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Homenaje a los estudiantes de La Cantuta

RightsPeru, 17 de julio de 2014 – El 18 de julio marca 22 años de la desaparición forzada de los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta). Los familiares de los estudiantes han luchado desde el primer momento para saber la verdad sobre lo que pasó con sus seres queridos, quienes fueron desaparecidos por un año hasta que fueron encontrados los restos parciales de algunos de los estudiantes, y para que los responsables sean sancionados según manda la ley. Recordamos el día en 1993 en que, en plena exhumación, se encontraron las llaves de Armando Amaro Cóndor, prueba contundente que los restos calcinados que allí se hallaban eran efectivamente los estudiantes quienes habían sido brutalmente asesinados por el Grupo Colina, el grupo paramilitar que hacía el trabajo sucio del gobierno de Alberto Fujimori, y el crimen encubierto por el régimen. RightsPeru rinde homenaje a los familiares del caso La Cantuta así como todos los familiares que luchan, a pesar del tiempo y la terca negación del Estado, por verdad y justicia. Con motivo a ello, publicamos el siguiente fotoreportaje de Miguel Gutiérrez, miembro de la asociación Coordinadora Contra la Impunidad (CCI), sobre el peregrinaje de los familiares a Cieneguilla, donde fueron encontrados los restos de sus seres queridos en 1993, y los terribles hallazgos con que se dieron este año.

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RightsPeru, 17 de julio de 2014 – El 18 de julio marca 22 años de la desaparición forzada de los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta). Los familiares de los estudiantes han luchado desde el primer momento para saber la verdad sobre lo que pasó con sus seres queridos, quienes fueron desaparecidos por un año hasta que fueron encontrados los restos parciales de algunos de los estudiantes, y para que los responsables sean sancionados según manda la ley. Recordamos el día en 1993 en que, en plena exhumación, se encontraron las llaves de Armando Amaro Cóndor, prueba contundente que los restos calcinados que allí se hallaban eran efectivamente los estudiantes quienes habían sido brutalmente asesinados por el Grupo Colina, el grupo paramilitar que hacía el trabajo sucio del gobierno de Alberto Fujimori, y el crimen encubierto por el régimen. RightsPeru rinde homenaje a los familiares del caso La Cantuta así como todos los familiares que luchan, a pesar del tiempo y la terca negación del Estado, por verdad y justicia. Con motivo a ello, publicamos el siguiente fotoreportaje de Miguel Gutiérrez, miembro de la asociación Coordinadora Contra la Impunidad (CCI), sobre el peregrinaje de los familiares a Cieneguilla, donde fueron encontrados los restos de sus seres queridos en 1993, y los terribles hallazgos con que se dieron este año.

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INDOLENCIA Y TIERRA EN CIENEGUILLA

Montaña de tierra impide seguir buscando restos de víctimas de La Cantuta

  • Familiares de los estudiantes y el profesor ejecutados por el grupo Colina denuncian que hace un año se nombró a fiscal que debía continuar con exhumaciones, pero su inacción permitió que fosas fueran cubiertas para construir un condominio.

Por María Elena Castillo

“¿A dónde voy a encontrar ahora a mi hijo?”, pregunta indignada Raida Cóndor al descubrir que una montaña de tierra cubría las fosas de Cieneguilla, en las que se halló parte de los restos de los nueve estudiantes de la universidad La Cantuta secuestrados y ejecutados extrajudicialmente por el destacamento militar “Colina” el 18 de julio de 1992.

No podía creer lo que veía. Se sintió burlada una vez más, como en la década de los 90, en que incluso una congresista fujimorista llegó a insinuar que los jóvenes se habían “autosecuestrado”.

A fines del año pasado, el fiscal Juan de la Cruz Aguilar, de la 4ta. Fiscalía Penal Supraprovincial de Lima, le dijo que no se preocupara, que harían diligencias con el fin de agotar los esfuerzos para buscar todos los restos como ordenó la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pues hasta el momento solo se ha identificado a cinco víctimas.

“Yo tenía esperanzas de encontrar los restos de mi Armando. ¿Qué voy a hacer?”, refiere Raida sin poder contener las lágrimas. Allí se encontraron las llaves de su hijo, que fue pieza clave para confirmar que allí se enterraron a los muchachos.

El sábado por la mañana un grupo de familiares de los estudiantes de La Cantuta visitaron la zona, como hacían cada año. Querían llevarles flores, velas y orar por ellos. La montaña de tierra se los impidió.

Al verlas, Hilario Amaro, padre de Armando, trepó hasta la cima, seguido de Pilar Fierro, madre de Dora Oyague, otra de las estudiantes asesinadas. Un gran terral afirmado yacía sobre las fosas.

Gisela Ortiz, hermana de uno de los fallecidos, relata que hace un año, cuando estuvieron en el lugar por última vez, el camino estaba libre.

Explica que esa quebrada pertenece a un consorcio que tiene un proyecto para construir un condominio de viviendas y seguramente por ello han rellenado el terreno.

“Esto ha sido posible por la inacción de la fiscalía, por no haber hecho nada antes”, dice molesta. Junto a ella están sus padres. Ellos tuvieron mejor suerte, pues el cuerpo de su hijo Enrique se encontró completo en una fosa ubicada junto a la avenida Ramiro Prialé, en El Agustino. Sin embargo, siguen apoyando el pedido de los demás familiares.

Además de Armando Amaro Cóndor, falta hallar los cuerpos de Marcelino Rosales Cárdenas, Felipe Flores Chipana; el profesor Hugo Muñoz y Heráclides Pablo Meza. Se esperaba que estuvieran en dos fosas más, que según testigos, faltaban exhumar.

Dina Pablo, tía del último, también se siente burlada. “Sabemos que estaba allí porque reconocimos parte de su pantalón, que estaba quemado. Y nos mostraron unos cabellos crespos, como él tenía. Solo eso vimos”, sostiene con la mirada fija a la tierra que cubre las fosas, con el dolor más fuerte en el alma.

HARÁN PLANTÓN EN LA FISCALÍA

Hace un año se designó al fiscal a cargo de la investigación complementaria en la quebrada de Chavilca (Cieneguilla) para buscar los restos.

Gisela Ortiz, hermana de uno de los estudiantes asesinados, cuenta que varias veces pidieron al fiscal que declare intangible la zona e inicie las exhumaciones. Irónicamente, hace unos días el fiscal coordinó con los peritos para ir la próxima semana. Los familiares harán un plantón hoy a las 3 de la tarde en la cuadra 4 del jirón Carabaya.

Publicado en La República, el 14 de julio de 2014

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 © Miguel Gutierrez

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