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INFORME ESPECIAL DE PRENSA Caso Bustíos: la testigo Isabel Rodríguez Chipana

Informe Especial luego de las declaraciones brindadas por la testigo Isabel Rodríguez Chipana en el Juicio Oral del Caso Bustíos, en el que se encuentra acusado Daniel Urresti Elera. Ella lo acusa de haber disparado al periodista Hugo Bustíos y que la violó dos veces para acallarla.

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Informe Especial luego de las declaraciones brindadas por la testigo Isabel Rodríguez Chipana en el Juicio Oral del Caso Bustíos, en el que se encuentra acusado Daniel Urresti Elera. Ella lo acusa de haber disparado al periodista Hugo Bustíos y que la violó dos veces para acallarla.

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También lea aquí un artículo de opinión escrita por periodista Rosa María Palacios sobre el juicio contra Urresti

 

Antecedentes

La RepublicaLa RepublicaEl periodista Hugo Bustíos Saavedra, corresponsal de la revista ‘Caretas’, fue asesinado por una patrulla del Ejército el 24 de noviembre de 1988 en el lugar denominado Erapata, pago de Quinrapa, Provincia de Huanta, Ayacucho. Junto a su colega Eduardo Rojas Arce, Bustíos se dirigía en una motocicleta a investigar la muerte de la señora Primitiva Jorge Ayala y su hijo Guillermo, asesinados la noche del 23 de noviembre por miembros de Sendero Luminoso.

Bustíos y Rojas fueron emboscados por los militares, quienes abrieron fuego contra ellos pese a que se identificaron como periodistas y pidieron a sus atacantes no disparar. El corresponsal de ‘Caretas’ fue rematado con una granada que destrozó parte de su cuerpo. El explosivo fue colocado por el entonces Capitán EP Amador Vidal Sanbento, conocido como ‘Ojos de Gato’. El periodista Rojas Arce, pese a estar gravemente herido, logró escapar. Falleció años después.

El caso fue inicialmente investigado en el Fuero Militar que terminó absolviendo a Vidal Sanbento y al Comandante EP Víctor La Vera Hernández (conocido como ‘Javier Landa Dupont’), quien en 1988 fue Jefe de la Base Cabitos N° 51, acantonada en Castropampa, Huanta. Ante esta situación de impunidad, el homicidio de Bustíos Saavedra y la tentativa de asesinato contra Rojas Arce fueron denunciados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 1993.

Cuatro años después, la CIDH emitió el Informe de Fondo N° 38/97 en el que concluyó que el Perú no había respetado el debido proceso, recomendando al Estado peruano el desarrollo de una investigación “seria, imparcial y eficaz”, así como brindar reparaciones para los familiares de los afectados. Posteriormente, en febrero del 2001, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Estado Peruano emitieron un comunicado conjunto en el que el Perú se comprometió a investigar 165 casos de violaciones a los derechos humanos, incluido el caso de Hugo Bustíos Saavedra.

En el año 2007 el Poder Judicial condenó al Coronel (r) Víctor La Vera Hernández y al Coronel (r) Amador Vidal Sanbento a 17 y 15 años de prisión, respectivamente, como autores del crimen . En esta sentencia, ratificada por la Corte Suprema de Justicia el 2008, también se determinó la existencia de otros militares que habrían participado en los hechos, por lo que encomendó al Ministerio Público hallarlos y sancionarlos.

En esta nueva investigación, el condenado ‘Ojos de Gato’ declaró que otros tres militares participaron de la emboscada que acabó con la vida del periodista: Johnny José Zapata Acuña (conocido como ‘Centurión’), Daniel Belizario Urresti Elera (alias ‘Arturo’) y una tercera persona cuyo nombre no conocía ; la imputación fue corroborada por Edgardo Nicolás Montoya Contreras y el periodista ayacuchano Abilio Arroyo Espinoza. En julio de 2013, el Ministerio Público formalizó denuncia contra el Gral. (r) Daniel Urresti Elera (‘Capitán Arturo’), quien a la fecha del atentado contra los periodistas se desempeñaba como Jefe de la Sección de Inteligencia del Cuartel de Castropampa. En julio del 2015, el Poder Judicial inició el Juicio Oral en su contra, el mismo que se viene desarrollando hasta la actualidad.

La verdad de Isabel Rodríguez

Isabel Rodríguez Chipana es una agricultora y pequeña comerciante que nació en el lugar denominado Erapata, pago de Quinrapa, provincia de Huanta, Ayacucho, lugar donde aún vive hasta la actualidad. Al igual que muchas otras mujeres campesinas de las zonas rurales de la región Ayacucho, sufrió en carne propia el impacto de la violencia de Sendero Luminoso, así como la represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado peruano. La señora Rodríguez integró las rondas campesinas y, posteriormente, el Comité de Autodefensa de su comunidad para luchar contra el terrorismo. Actualmente, es miembro de la directiva de la Asociación de Pacificadores de Huanta, organización que exige el reconocimiento y la reparación para quienes, como ella, combatieron a Sendero Luminoso.

“Nosotros hemos ofrendado nuestras vidas en la lucha contra el terrorismo, junto con el Ejército. El Estado no nos reconoce a nosotros, por eso hemos formado una Asociación de Pacificadores”.

Atentado a Bustíos

El 24 de noviembre de 1988, la señora Rodríguez presenció el asesinato de Hugo Bustíos Saavedra, a quien conocía personalmente, y la tentativa de asesinato de Eduardo Yenny Rojas Arce. En la audiencia del Caso Bustíos realizada el viernes 2 de octubre, Isabel Rodríguez Chipana, testigo del Ministerio Público, refirió cómo una patrulla del Ejército conformada por el ‘Capitán Arturo’ (seudónimo de Daniel Urresti Elera), el capitán ‘Ojos de Gato’ y el sargento ‘Centurión’ y otro militar a quien ella no conocía, atentó contra la vida del periodista a pocos metros de su casa. Ella conocía a estos militares porque ayudó a construir el cerco perimétrico del Cuartel de Castropampa, encargado a las comunidades de Huanta.

“Ellos estaban con polos blancos y pantalones jean […] Entraron dos en mi cocinita y dos al frente […] Eran el capitán ‘Arturo’ con ‘Centurión’; en la otra casita era el señor ‘Ojos de Gato’ y otro que, la verdad, no lo conozco bien. La verdad, yo no sabía qué iban a hacer, pero estaban armados. [Llegó Hugo Bustíos] en una moto, con un señor más […] hay un badén, un poco medio pararon la moto, y ahí empezaron a disparar. El señor Hugo decía: ¡No disparen, no disparen, no disparen, somos periodistas! Pero seguían disparando y entonces el señor Hugo se cayó […] gritaba: ¡Yenny, corre, corre, escápate, son militares!”.

La señora Isabel no vio quién puso el explosivo en el cuerpo de Bustíos. En su huida, solo escuchó una explosión y vio la polvareda que esta causó.

Víctima de violación sexual

Dos días después del asesinato (26 de noviembre), los pobladores de Erapata y otros pagos fueron convocados al Cuartel de Castropampa. Quedaron detenidos 18 pobladores, 12 varones y 6 mujeres, entre los que se encontraba Isabel Rodríguez, junto a su último hijo a quien cargaba en la espalda. Los detenidos fueron sometidos a maltratos. Tres de las mujeres fueron violadas sexualmente, entre ellas Isabel. A ella la violó el ‘Capitán Arturo’, según testificó ante la Sala Penal Nacional.

“Tenía una carpa como oficina […] Ahí me llevó, me quitó a mi hijo que estaba en mi espalda […]. Ahí en el piso [me violó]”.

Al final del día, los detenidos fueron entregados por el Ejército a la Policía de Investigaciones del Perú – PIP, en Huanta. Cuatro días después, las mujeres fueron liberadas .

No acabaron ahí los tormentos de la señora Rodríguez. La noche del 1 de diciembre, mientras ella y sus cuatro pequeños hijos dormían, un grupo de militares comandados por el ‘Capitán Arturo’ irrumpió en su casa. Éste la violó por segunda vez.

“Llegaron y me dijeron: Carajo, conchatumadre, tú sabes, si hablas cualquier cosa te voy a hacer polvo, ceniza a toda tu familia […] Me quitó a mi hijo, […] me jaló de mi cabello, me ha hecho caer al suelo y […] abusó de mí […]. A mí me ha hecho mucho daño ese señor, el ‘Capitán Arturo'”.

El silencio de Isabel

Las amenazas de muerte del ‘Capitán Arturo’ contra Isabel Rodríguez y su familia, el poder de los militares en Ayacucho durante la violencia y la impunidad de la que gozaban los violadores de derechos humanos, sobre todo cuando las víctimas eran campesinos y pobres, hicieron callar a la señora Rodríguez por muchos años. Recordemos que uno de los testigos directos de este crimen, Alejandro Ortiz Serna, fue asesinado de un tiro en la cabeza meses después del asesinato de Bustíos en circunstancias aún no esclarecidas. A inicios de 2015, Isabel reconoció al ‘Capitán Arturo’ en la Plaza Mayor de Lima. Después de la conmoción que esto le causó, decidió contar su verdad.

La campaña de desprestigio de Urresti

Tras la presentación de Isabel Rodríguez como testigo del Ministerio Público, el acusado Daniel Urresti inició una campaña de desprestigio contra ella acusándola de ser una “terrorista arrepentida”. Pese a las reiteradas amonestaciones por parte del Colegiado B de la Sala Penal Nacional, prosiguió con sus agravios. En la última audiencia, la defensa de Urresti presentó una tacha contra la señora Rodríguez con la pretensión de evitar su testimonio. Esto no prosperó y la tacha será resuelta al final del proceso. En esta misma audiencia se produjo un último incidente cuando la testigo se encontraba declarando: Urresti aplaudió y se rió mofándose de la señora Rodríguez, lo que motivó que los jueces integrantes de la Sala Penal lo expulsasen de la sesión.

La señora Isabel Rodríguez, como autoridad de su comunidad, ayudó a levantar los muros que sirvieron de defensa a los soldados del Cuartel de Castropampa. Luchó mano a mano con el Ejército peruano contra la amenaza terrorista. Ha sido miembro de las rondas campesinas y de los Comités de Autodefensa de Huanta que lucharon contra Sendero Luminoso. Actualmente es miembro de la directiva de la Asociación de Pacificadores de Huanta. Fue elegida representante de su comunidad cuando ningún varón quiso aceptar el cargo por el riesgo que corrían las autoridades en la época. Es una mujer valiente, cuyo largo silencio se debió a las graves amenazas contra su vida y el asesinato de quienes declaraban en contra de los militares.

Lima, 04 de octubre de 2015

Publicado por: Comisión de Derechos Humanos (COMISEDH)