero fue Clemente Noel, de ahí Carlos Torres, ahora falleció Julio Carbajal. Asimismo, hay dos personas con diagnóstico de Alzheimer: Armando Briceño y Guillermo D´Estefano. También están falleciendo las madres de los desparecidos. El Poder Judicial está dilatando mucho los procesos por violación de los derechos humanos, a pesar de que tiene una deuda con todas estas personas afectadas. En el caso de Accomarca, se continúa con el juicio oral (miércoles) y se realizará lectura de piezas, y esperamos que haya rapidez en ello.

¿Qué opina respecto a la denuncia fiscal en contra de Daniel Urresti por la muerte del periodista Hugo Bustíos?

Es cierto que el fiscal señaló que realizará la denuncia, pero no sé por qué ha tardado tanto en hacer la acusación contra Urresti. Asimismo, no entiendo cómo es que podría ser autor mediato, porque, de acuerdo a lo que he leído en los medios, Urresti habría tenido una participación directa. Sin embargo, creemos que sí hay evidencias de su participación y eso tiene que ser aclarado en un proceso judicial, y que todos los responsables, sean mediatos o inmediatos, tienen que responsabilizarse y ser sancionados por sus malos actos.

Publicado por Noticias SER.pe, el 4 de marzo de 2015

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Sala Penal Nacional suspendió nuevo juicio oral al comando Rodrigo Franco

  • Esto se debió a que la defensa de las víctimas recusó a una de las integrantes del tribunal por sus presuntos nexos con el Partido Aprista.

La Sala Penal Nacional decidió suspender el inicio del nuevo juicio oral, previsto para hoy, a los presuntos miembros del comando paramilitar Rodrigo Franco, que habría operado en el primer gobierno de Alan García, cuando Agustín Mantilla era ministro del Interior.

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Agustín Mantilla es uno de los procesados por el caso Rodrigo Franco. (Perú21)Agustín Mantilla es uno de los procesados por
el caso Rodrigo Franco © Perú21
Dicha decisión se adoptó por una recusación presentada por la defensa de los familiares de las víctimas de este comando, que solicitó separar del tribunal a la magistrada Mirtha Bendezú por supuestos nexos que tendría con el Apra.

En declaraciones a la agencia Andina, la abogada de las víctimas, Gloria Cano, sostuvo que debe primar la transparencia y la imparcialidad en este caso que tiene más de 25 años sin resolverse.

“Hemos pedido un recurso de recusación para la magistrada Mirtha Bendezú Gómez, porque ella es esposa del señor Ricardo Chumbe, quien tiene una fuerte ligación con el estudio Peláez Bardales, que defendió a Alan García Pérez”, comentó.

Gloria Cano consideró que se deben cumplir todas las garantías para las partes involucradas y remarcó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está pendiente de lo que ocurra en este proceso.

“La corte señaló que el Estado está en la obligación de investigar de forma seria, oportuna e imparcial la causa. Lo que está pasando ahora con la presencia de esta magistrada es una duda sobre la imparcialidad que pueda haber en el proceso”, agregó.

Cano aseguró que este nuevo acontecimiento en el proceso será reportado a la CIDH para dejar constancia del proceder del sistema de justicia.

La abogada indicó que para la próxima semana se espera que la sala encargada del caso discuta si la recusación presentada es procedente.

Como se recuerda, el denominado comando Rodrigo Franco fue un escuadrón que, entre 1985 y 1990, habría cometido crímenes de lesa humanidad y asesinado a civiles como parte de la lucha contra el terrorismo.

En el proceso está vinculado el ex ministro Agustín Mantilla, junto a otros procesados como Jesús ‘Chito’ Ríos Saénz, Jorge Huamán Alacute, Enrique Melgar Moscoso, Carlos Farfán Yacila, Óscar Urbina Sandoval, Gino Fiori Gonzales, Juan Pampa Quilla y Walter Lauri Morales.

Al comando Rodrigo Franco se le responsabiliza por los supuestos secuestros y ejecuciones del abogado Manuel Febres Flores, los estudiantes Miguel Pasache Vidal y Javier Porta Solano, así como del dirigente sindical Saúl Cantoral, entre otros.

Publicado por Perú21, el 26 de febrero de 2015

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Juicio por caso Cayara empieza la próxima semana

  • Es uno de los casos emblemáticos ocurridos durante el primer gobierno de Alan García

Por Henry Campos

El próximo jueves 5 de marzo se iniciará el juicio oral por el caso Cayara, referido al proceso judicial contra las Fuerzas Armadas por la masacre de campesinos el 14 de mayo y días siguientes, en 1988, en la localidad del mismo nombre y en las zonas de Huancapi, Erusco, San Pedro de Hualla y Huancaralla, en Ayacucho.

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© DIario16© DIario16Según la denuncia fiscal, fueron 39 personas, en su mayoría campesinos, asesinadas como respuesta del Ejército a una emboscada sufrida por una patrulla militar por parte de una facción de Sendero Luminoso, ocurrida el 13 de mayo de 1988, que dejó como saldo dos cabos, un sargento y un capitán acribillados, en Erusco, ubicado a un kilómetro y medio de Cayara.

La masacre –se indica en la denuncia– fue ordenada por el general José Valdivia Dueñas y en ella habrían participado cerca de 200 soldados distribuidos en diez patrullas, quienes serían responsables de torturas y muertes.

El caso Cayara es uno de los casos emblemáticos de abuso de derechos humanos ocurridos en el primer gobierno de Alan García en que las fuerzas del orden habrían eliminado de manera selectiva a presuntos terroristas y testigos de la masacre, como Fernandina Palomino, Justiniano Tinco, Antonio García Tipe y Jovita García Suárez. Además –indican reportes periodísticos–, los militares desenterraron los cuerpos de los pobladores asesinados y luego los desaparecieron con el propósito de evitar que la Fiscalía pudiera encontrar prueba alguna para incriminarlos.

Sin embargo, a pesar de las pruebas y múltiples testimonios, que han sido recogidos en el informe de la Comisión de la Verdad, el Ministerio Público resolvió acusar solo a una patrulla de soldados y no a todos los que participaron en la matanza de los campesinos y la desaparición de los cadáveres y testigos.

“La matanza de Cayara fue obra de un operativo donde todos tuvieron un rol. Pretenden ahora decir que solo hubo un abuso de una patrulla y que no fue un ataque planificado por los jefes de las patrullas, a quienes se les ha limpiado”, dijo lamentándose Gloria Cano, representante de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), a diario16.

El desarrollo del proceso judicial del caso Cayara estuvo plagado de amenazas a quienes investigaron esta masacre como las que sufrió el entonces fiscal especial para casos de Desaparición forzada de personas en zonas de emergencia, Carlos Escobar. Este fiscal, que terminó asilado en los Estados Unidos trabajando como operario en una fábrica de muebles y cortinas, denunció en su momento que el gobierno de Alan García se coludió con el Ejército para desaparecer pruebas que inculpaban a esta institución.

Publicado por Diario16, el 24 de febrero de 2015

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Este 26 se reinicia juicio a Agustín Mantilla por caso Rodrigo Franco

  • Exministro aprista y los presuntos miembros del grupo paramilitar acusados por crímenes de lesa humanidad volverán al banquillo. Proceso se quebró el año pasado con aparente artimaña de una jueza.

Por Henry Campos

El Poder Judicial dispuso el reinicio del juicio por el caso Rodrigo Franco, presunto comando paramilitar del primer gobierno del expresidente Alan García, para este 26 de febrero, luego que el mismo se quebrara el año pasado por supuestos graves problemas de salud de una de las juezas que dirigía el referido proceso judicial.

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Foto: Archivo / La RepúblicaFoto: Archivo / La RepúblicaEl Ministerio Público imputa en esta causa al exministro aprista Agustín Mantilla y a los supuestos miembros del comando Rodrigo Franco del secuestro y asesinato del abogado Manuel Federico Febres Flores y los dirigentes populares Saúl Cantoral Huamaní y Consuelo García Santa Cruz. Además, de los asesinatos de los estudiantes Miguel Pasache Vidal y Sócrates Porta Solano.

El reinicio del juicio supone volver todo a cero. Por tanto, la mayoría sindicada como los miembros del grupo paramilitar, entre ellos, Franco Jesús Ríos (alias ‘Chito Ríos’), Jorge Huamán Alacute, Enrique Melgar Moscoso, Carlos Farfán Yácila, Óscar Urbina Sandoval, Gino Fiori Gonzales, Juan Pampa Quilla y Walter Lauri Morales, volverá a ser interrogada en este nuevo juicio, pero esta vez por la sala que preside la jueza Mirtha Bendezú Gómez.

Asimismo volverán a ser citados el propio expresidente Alan García, los periodistas César Hildebrandt, Gustavo Gorriti y Ricardo Uceda, el congresista Yehude Simon y el exparlamentario Fernando Olivera que investigaron los hechos relacionados con este presunto grupo de aniquilamiento, así como Marco Miyashiro, exoficial del Grupo Especial de Inteligencia de la Policía Nacional-GEIN. También desfilará la exministra aprista Nidia Vílchez.

Así, de no mediar ningún inconveniente, el fiscal superior titular Luis Landa reiterará su solicitud de 25 años de prisión y el pago de una reparación civil de 200 mil soles para Mantilla y sus exsubordinados por ser calificados sus supuestos delitos como crímenes de lesa humanidad al haberse ejecutado de manera cruel, sistematizada y generalizada.

COSAS EXTRAÑAS

El juicio por el caso Rodrigo Franco quedó trunco el pasado 30 de octubre, fecha en que debía celebrarse audiencia, conforme a ley. Ese día, extrañamente, la magistrada María Vidal La Rosa se enfermó. Ya había faltado a la sesión convocada del 28 de octubre. Entonces, el emblemático juicio referido a crímenes de lesa humanidad ocurridos en el aciago primer gobierno aprista, que había cumplido entonces año y medio de proceso, fue declarado nulo.

Hasta esa fecha, casi se había culminado el interrogatorio a todos los miembros de Rodrigo Franco y estaba programada próximamente la declaración del principal testigo de este caso: Miguel Exebio Reyes, el famoso testigo clave, con código WPM20028. Este sindicó públicamente a Mantilla y a sus operadores de esas ejecuciones extrajudiciales, e incluso aseguró que Alan García estuvo detrás de estos asesinatos y que en total habrían sido 60 los crímenes de este comando paramilitar durante su primer mandato. El quiebre del juicio impidió a Exebio contar su verdad ante un tribunal de justicia y encarar a los acusados.

Para muchos resultó extraña la enfermedad de la jueza Vidal y, lamentablemente, la magistrada Mirtha Bendezú que dirigirá este proceso tampoco brinda absoluta confianza. Resulta que esta jueza tiene afinidad con el Apra. Su esposo es el abogado Ricardo Chumbe Paz, socio de Edmundo Peláez Bardales, quien ejerció la defensa en diversas ocasiones del expresidente Alan García.

DATO

Actualmente, la cuestionada jueza María Vidal La Rosa viene siendo investigada por la Oficina de Control Interno de la Fiscalía por supuesta inconducta que obligó lamentablemente el quiebre del juicio por el caso Rodrigo Franco.

MANTILLA LO DIJO:

“Es un hecho ineludible, porque hubo un asesinato (de Manuel Febres Flores) reivindicado por este supuesto grupo Comando Rodrigo Franco. Existió (el comando Rodrigo Franco) por ese hecho, pero después no hubo ningún acto que fuera reivindicado por este supuesto comando. Por eso la investigación final determina que no hubo ningún comando organizado. Como lo dice la Comisión de la Verdad, fueron muchos grupos que tomaron ese nombre para cometer tropelías”. (Setiembre, 2013).

Lo que dijo la Comisión de la Verdad

Grupo paramilitar integrado por estudiantes y policías

De acuerdo a la Comisión de la Verdad, el comando Rodrigo Franco (nombre del dirigente aprista asesinado por Sendero Luminoso, en 1987) estuvo constituido principalmente, por estudiantes reclutados de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, liderados por Jesús “Chito” Ríos y contó con la participación de efectivos del GRUDE de la Dirección de Operaciones Especiales (DOES) y del Delta 5 de la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) de la Policía.

Publicado en Diario 16, el 6 de enero de 2015

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Trial Reports

“¿Hasta cuándo?” “Hasta nunca, hasta conseguir la verdad”: El Juicio por el Caso Comando Rodrigo Franco

Un informe de Rights Peru

En la noche del 13 de febrero de 1989, el dirigente minero Saúl Cantoral Huamaní y la activista social Consuelo García Santa Cruz fueron secuestrados en San Juan de Lurigancho, en las afueras de Lima. Sus cuerpos fueron encontrados con varios impactos de bala. El cráneo de Consuelo García había sido destruido. La ejecución extrajudicial de Cantoral y García fue uno de varios crímenes que se atribuía al grupo paramilitar Comando Rodrigo Franco, que actuó durante los últimos años del primer gobierno de Alan García (1985-1990).

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Ahora, años después de los hechos, varias personas están siendo procesadas por la muerte de Cantoral y García, así como por el asesinato de varias otros, todas víctimas del autodenominado Comando Rodrigo Franco. El juicio oral por este caso comenzó en mayo del 2013, y avanza lentamente, como es, lamentablemente, lo común en estos casos.

Es un juicio complicado para Alan García y el Partido Aprista, no sólo porque los crímenes sucedieron durante el primer gobierno de García, sino porque entre los implicados están un ex ministro de Estado, Agustín Mantilla, así como varios integrantes del APRA.

Los casos

La causa Comando Rodrigo Franco comprende varios casos de ejecución extrajudicial, todos supuestamente cometidas por el Comando.

Manuel Federico Febres Flores. Manuel Febres, abogado e integrante de la Asociación de Abogados Democráticos, asumió la defensa de Osman Morote Barrionuevo, el segundo más importante dirigente de Sendero Luminoso y quien había sido capturado en 1987. El día 28 de julio de 1988, a las 9 de la mañana, Febres se dirigía a su casa cuando fue interceptado por un grupo de hombres quienes lo introdujeron a un vehículo, y luego fue encontrado muerto por la playa La Herradura. Un volante atribuyó el acto al “Comando Rodrigo Franco”—el primer asesinato auto-atribuido por el temido grupo paramilitar.

Luis Miguel Pasache Vidal y Sócrates Javier Porta Solano. Luis Miguel Pasache Vidal y Porta Solano, integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), fueron encargados de negociar la liberación del Mayor General FAP Héctor Jeri García, quien había sido secuestro por dicha agrupación. El 12 de agosto de 1988, estuvieron en el distrito de Pueblo Libre negociando con los familiares del militar, cuando fueron secuestrados por hombres desconocidos y llevados al distrito de San Bartolo, donde fueron sometidos a interrogatorios y torturas con la finalidad de conseguir información del secuestro. Al no obtener resultados, procedieron a ejecutar a Porta Solano con arma de fuego y a ahogar a Pasache Vidal. Sus cuerpos fueron encontrados en el Puente de la Playa León Dormido y en la Playa Puerto Viejo, respectivamente.

Saúl Cantoral Huamani y Consuelo García Santa Cruz. Saúl Cantoral era secretario general de la Federación de Mineros y Metalúrgicos del Perú, y Consuelo Trinidad Garcia Santa Cruz fue dirigente fundadora del ¨Centro de Mujeres Filomena Tomaira Pacsi¨, que brindaba asistencia a las mujeres de trabajadores mineros. El 13 de febrero, entre 7:30 y 8:00 p.m., ambos fueron secuestrados por hombres desconocidos y llevados en un vehículo. Fueron amarrados y encapuchados, y fueron llevados al Parque Zonal Huiracocha en San Juan de Lurigancho, donde fueron ejecutados. El cuerpo de Cantoral fue encontrado boca abajo con varias heridas de bala y a su costado una cartulina con una hoz y martillo dibujado y escrito ¨Perro, soplón, vendido, viva la huelga minera, viva el PCP.¨ A pocos metros de distancia se encontró el cuerpo de una mujer con el cráneo destrozado, luego identificada como Santa Cruz. En el 2007, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictaminó sentencia en este caso, determinando que los responsables era el grupo paramilitar Comando Rodrigo Franco, y ordenó al Estado peruano investigar los hechos, procesar y castigar a los responsables.

Los acusados

Agustín Mantilla está acusado como el autor mediato de los tres crímenes. Adicionalmente, ocho personas (más una que falleció) están acusadas de ser integrantes del Comando Rodrigo Franco, y pesan sobre ellas diferentes acusaciones por los tres casos.

En el caso Manuel Febres, están acusado como presuntos autores inmediatos las siguientes personas: Jesús Miguel Ríos Sáenz (“Chito Ríos”), Jorge Mauro Huamán Alacute, Enrique Melgar Moscoso, Carlos Rogelio Farfán Yacila, Oscar Exequiel Urbina Sandoval, Gino Fiori González, y contra Juan Pampa Quilla como presuntocómplice primario.

En el caso Pasache Vidal y Porta Solano, están acusados como presuntos autores inmediatos Ríos Saenz y Walter Elías Lauri Morales.

Ríos Saenz y Huaman Alacute están acusados como presuntos autores inmediatos en el caso de Cantoral y García.

El juicio en curso

Desde hace más de un año, este caso está en la fase oral de interrogatorio. El fiscal del caso, César Landa Burgos, ha interrogado a varios de los acusados. Acaba de terminar el interrogatorio a Jesús Miguel Ríos Sáenz (alias “Chito Ríos¨), después de casi dos meses. Chito Ríos es el presunto líder del grupo paramilitar, y se cree que gozó de la protección del Ministro de Interior de entonces, Agustín Mantilla. Ríos negó su responsabilidad en los crímenes. Declaró que él solo trabajaba para el DIGEMIN como informante sobre personas involucradas con movimientos subversivos.

Durante su interrogatorio, el abogado de Chito Ríos protestó sobre la gran cantidad de preguntas y el tiempo que se estaba demorando. Aludiendo al famoso discurso de Cicerón Catilinarias, dijo: ¨¿Hasta Cuándo?¨ El fiscal Landa respondió, sin parpadear: ¨Hasta cuando, hasta nunca, hasta conseguir la verdad.¨

Los próximos pasos

Próximamente estará en el banquillo de los acusados Agustín Mantilla, lo cual está seguro de captar la atención de los medios de comunicación.

El ex presidente Alan García no está acusado en el actual caso. Sin embargo, como sucedió con el caso Accomarca hasta hace poco, sí está en la lista de testigos para declarar su versión de los hechos.

No cabe duda que durante su gobierno se trató de proteger a ciertas personas vinculadas a este destacamento militar. Como dijo Gloria Cano, abogada y directora ejecutiva de la Asociación Pro-Derechos Humanos (APRODEH), que representa a los familiares de Cantoral y García, “Es necesario dilucidar si este manto de impunidad provino desde el propio Ejecutivo o fue una acción directa del entonces ministro del Interior, Agustín Mantilla”.

*Rights Peru (www.rightsperu.net) es un proyecto de investigación de George Mason University dedicado a monitorear los procesos de justicia por crímenes de lesa humanidad, cometidos durante el conflicto armado interno en el Perú.

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García será llamado a testificar de grado o fuerza en juicio por Accomarca

  • No asistiría hoy por segunda vez a juicio por masacre realizada en su primer gobierno

El expresidente Alan García será citado a declarar de grado o fuerza en el juicio oral del caso Accomarca referido a la matanza de 69 comuneros, entre niños y ancianos, ocurrida a inicios de su primer gobierno en 1985, si es que no asiste hoy a la audiencia de este proceso, para el cual ha sido requerido por segunda vez.

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© Exitosa Diario
© Exitosa Diario
© Exitosa DiarioEl fiscal superior Luis Landa consideró que debe aplicarse “un apremio” para que García asista al juicio debido a que su declaración es importante en este caso, para que aclare el grado de conocimiento que tuvo sobre esta masacre y la política antisubversiva que aplicó como jefe de Estado en aquellos años.

“Las ejecuciones extrajudiciales no pudieron realizarse sin una orden superior. Como presidente, García debe explicarnos cuál era su estrategia antisubversiva y el conocimiento que tuvo de las bajas civiles en Accomarca”, dijo Landa a diario Exitosa.

García, según fuentes de este matutino, se habría excusado a través de un comunicado de asistir hoy a la diligencia programada, debido a “compromisos” impostergables en el extranjero.

El juicio oral del caso Accomarca se inició en noviembre de 2010 y el proceso viene demorándose debido a la realización de una audiencia por semana. La sentencia se conocería recién el próximo año.

Publicado por Exitosa Diario el 24 de abril de 2014