Por José Rosales
Cañete. El titular de la Primera Fiscalía Supraprovincial Penal, Jesús Hermosa, encabezó en los cementerios de San Vicente e Imperial de Cañete la exhumación de ocho cadáveres de internos que murieron en el debelamiento del motín senderista en El Frontón, Lurigancho y Santa Bárbara, entre el 18 y 19 de junio de 1986, durante el primer gobierno de Alan García.
Acompañado por un equipo de médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Lima y personal de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX), el representante del Ministerio Público realizó la diligencia durante más de cuatro horas, bajo estrictas medidas de seguridad que impidieron no solo el acceso de los periodistas y algunos familiares de los fallecidos, sino incluso de deudos que habían acudido a visitar a otros difuntos y que tuvieron que retirarse –obligados– de ambos cementerios.
Los peritos examinaron los cuerpos para determinar las causas de deceso. Se supo que algunos de los cuerpos exhumados corresponden a Enrique Oswaldo Arévalo, Alfredo Fauster Ríos y Juan Lévano Arias.
La diligencia forma parte de las investigaciones sobre las ejecuciones extrajudiciales.
Publicado en El Comercio el 26 de julio de 2013