Basándose casi solo en declaraciones de los acusados, la Sala Penal Nacional absolvió a policías y militares acusados por torturar y asesinar a 34 campesinos de la localidad cusqueña de Lucmahuayco en 1984.
El colegiado B de la Sala presidida por la vocal superior Mirta Bendezú Gómez concluyó que los sobrevivientes y los familiares de las víctimas, que fueron testigos de las violaciones a derechos humanos, acusaron a las fuerzas del orden por venganza.
El abogado del Instituto de Defensa Legal que representan a las víctimas, Juan José Quispe, informó que han apelado la sentencia, la cual debe resolverse en la Corte Suprema.
Señaló que pese a las pruebas documentales entregadas y los testimonios recogidos, la Sala basó su decisión principalmente en las declaraciones de los acusados.
Quispe informó que en el caso de los militares la Sala asumió la versión de los procesados, quienes aseguraron que solo fueron a formar comités de autodefensa.
“Y las respaldó con parte de la declaración de un testigo, quien confirma que los militares les comunicaron que tenían esa intención, pero descartó la parte en que denunciaba que torturaron y asesinaron campesinos”, dijo.
En el caso de los policías, la sentencia señala que se produjo un operativo a pesar de la existencia del Plan de Operaciones que demuestra lo contrario.
Publicado en La República el 23 de arzo de 2014