- Testamento. En misiva de siete páginas dirigida a su familia, y escrita poco antes de que lo asesinaran los militares de Castropampa, denunció que corría peligro por informar sobre los excesos cometidos contra los pobladores de Huanta.
Por Lupe Muñoz
“No me asustan sus seguimientos. Tampoco sus intentos de secuestro. Mucho menos su tentativa de desaparecerme… Me defenderé esté donde esté. Si es que por la fatalidad del caso llegara el día en que me callen, si llegara el día en que me destruyan para siempre, no quisiera que me enclaustren dentro del silencio sepulcral. Sería cómo llorar a gritos sin derramar lágrimas”, escribió el periodista Hugo Bustíos Saavedra en una carta mecanografiada dirigida a su esposa, Margarita Patiño Rey-Sánchez, sin saber que poco después militares del cuartel de Castropampa, Huanta, lo asesinarían, el 24 de noviembre de 1988.
Margarita Patiño, quien encontró el manuscrito de siete páginas entre las pertenencias de su cónyuge cuando preparaba su funeral, entregó el documento al tribunal que procesa a Daniel Urresti Elera, como evidencia de que los militares lo tenían amenazado por informar sobre los excesos de los militares en Huanta, la zona desde donde Bustíos informaba la guerra interna para la revista Caretas.
De acuerdo con una revisión de los últimos artículos publicados por Bustíos en el semanario, todos estaban relacionados con los crímenes perpetrados por efectivos militares en el ámbito de trabajo del reportero. Por informar sobre las violaciones de los derechos humanos, Bustíos era considerado un “rojo”, un prosenderista, un supuesto colaborador de los terroristas.
Los denunció
Por eso, en la carta dirigida a su esposa e hijos, deslindó de dichas imputaciones: “Tengo entendido de que no estuve muy equivocado al defender los derechos de quienes no tienen adónde acudir, pese a que este hecho es calificado como el peor error cometido por un ser humano. Piensan que con esta actitud estoy defendiendo ideologías que nada tienen que ver con mi forma de pensar. Piensan que defender a los azotados y abandonados es defender a los que tomaron el camino equivocado. Piensan que defender a una madre que perdió a su hijo que es defender a los causantes de la desgracia. Creen que ayudar a aquellos que nunca encuentran por lo menos un consuelo para su dolor, es atizar la fogata. Creen que con mi actitud estoy impulsando violencia”.
El 18 de junio de este año, el Colegiado “B” de la Sala Nacional Penal inició proceso contra el general EP (r) Daniel Urresti, a quien el fiscal superior, Luis Landa Burgos, atribuye participación en el asesinato del reportero Hugo Bustíos.
Según Landa, Urresti sería autor mediato del homicidio porque cuando ocurrió el crimen ejercía como jefe de Inteligencia de la Base Contrasubversiva de Churcampa, de donde salieron los militares que ejecutaron al periodista de Caretas.
Urresti rechaza la imputación (ver nota aparte).
“Por la forma en la que él se expresa, lo estaban siguiendo. Ya lo tenían amenazado, porque en esa carta él dice: ‘¿Creen que mi cámara, el lápiz y el papel son armas de matar?’ Hugo era incómodo para los militares. No se callaba nada y denunciaba los atropellos de los militares con la población más humilde. Por eso es que lo sacan del camino porque en todas sus denuncias periodísticas habla de los excesos de los militares. En una parte él dice: ‘Tampoco terminarán con la violencia utilizando más violencia’. Y era cierto”, expresó la viuda Margarita Patiño.
En el reportaje “Impedidos de actuar. Restricciones en Ayacucho a la labor de organismos internacionales de derechos humanos”, aparecido el 18 de julio de 1988, Bustíos denunció que el jefe del Comando Político Militar de Ayacucho, el general EP Juan Valdivia Dueñas, prohibió el ingreso a los activistas a Huanta y ordenó la detención de otros. Poco después, Bustíos fue acribillado y volado por los militares de Castropampa.
“El documento no me sindica”
“Yo no conocí al señor Hugo Bustíos. Jamás lo conocí, jamás me lo presentaron, jamás conversé con él, jamás le dí la mano. Y si me preguntan si yo sabía quién era, pues sí. Sabía que era amigo del comandante (Víctor La Vera Hernández, jefe de la base de Castropampa)”, explicó Daniel Urresti.
Respecto a la entrega del documento por parte de la defensa de Bustíos al tribunal que lo procesa, Urresti manifestó: “Ese documento de ninguna manera me sindica. Puedo asegurar que ahí no aparece mi nombre, ni ninguna referencia. Pero pongamos que allí haya plasmado las amenazas, inclusive que haya adivinado la forma cómo iba a morir. ¿Esa gente responsable fue condenada o no? Fue condenada”, dijo Urresti.
“Ese escrito (de Hugo Bustíos) no puede demostrar que yo di la orden, porque yo no era jefe (de Castropampa). Yo era un capitán más y menos antiguo”, indicó el general EP (r) Daniel Urresti.
Claves
“Esperamos que esta carta sea un instrumento para sensibilizar a las autoridades judiciales”, dijo Margarita Patiño.
Para el 14 de setiembre ha sido nuevamente citado Daniel Urresti por la Sala Penal para que responda a las preguntas del colegiado.
Publicado por La República, el 11 de septiembre de 2015