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News Reports on Transitional Justice in Peru

Melissa Alfaro: a 22 años de su asesinato, la justicia no llega

  • En 1991, la entonces estudiante de Periodismo abrió un sobre-bomba dirigido al director del semanario en donde trabajaba. Pasó el tiempo, pero no la lucha de su familia para conseguir justicia. Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos están denunciados por este crimen.

Rider Bendezú

“Su sonrisa nunca dejará de brillar y nuestra lucha por alcanzar justicia jamás cesará”, son las palabras de Norma Méndez, la madre que batalló (y aún batalla) la tarde del 10 de octubre de 1991 por ver el cadáver de su hija, la joven que dejó de lado cosas propias de su edad por encaminarse en esa lucha por desarrollarse profesionalmente.

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Melissa Alfaro
Melissa Alfaro
Ruth Melissa Alfaro Méndez tenía 23 años cuando combinaba sus días y noches entre la redacción de un semanario y las frías aulas de la entonces Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza.

Un pizarrón con anuncios de prácticas preprofesionales fue la conexión para vivir en carne propia el periodismo que desde el tercer año de secundaria, como bien recuerda su madre, quería experimentar.

El semanario Cambio fue un reto para ella, era el primer medio que le ofrecía pasajes y almuerzos, era subir un peldaño en esta difícil carrera, aunque también significó dejar su querida vivienda de Ventanilla por la casa de su tía en Jesús María, para estar cerca de Bausate y de su trabajo a la vez.

Su madre la recuerda como una mujer apasionada, solidaria, amistosa, generosa y agradecida por todo lo que Dios le dio, pese a las adversidades que afrontó en el camino, entre ellas la separación de sus padres.

Rápidamente, Melissa llegó a convertirse en jefa de informaciones de Cambio, un medio que resultó incómodo para el gobierno de Alberto Fujimori por sus publicaciones y cuestionamientos a la gestión.

La mañana del jueves 10 de octubre de 1991, la estudiante de Periodismo llegó a la redacción del semanario, recogió unas libretas y se dirigió al Congreso de la República para conseguir mayores apuntes sobre una acusación constitucional contra el expresidente Alan García.

En tanto, el recepcionista del edificio recibió sobres para el director del medio, Carlos Arroyo Reyes. Alfaro terminó la jornada en el Parlamento y se aprestaba para ir al semanario, cuando fue invitada por los colegas para compartir un almuerzo. “Yo me voy a Cambio a comer mis frijoles”, fue la respuesta de la joven.

Al llegar al semanario, en el segundo piso de un edificio de la cuadra 23 de Petit Thouars, recogió la correspondencia, entre los sobres, uno tenía 200 gramos de anfo gelatina. La joven, como jefa de informaciones, abrió las cartas.

Alrededor de las 2.30 p.m., el aparato explosivo detonó, Melissa había abierto el sobre-bomba que tenía como destino a su jefe, perdió la vida instantáneamente. A los minutos, Norma Méndez se enteró de lo sucedido y no pudo creer que su hija murió.

Cuando llegó al lugar, los policías, con un tono déspota, no le permitieron ingresar al lugar, luego de minutos de gritos y reclamos, la madre pudo entrar a la redacción y reconoció el cadáver, la pequeña de sus ojos se le había adelantando.

Desde ese momento, desde ese trato hostil de los agentes policiales, comenzó su lucha por obtener justicia, justicia para su hija, para aquella ‘Calichina’, apodo que se ganó entre los colegas de ese entonces.

Una semana después, Fernando Alfaro Venturo, padre de la periodista, presentó una denuncia ante el Ministerio Público, que fue trasladada a la 17° Fiscalía Provincial Penal de Lima. El autogolpe de Estado del 5 de abril de 1992 borró cualquier indicio del caso.

El 24 de setiembre de 2004, Norma Méndez interpuso una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Delitos contra los Derechos Humanos, las investigaciones siguen, pese a que en el 2010, el agente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), capitán EP (r) Víctor Penas Sandoval, admitió ser el operador directo de los “sobres-bomba” que llegaron también a distintos enemigos políticos y sospechosos de terrorismo.

Asimismo, el 15 de octubre de 2009, la Fiscalía de Derechos Humanos dispuso formalizar denuncia penal contra el expresidente Alberto Fujimori, el exasesor Vladimiro Montesinos, Julio Rolando Salazar Monroe y Pedro Edilberto Villanueva Valdivia, como autores mediatos; y contra Penas Sandoval, como autor directo de la comisión del delito contra la vida, el cuerpo y la salud –homicidio calificado.

El 26 de febrero de 2010 se dio inicio a la etapa de instrucción en el Primer Juzgado Penal Especial, etapa que a la fecha sigue vigente.

PERIODISMO Y DERECHOS HUMANOS

A 22 años del asesinato de Melissa Alfaro, la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos desarrollará un conversatorio, este jueves a las 3.30 p.m., en el aula 2ª de la mencionada facultad, en la Ciudad Universitaria. El ingreso es libre.

El evento, nombrado ‘Periodismo y derechos humanos en tiempos de la dictadura de Fujimori’, tendrá como expositores a Ángel Páez, periodista de investigación de La República; Iris Alfaro, hermana de Melissa; Dante Castro, periodista y amigo de Alfaro; y Eleming Valle, representante de la Coordinadora Contra la Impunidad.

Publicado en La República el 10 de octubre de 2013

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Trial Reports

El exdictador Fujimori tira de sensiblería para movilizar a favor de su indulto

Por Jacqueline Fowks

En los dos últimos años de Gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) fue notorio el uso de operaciones psicológicas y la compra de medios de comunicación para justificar el régimen autoritario y facilitar la tercera reelección del presidente. Esa habilidad publicitaria ha reaparecido estos días en las acciones de sus seguidores, encabezados por su familia, para movilizar la opinión favorable al indulto de su líder por razones humanitarias.

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Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por homicidio calificado y lesiones graves, considerados crímenes de lesa humanidad por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta cometidas en 1992 por el grupo paramilitar Colina; y por secuestro agravado de un empresario y un periodista. Además, tiene otras condenas por los delitos de usurpación de funciones, corrupción de funcionarios, peculado (apropiación de bienes públicos), violación del secreto de las comunicaciones, entre otros.

El expresidente Fujimori huyó de Perú en 2000 aprovechando una cumbre internacional. Vivió como un fugitivo hasta 2007, cuando fue detenido en Chile. Desde entonces, está en prisión en Perú.

Carlos Raffo, ex congresista y expublicista del político, confirmó en Twitter que la pintura era “un original” de Fujimori

Este jueves, el noticiario 24 Horas mostró un autorretrato del reo con una inscripción escrita a mano: “Perdón por lo que no llegué a hacer y por lo que no pude evitar. Oct 2012”. Minutos más tarde, Carlos Raffo, ex congresista y expublicista del político, confirmó en Twitter que la pintura era “un original” de Fujimori.

Ésta es la segunda imagen en menos de una semana que intenta reforzar la opinión a favor del indulto del expresidente. La primera circuló en las redes sociales el sábado: una foto de Fujimori despeinado, con una mano sobre el abdomen, vestido con una camiseta blanca de manga corta y mostrando expresión de desgana, postrado en una cama de sábanas blancas.

Ante las críticas que generó la pintura en las redes sociales, el publicista Raffo dijo que se rompió un mito: “Ya pidió perdón”. La noche del jueves, la ex candidata presidencial Keiko Fujimori concedió una entrevista en televisión y afirmó que su padre “profundizará” para explicar a qué se refería la frase, pero alude “a los muchos errores que se cometieron durante su Gobierno”.

El mensaje añadido al autorretrato se explica porque una de las condiciones, sugeridas por organizaciones de derechos humanos y políticos, para un posible indulto es que el preso pidiera perdón por sus delitos. Sin embargo, el hijo menor, el parlamentario Kenji Fujimori, respondió hace un par de semanas que no lo haría porque todos ellos –incluido su padre– creen en su inocencia.

Hace una semana, los hijos de Fujimori solicitaron al presidente Ollanta Humala el indulto humanitario por motivos médicos, dado que en los últimos años ha tenido cinco cirugías para extirpar lesiones de tipo cancerígeno en la boca.

El congresista Luis Ibérico –de la Alianza para el Gran Cambio, de centro-derecha– comentó en el noticiario 24 Horas que la difusión de la pintura forma parte de la campaña del fujimorismo para sensibilizar a los peruanos favor del indulto.

Carlos Raffo, quien se define como un consultor en comunicación no convencional, estuvo a cargo de los exitosos mítines de la campaña por la reelección de Fujimori en el año 2000, en los que participaban las estrellas de ese momento de música tecnocumbia.

El clima de confrontación pública sobre el indulto fue sazonado ayer con un comentario de Kenji Fujimori, para quien el estilo de pintura de su padre se parece al de Van Gogh. Mientras que en algunos comentarios de las redes sociales hubo quienes compararon el autorretrato de Fujimori con los cuadros que los presos por terrorismo enviaban de regalo al líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, cuando estaba libre.

Una encuesta revela que el 76% opina que Fujimori no debe volver a la vida política

Alberto Fujimori se ha retratado copiando una foto tomada en su primer Gobierno (1990-1995), con el poncho y sombrero de estilo campesino que usaba al recorrer el país, cuando la mayoría conocía principalmente los logros de su gestión.

De acuerdo a encuestas de octubre de Ipsos Apoyo y Datum -hechas con población nacional urbana- están favor del indulto el 62% y el 59% de consultados, respectivamente. Cuando se menciona la posibilidad de un arresto domiciliario como alternativa a la prisión, la cifra es de 43% a favor de la gracia presidencial. Según Datum, el 76% opina que Fujimori no debe volver a la vida política.

La difusión de la fotografía de Fujimori en cama ha dado pie a los caricaturistas políticos de los diarios La República, Gestión y El Comercio, Carlos Tovar, Andrés Edery y Mario Molina, respectivamente, para recrear la imagen en sus viñetas de esta semana. Además, entre el sábado y lunes, tuiteros se tomaron fotos imitando la posición de Fujimori y escribían mensajes pidiendo indulto para sí mismos. Otros tuitearon imágenes de celebridades o mascotas, en posiciones parecidas, con el hashtag #fujimoring, para mostrar su rechazo al uso propagandístico de la foto.

 

Publicado en El País el 19 de octubre de 2012

 

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“No nos ha pedido perdón y quieren indultar a Fujimori”

A 21 años de la muerte de la periodista Melissa Alfaro por el estallido de un “sobre-bomba” en las oficinas del semanario Cambio, sus hermanos Iris y Alain se pronunciaron contra el indulto al exdictador Alberto Fujimori.

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Melissa AlfaroMelissa Alfaro“Las portadas que salen sobre el indulto nos recuerdan la basura que fue el periodismo durante la dictadura de Fujimori. No puede haber reconciliación si no han pedido perdón”, indicó Iris.

Un día como hoy, el 10 de octubre de 1991, a Ruth Melissa Alfaro Méndez de 23 años le estalló en el rostro un explosivo escondido en un sobre. Aquel jueves de octubre la joven reportera había estado cubriendo información en el Congreso y sus colegas la invitaron a almorzar, pero ella respondió: “Yo me voy a comer mis frejolitos a Cambio”.

La bomba estaba compuesta de 200 gramos de anfo-gelatina, material de uso exclusivamente militar. El paquete estaba destinado al director del periódico, Ricardo Letts, pero Melissa como jefa de Informaciones tomó la correspondencia.

“Mi madre fue la única persona que vio a mi hermana en el escenario de su muerte. Melissa estaba destrozada de la cintura para arriba. Esa bomba no solo le estalló a ella, nos despedazó a todos”, declaró Alain.

Agregó que las investigaciones sindican al agente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), el capitán EP (r) Víctor Penas Sandoval, como el autor directo del envío de cinco “sobres-bomba” en 1991.

Publicado en Diario La Primera, el 10 de octubre de 2012