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Desaparecidos en sótanos del SIE esperan justicia

Por: César Romero

Tres documentos oficiales del Ejército y el hueso de un dedo índice prueban, según el fiscal Turriate, la detención, tortura e incineracion de civiles en los calabozos del Cuartel General del Ejército, en 1993. Por lo que la fiscalía pide 35 años de prisión para Montesinos, Hermoza Ríos y otros dos jefes militares, en un juicio que comenzó hace dos años. Las víctimas fueron dos estudiantes de la Universidad del Callao y un profesor.

Por: César Romero

Tres documentos oficiales del Ejército y el hueso de un dedo índice prueban, según el fiscal Turriate, la detención, tortura e incineracion de civiles en los calabozos del Cuartel General del Ejército, en 1993. Por lo que la fiscalía pide 35 años de prisión para Montesinos, Hermoza Ríos y otros dos jefes militares, en un juicio que comenzó hace dos años. Las víctimas fueron dos estudiantes de la Universidad del Callao y un profesor.

Documentos oficiales caso Sótanos SIE (La República)Documentos oficiales caso Sótanos SIE (La República)La fiscalía estableció que en el Cuartel General del Ejército se detuvo e incineró a civiles, que no sobrevivieron a las torturas e interrogatorios

La fiscalía estableció que en el Cuartel General del Ejército se detuvo e incineró a civiles, que no sobrevivieron a las torturas e interrogatorios.

La fiscalía estableció que en el Cuartel General del Ejército se detuvo e incineró a civiles, que no sobrevivieron a las torturas e interrogatorios Asesor. Vladimiro Montesinos es acusado de ser autor mediato de los crimenes en el SIE Espera. Familia de Martín Roca reclama justicia y verdad

La justicia se toma su tiempo para digerir las pruebas. Documentos y un resto humano, que están allí desde hace años. A las familias de las víctimas solo les queda esperar. Hablamos del juicio por los desaparecidos en los sótanos del Cuartel General del Ejército, conocido como “Pentagonito”, en el marco de la lucha contrasubversiva que el régimen de Alberto Fujimori encargó al Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE).

Precisamente, en el transcurso de las investigaciones al ex presidente Fujimori, en el 2002, una Comisión Investigadora del Congreso encontró y decomisó en la sede del SIE tres documentos: dos cuadernos de registro de detenidos y uno de novedades, que dan cuenta de la entrada de personas civiles, identificadas con clave, capturadas por los agentes de inteligencia.

Luego, en junio del 2004, en el transcurso de una inspección judicial, los jueces y la fiscalía encontraron un hueso humano dentro de un horno que se ubica en el segundo sótano de la sede militar. Los peritos de biología forense identificaron ese resto humano como perteneciente al dedo índice de la mano derecha de un ser humano.

Los estudiantes

¿A quién se detenía en el SIE? ¿A quién podía pertenecer ese dedo índice? Son preguntas que hasta ahora esperan una respuesta oficial.

En una serie de audiencias realizadas en diciembre último, el fiscal superior Hugo Turriate ha señalado que tres de los detenidos en los sótanos del SIE fueron los estudiantes Martín Javier Roca Casas y Kenneth Anzualdo Castro y el ex catedrático Justiniano Najarro Rúa, desaparecidos desde 1993, luego de ser detenidos por militares vestidos de civiles.

Por lo cual el fiscal solicitó una condena de 35 años de prisión para Vladimiro Montesinos Torres, el ex comandante general del Ejército, Nicolás Hermoza Ríos, Enrique Nadal Paiva y Enrique Oliveros Pérez como autores mediatos de la desaparición forzada de personas.

La acusación

¿En que sustentó el fiscal esta grave acusación? En principio se refirió al contexto político en que se dieron las desapariciones de los estudiantes y el ex catedrático, entre julio y diciembre de 1993, un año después del autogolpe de abril de 1992 y que el ex presidente Alberto Fujimori aplicara una nueva política en la lucha contra el terrorismo que privilegió la participación de agentes de inteligencia.

Alberto Fujimori fue condenado, recordó, por dirigir esta política clandestina en los casos La Cantuta y Barrios Altos, de la que también se da cuenta en los documentos desclasificados de la embajada de Estados Unidos en Lima.

Luego, el fiscal analizó los documentos incautados el 2002 para relacionarlos con las desapariciones. Se trata de documentos oficiales: “Registro de Personas que ingresan a los calabozos” y “Memorándum del Servicio de Custodia”, ambos certificados el 15 de setiembre de 1993, con un sello y firma del coronel EP Enrique Oliveros Pérez.

El tercer documento es el “Memorándum del Servicio SIE-2” legalizado el 14 de abril de 1993, por el oficial Miguel Rojas García, entonces jefe del departamento SIE-2. Estos documentos dan cuenta de la entrada, salida y pormenores de los detenidos en dichos calabozos, por el Puesto de Inteligencia de Lima (PIL).

Así, por ejemplo, en estos documentos se anotó que el 6 de julio de 1993, el día de la detención de Najarro, los agentes de inteligencia ingresaron a los calabozos a dos personas.

Luego, en el parte de incidencias se borra uno y queda un detenido. Justiniano Najarro fue detenido junto a su sobrino, menor de edad, por lo que unas horas después fue liberado, lo que explica el borrón en el parte, de ese día.

El 5-C

A las 10:00 de la noche, del 5 de octubre de 1993, el técnico de guardia de las celdas del SIE, registró la llegada de un detenido a cargo de cinco miembros del grupo operativo PIL, que es depositado en la celda 5-C. Esa anotación coincide con la desaparición de Roca Casas, apresado cerca de las 9 de la noche del 5 de octubre, en La Perla, luego que saliera de la Universidad Tecnológica del Callao.

Sobre el 5-C hay otras anotaciones. Al quinto día de su ingreso se anotó que se le podía dar rancho completo, pero no colchón. Más adelante, que gritó toda la tarde hasta la madrugada, demostrando alteraciones mentales.

El 16 de diciembre de 1993 se anotó el ingreso de un detenido por agentes del PIL, en una hora que coincide con la captura de Kenneth Anzualdo, también estudiante de la universidad del Callao, en La Perla.

Descargos

En su defensa, Montesinos y Hermoza han dicho que estas celdas albergaron a los cabecillas de Sendero Luminoso, con quienes se pactó el “Acuerdo de Paz” y que se les dio un buen trato. Martha Huatay, Osmán Morote, Víctor Zavala, Laura Zambrano y María Pantoja han confirmado que estuvieron presos en los calabozos del SIE, entre setiembre de 1993 y enero de 1994 y que recibieron un buen trato.

Los cuadernos de control dan cuenta de que efectivamente un grupo de detenidos recibió atención especial, a diferencia de lo que sucedió con el 5-C. “Solicitó el traslado del detenido 1 y 6 a habitaciones con baño”, “Los detenidos solicitan detergente y útiles de aseo”, “La 1 solicita constantemente agua caliente”, se escribió entre setiembre y enero.

Los acusados también han dicho que los calabozos del SIE servían para recluir a algunos militares sancionados con arresto disciplinario. Un dato cierto, pues en los cuadernos aparece el ingreso de militares, sus grados y la persona que los lleva, pero no se les califica de detenidos. Del 5-C no aparece nombre, solo que es detenido por los agentes del PIL.

El hecho de que a unos presos se les identifique y otros no, establece la presencia de civiles en ese lugar.

Los hornos

El fiscal relacionó el hecho que Najarro, Roca y Anzualdo no han vuelto a aparecer con los hornos, en el SIE. Los jefes militares han dicho que estos hornos servían para quemar papeles, sin embargo, en el peritaje del 2004 se establecieron que soportaron temperaturas de mil grados centígrados, demasiado para quemar papeles, en tanto que se necesitan 800 grados para cremar un cuerpo humano.

Además, al respecto se tiene el testimonio del agente del SIE, Jesús Sosa Saavedra, recogido por el periodista Ricardo Uceda en el libro “Muerte en el Pentagonito”. Sosa habló de civiles detenidos en el SIE, que eran torturados e incinerados cuando morían. Ahora, que la verdad no sea incinerada y se aplique justicia.

“Juicio se alargó por acción de los acusados”

“Las pruebas son claras y esperamos que se dicte una sentencia condenatoria, en un juicio que se ha alargado mucho por acción de los acusados. Una vez ya se quebró. Los jueces están tratando de llevar a buen término el proceso, pero los acusados buscan dilatarlos. Esperamos que en un mes más se dicte el veredicto”, indicó la abogada de Aprodeh, Gloria Cano, quien representa a las víctimas.

“Lamentablemente terminamos el año sin una sentencia, se han demorado un montón de tiempo para hacerle un examen psiquiátrico a Hermoza Ríos y Montesinos siempre dice que se le sube la presión y que no puede estar más de seis horas en las audiencias”, comentó Marly Anzualdo.

Javier Roca, el padre de Martín Roca, recuerda que está probado que los que detuvieron a su hijo eran militares. Martín Roca participó en una protesta estudiantil en la que intervinieron a una persona que resultó ser un agente de inteligencia de la Marina. Este agente se presentó días después en la casa de la familia Roca pidiendo la devolución de un video, que el estudiante no tenía en su poder. El agente fue detenido por la policía y días después se produce la desaparición del estudiante de la universidad del Callao.

Claves

Más víctimas. La fiscalía mencionó el testimonio de otros civiles que pasaron por los calabozos del SIE y que sobrevivieron: el periodista Gustavo Gorriti, el empresario Samuel Dyer Ampudia y los emerretistas Carolina Curahua, Mario Escate y Garinzo Vitella.

SuSana. Igualmente, se presentó el testimonio de la ex agente Leonor La Rosa quien declaró haber visto en una de esas celdas a Susana Higuchi, luego que fuera sacada a la fuerza de Palacio de Gobierno.

Nota inicialmente publicada en La República el 7 de enero de 2016, ver enlace aquí.