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Reparación a víctimas de esterilizaciones forzadas no debe depender de proceso judicial

  • A propósito de unas declaraciones del Viceministro Ernesto Lechuga

Por Jairo Rivas

El domingo 6 de setiembre, el Viceministro de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia, Ernesto Lechuga Pino, tuvo unas desafortunadas declaraciones. El funcionario indicó que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos no tenía previsto crear un registro para identificar a las víctimas de esterilizaciones forzadas, tal como lo había propuesto Amnistía Internacional hace algunas semanas. Según la nota de Andina, el Viceministro dijo lo siguiente:

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© Andina
© Andina
© AndinaTenemos que ver cómo se desarrolla este tema a nivel judicial para poder adoptar las medidas de política correspondientes, mientras tanto no podemos hacerlo, pero estamos atentos al desarrollo del proceso judicial que se realiza en relación con las esterilizaciones forzadas.

El Grupo de Seguimiento a las Reparaciones a Víctimas de Esterilizaciones Forzadas, al cual pertenezco, le ha remitido una carta al Viceministro para explicarle por qué razones un programa de reparaciones específico para las mujeres víctimas de una mala práctica estatal no puede supeditarse a una decisión judicial. El texto de la misiva dice lo siguiente:

… hemos conocido, con enorme preocupación, sus declaraciones en las que manifiesta que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos no tiene previsto por el momento crear un registro de víctimas de esterilizaciones forzadas mientras espera “ver cómo se desarrolla este tema a nivel judicial”. Nos parece especialmente erróneo el argumento que supedita la adopción de “medidas de política” al proceso judicial pues revela una inadecuada comprensión de las diferencias entre ambos: un proceso judicial intenta establecer responsabilidades penales como base para definir sanciones y reparaciones; una política pública puede desarrollarse independientemente de una decisión judicial, basándose en el reconocimiento de una situación que requiere ser atendida adoptando decisiones y movilizando recursos con una finalidad transformadora.

Las decisiones de política pública no requieren decisión judicial previa, antes bien constituyen otra forma de realizar justicia, en este caso para personas afectadas que desde hace 18 años no encuentran respuesta del sistema judicial. Hacer depender una decisión gubernamental de un mandato judicial – cuya finalidad es diferente – solo revelaría que la gestión actual no se propone adelantar iniciativa alguna para resarcir a las mujeres afectadas. Esta situación es en extremo preocupante dado que, pese al tiempo transcurrido, el Estado no sabe con exactitud el número de mujeres que fueron esterilizadas de manera forzada durante la segunda mitad de los años noventa, muchas de ellas indígenas y campesinas, cuya salud se vio afectada de manera crónica como consecuencia de los procedimientos quirúrgicos a los que fueron sometidas sin ser debidamente informadas.

Frente a la ausencia de una respuesta en el sistema judicial, lo más conveniente sería que el gobierno decida realizar una política pública para remediar esta grave situación. Por ello, le expresamos nuestra disposición a reunirnos con usted para exponer las iniciativas que desde su despacho se pueden adelantar en materia de reparación a las víctimas de esterilizaciones forzadas, y cuya implementación no requiere una decisión judicial, sino más bien una clara voluntad gubernamental hacia quienes en el pasado fueron afectadas por decisiones y actuaciones de servidores públicos.

He argumentado antes que es posible aplicar el mecanismo no judicial de las reparaciones en esta situación, que hacerlo ofrecería una respuesta del Estado a mujeres que solo han conocido indiferencia e impunidad a lo largo de 18 años, y que con ello se daría un mensaje poderoso sobre la inaceptabilidad de vulneraciones de este tipo.

Cuando el Viceministro Lechuga propone esperar una decisión judicial para actuar en consecuencia está enviando el mensaje contrario, uno muy doloroso: que el Ministerio encargado de velar por la justicia está renunciando a su tarea de promover el respeto de los derechos de las personas, especialmente de aquellas que han sido vulnerados. No es la actitud que se espera de una autoridad, razón por la cual una rectificación rápida sería más que necesaria. La esperamos.

Actualización

Publicado por La Mula, el 7 de septiembre de 2015

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Demandan al gobierno que apruebe Ley de Búsqueda de Personas Desaparecidas

Guisela Ortiz, directivo del Equipo Peruano de Antropología Forense, demandó al ministro de Justicia, Gustavo Adrianzén, que cumpla con el compromiso de revisar el proyecto de Ley de Búsqueda de Personas Desaparecidas, a fin de que sea discutido y aprobado por el Consejo de Ministros.

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Guisela Ortíz pide atender a familiares de víctimas © La República
Guisela Ortíz pide atender a familiares de víctimas © La República
Guisela Ortíz pide atender a familiares de víctimas
© La República
Dicho proyecto de ley, elaborado por representantes del Ejecutivo y de organizaciones de la sociedad civil, plantea una estrategia humanitaria y un plan nacional de búsqueda, identificación y la devolución de los restos. El documento está en poder del sector Justicia desde el año pasado.

Según cifras de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional, durante el periodo de mayor violencia política (1980-2000) en nuestro país habrían desaparecido unas 16 mil personas. De acuerdo con fuentes del Ministerio Público, del 2002 al 2015 se han recuperado unos 3.202 cuerpos, identificado unos 1.833 y entregado a sus parientes 1.644.

Ortiz sostuvo que el compromiso del Ministerio de Justicia con las organizaciones civiles fue aprobar cuanto antes el proyecto de ley. Incluso el ministro Adrianzén hizo pública esta obligación indicando que la norma sería discutida y aprobada por el Ejecutivo antes de fin de año y enviada al Congreso para su promulgación.

“Tenemos un texto terminado, lo estamos revisando. Es un tema delicado, pero de todas maneras este año lo tendremos listo”, ha asegurado Adrianzén.

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Publicado por La República, el 7 de septiembre de 2015

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Ratifican a magistrado que juzga a Daniel Urresti

Marco Cerna Bazán, presidente del Colegiado B de la Sala Penal Nacional, había decidido abstenerse a seguir participando como juez en el proceso que dirigía contra Daniel Urresti, pero sus colegas rechazaron su fallo y lo ratificaron. En la reanudación del Juicio Oral del exministro por el Caso Bustíos, el fiscal solicitó declararlo como “complejo” y prosiguió con su interrogatorio al acusado. Este continuará el lunes 14 de setiembre a las 2:30 p.m.

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EN DEFENSA DE LA VIDA, LA PAZ Y LA DEMOCRACIA HOMENAJE A LAS AUTORIDADES LOCALES ASESINADAS POR EL TERROR

Michel Azcueta

28 Agosto 2015, en “El Ojo que Llora”

Amigas y amigos:

Con cuánta emoción nos reunimos una vez más en torno a estas piedras con nombres concretos de peruanas y peruanos cuyas vidas fueron arrebatadas por el terror…! Con cuánto amor recordamos a aquellos que conocimos personalmente llenos de vida e ilusiones…! Con cuánto respeto guardamos en nuestro corazón a aquellos que no conocimos pero que sabemos amaban la vida y amaban el Perú. Y nos gustaría que todo el Perú, que la mayoría de peruanos sintiera lo mismo que nosotros…

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© Michel Azcueta© Michel AzcuetaSin embargo, vemos que la sociedad peruana se niega, hablando en general, a reconocer lo que se vivió hace unas décadas, se niega a aprender de tan terrible experiencia, siendo el único país de América Latina donde se calla la verdad, por no decir que se oculta…el único país donde no se valora una Comisión de la Verdad, el único país donde se denigra a los defensores de los Derechos Humanos, el único país donde casi es imposible tener un monumento a los que nos permitieron vivir en paz, donde es casi imposible tener un Lugar de la Memoria donde tiene que llegar el Presidente de Alemania para que se abra…Una sociedad donde el control de los medios de comunicación aleja a la mayoría del conocimiento de la realidad nacional, de la reflexión colectiva, del aporte de nuevas iniciativas individuales y sociales y, sobre todo, nos aleja de un compromiso por la verdad, por la solidaridad, por la unión entre peruanos.

Por todo ello, con emoción con amor y con respeto estamos aquí reunidos. Recordamos a cerca de 70,000 compatriotas asesinados en diferentes lugares y circunstancias, la mayoría de sectores populares, campesinos, trabajadores, policías, soldados, dirigentes de zonas pobres del Perú. Les recordamos a todos sin excepción. Pero, en esta ocasión, los organizadores de este acto tan especial, decidieron recordar, de manera especial a las carca de 500 autoridades locales, alcaldes y regidores asesinados por Sendero Luminoso en los años de terror.

Por experiencia propia en Villa El Salvador puedo decirles lo difícil que era ser autoridad local durante esos años, muchas veces sin apoyo alguno o, lo que era mucho peor, entre dos fuegos, como muchos recordarán, simplemente por ser consecuentes con una elección de tus propios vecinos y ciudadanos. Les puedo asegurar que estuvimos muy solos y había que dar la cara. En otras ocasiones, simplemente dinamitaban la municipalidad, asesinaban a alcaldes y regidores de distritos muy pobres andinos, amazónicos y, también, de zonas urbano populares, sin ninguna justificación, delante de su esposa y de sus hijos, como a Juan Linasco Tinoco, alcalde de Quillcaccasa (Apurímac), como los 47 alcaldes asesinados en Ayacucho, los 39 alcaldes asesinados en Junín, los 29 de Huánuco, los 21 de Puno. Y así hasta cerca de 500 alcaldes y regidores de todo el Perú.

Si me permiten, quiero hacer mención especial a dos alcaldes ‘provinciales de Huamanga, Ayacucho, a quienes conocí y traté personalmente: Leonor Zamora, a quien las Fuerzas Armadas no dejaron siquiera que entregara al Papa Juan Pablo II las llaves de la ciudad de Huamanga junto con un mensaje de defensa de los derechos humanos en Ayacucho tan pisoteados por los terroristas como por miembros de las Fuerzas Armadas, vilmente asesinada posteriormente por Sendero Luminoso. A Fermín Azparrent, valiente alcalde, gran defensor de su pueblo, abandonado por las fuerzas de seguridad a pesar de tener amenazas comprobadas asesinado a la puerta de su casa una mañana temprano. Ambos defendieron a su pueblo levantando el honor y la imagen de todos los ayacuchanos que, recordemos, eran, todo, sindicados como terroristas.

Y ya en Villa El Salvador, recordamos, prácticamente todos los días, a María Elena Moyano…cuánto nos gustaría que estuviera con nosotros ahora animándonos con su fuerza, su alegría, su valentía, su gran capacidad de comunicación y organización tan necesarias hoy en el Perú. Y también al regidor Rolando Galindo, sucesor de María Elena como teniente alcalde de Villa El Salvador, también asesinado por Sendero Luminoso meses después.

Todos ellos, alcaldes y regidores, murieron por defender la vida, por defender la paz, por defender la democracia en el Perú. Decíamos desde las gestiones municipales que nadie tiene derecho a matar, que la violencia no es solución, que no se debe derramar la sangre de un solo peruano, civil o militar, que no sobra nadie en el Perú, que la vida es lo más sagrado que tenemos; murieron por defender la paz con justicia social, base firme de unas relaciones entre todos los peruanos. La paz que no es la paz de los cementerios sino la alegría del trabajo, de la amistad, del reconocimiento de diversidades, de culturas, de tolerancia; murieron por defender la democracia, como autoridades locales elegidas por sus pueblos, representándolos con dignidad y valentía, en un Estado de derecho, defendiendo un modelo democrático de desarrollo.

Por todo ello, nuestro homenaje sincero. No les olvidemos ni a ellos ni a ninguno de los que dieron su vida por nosotros. No olvidemos aquello que defendieron. No tengamos temor a decirlo en voz alta, precisamente para que no se repita el terror, la muerte. Por el bien del Perú. Viva la vida. Viva la Paz. Viva la Democracia.

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Tras la detención del militar Jesús Zamudio Aliaga, Aprodeh exige que se lleve un debido proceso sin interferencia política

Ante la reciente entrega de Jesus Zamudio Aliaga, militar prófugo que enfrenta cargos por la ejecución extrajudicial de Eduardo Cruz Sanchez “Tito”, ocurrida una vez culminado el operativo de rescate Chavín de Huántar, así como por la ejecución de 25 campesinos en la localidad Pichari en el año 1983 cuando éste comandaba la temible patrulla Lince, Aprodeh ha publicado una nota de prensa exigiendo que sea procesado respetando el debido proceso y sin interferencia política. Nos sumamos a la exigencia de Aprodeh.

RightsPeru.net

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Tras la detención del militar Jesús Zamudio Aliaga

Aprodeh exige que se lleve un debido proceso sin interferencia política

© Caretas© CaretasLa Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) espera que tras la detención de Jesús Zamudio Aliaga, miembro del Ejército Peruano quien estaba siendo buscado por la ejecución extrajudicial de Eduardo Cruz Sanchez “Tito”, ocurrida una vez culminado el operativo de rescate Chavín de Huántar, así como por la ejecución de 25 campesinos en la localidad Pichari en el año 1983 cuando éste comandaba la temible patrulla Lince, los procesos judiciales sean llevados con toda la garantía para el conocimiento de la verdad de los hechos.

También exhorta al Poder Judicial, Ministerio Publico y Ministerio del interior que se preste todas las garantías para que los testigos de ambos casos, en especial, el caso de la ejecución de Eduardo Cruz Sanchez, puedan declarar sin temor de las amenazas vertidas contra testigos claves por el Ministro de Justicia Gustavo Adrianzén.

Cabe recordar que el pasado 29 de junio la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) declaró al Estado peruano responsable por la ejecución extrajudicial de un miembro del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), tras el operativo militar Chavín de Huántar en 1997, así como por la falta de una investigación diligente de estos hechos.

La Corte IDH estableció la responsabilidad internacional de Perú por la muerte de Eduardo Nicolás Cruz Sánchez alias “Tito”, ocurrida luego de que éste quedó fuera de combate, lo que lo convertiría en persona protegida para el Derecho Internacional.

Como se recuerda el 22 de abril de 1997 se realizó la Operación Chavín de Huántar. De acuerdo a la declaraciones de los policías Raúl Robles Reynoso y Marcial Torres Arteaga, tras culminar este operativo, capturaron vivo al emerretista Eduardo Cruz Sánchez (a) “Tito” y lo entregaron a un comando enviado por el teniente coronel EP Jesús Zamudio Arteaga.

Caso Pichari

El 5 de noviembre de 1983, aproximadamente a las once y media de la mañana, un grupo de militares de la base de Pichari fueron emboscados por elementos de la organización terrorista “Sendero Luminoso”, resultando muertos el capitán Juan Enrique Davelouis Salazar y el cabo Manuel Torres Delgadillo, y con heridas de consideración el teniente José Antonio Antezana Soto y el soldado Jorge Brasil Cerrón. Como consecuencia de este ataque subversivo, aproximadamente a las dos de la tarde del mismo día, varios contingentes del Ejército Peruano fuertemente armados de la compañía de reserva y elite denominados “Linces” hicieron su arribo a la Base Militar de Pichari en dos helicópteros provenientes del Cuartel “Los Cabitos” de Ayacucho al mando del capitán “ZAJ” identificado como Jesús Salvador Zamudio Aliaga, quien ordenó realizar una redada en los distritos de Sivia y Hatunrumi, , logrando detener a 25 pobladores entre varones, mujeres y niños entre los que se encontraban Jesús Yauli Valladolid, Gilberto Wiliam Ruiz Gómez, Claudio Mayta Oré, quienes fueron trasladados al interior de la Base Militar de Pichari, donde fueron ultimados con armas de fuego.

Los restos de las víctimas fueron sepultadas en una fosa común que previamente fue excavada con un cargador frontal que se encontraba asignado a la Base Militar de Ingeniería Nº 512 del Ejército Peruano de Pichari. El caso se encuentra en el 3er juzgado supraprovincial de Lima.

Lima, 21 de agosto de 2015
APRODEH

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Familiares piden justicia por masacre de Accomarca

  • A 30 años del asesinato de 69 campesinos indefensos, altos mandos militares responsables aún no son juzgados.

Al cumplirse 30 años de la masacre de Accomarca, los familiares de las 69 víctimas exigieron que los jefes superiores que dieron la orden para perpetrar el crimen sean juzgados. La Asociación de Familiares Afectados por la Violencia Política de Accomarca, a través de su presidente, Francisco Ochoa, manifestó su desazón por la demora del proceso visto en la Sala Penal Nacional del Poder Judicial pues después de cinco años de la apertura del juicio oral, aún no hay sentencia.

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© DiarioUno© DiarioUnoEl caso se remonta al 14 de agosto de 1985, cuando patrullas comandadas por los subtenientes (EP) Telmo Hurtado Hurtado y Juan Rivera dieron muerte a 30 niños, 27 mujeres y 12 hombres en el referido distrito ayacuchano.

El abogado de los familiares de las víctimas, Carlos Rivera, dijo que los altos mandos militares deben ser juzgados como autores, como es el caso del Wilfredo Mori, José Williams Zapata y Nelson Gonzales Feria.

“Esperamos que la decisión que tome el tribunal que está juzgando el caso sea justa y correcta en base de las pruebas que se han aportado para demostrar las responsabilidades, no solamente de Telmo Hurtado sino de los jefes superiores que dieron las órdenes para perpetrar estos horrendo crímenes”, expresó.

ORDEN POLÍTICA

La investigadora de la Oficina en Washington sobre Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Jo-Marie Burt, explicó por su parte que las declaraciones de Hurtado coinciden con la tesis expuesta por el Ministerio Público, de que la matanza de Accomarca forma parte de una política de lucha contra la subversión “utilizando la violencia indiscriminada”.

“Es la primera vez que un oficial del Ejército reconoce su responsabilidad (…) en el juicio oral, y acusa a sus superiores de haber planificado y ordenado la masacre”, reconoció.

El pedido de justicia fue realizado también por el congresista de Ayacucho, Walter Acha, quien sostuvo que la población de Accomarca merece saber qué fue lo que pasó y obtener la justicia esperada por las muertes de sus seres queridos.

“Hasta hoy no hay justicia para este pueblo, por eso queremos pronunciarnos y decirle al Perú entero y a todas sus autoridades que debemos hacer justicia”, refirió.

La conferencia para exigir justicia en este caso, fue realizada en la sala Mohme del Palacio Legislativo, dónde participó también el viceministro de Derechos Humanos, Ernesto Lechuga; el embajador Juan Álvarez Vita, y el alcalde de Accomarca, Donato Pariona Quispe, entre otros.

ADEMÁS

En la presentación de la acusación, que tuvo lugar a mediados de julio pasado, el fiscal superior Luis Landa solicitó 25 años de prisión para los 17 acusados de la matanza, así como el pago de 14 millones de soles por concepto de reparación civil en beneficio de los familiares.

Otros enlaces:

Publicado por DiarioUno, el 15 de agosto de2015

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Expertas de WOLA y DPLF se pronuncian sobre caso emblemático del conflicto interno peruano

Comunicado de prensa
13 de agosto de 2015

A 30 años de la masacre de Accomarca, el juicio del caso se encuentra en la recta final

Washington, D.C. y Lima, Perú – Este viernes 14 de agosto, justo cuando se cumplen 30 años de una de las peores masacres del conflicto armado interno peruano, se acerca el final de su emblemático y revelador proceso judicial.

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WOLA - DPLfEn el poblado de Accomarca, ubicado en el departamento de Ayacucho, fueron asesinados 69 campesinos por miembros del Ejército peruano. El caso se mantuvo en la impunidad por muchos años hasta que en noviembre de 2010 se abrió un proceso judicial contra 29 militares acusados de ser los autores materiales del crimen, así como los autores mediatos (quienes planificaron el operativo y dieron las órdenes).

“La masacre de Accomarca fue uno de los hechos que más conmovió el país durante el conflicto armado interno”, dijo Jo-Marie Burt, Asesora Principal de la Oficina en Washington sobre Asuntos Latinomericanos (WOLA), quien ha estado monitoreando el proceso judicial desde que comenzó hace casi cinco años. “Murieron 69 campesinos, 26 de ellos niños, en un operativo de tierra arrasada planificado, ordenado, y ejecutado por el ejército peruano”, agregó Burt.

Para más información sobre los hechos y antecedentes del caso, véase el documento de contexto adjunto (disponible aquí), preparado por Jo-Marie Burt.

El caso Accomarca fue uno de los 43 casos investigados por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) del Perú, la cual hizo llegar sus conclusiones al sistema de justicia para que este juzgara y en su caso sancionara a los responsables. De los 29 militares acusados, el General (r) Wilfredo Mori Orzo, quien en 1985 fue el jefe del Comando Político Militar de Ayacucho junto con otros miembros del Estado Mayor, se han señalado como autores mediatos; y como autores materiales, Telmo Hurtado Hurtado y Juan Rivera Rondón, jefes de las patrullas “Lince” que ejecutaron el operativo militar en el que se dio la masacre. Estos últimos fueron extraditados a Perú desde Estados Unidos, donde intentaban resguardarse para no enfrentar sus cargos.

El proceso judicial se encuentra en la recta final. Los fiscales del caso y la parte civil, en representación de las víctimas, ya ofrecieron sus alegatos finales, y en los próximos días la defensa presentará sus alegatos. Se espera una sentencia para octubre del año en curso.

“Los testimonios recibidos durante el proceso han dado cuenta de la gravedad de los hechos,” asegura Leonor Arteaga, Oficial de Programa de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF). “Han testificado sobrevivientes de la masacre, familiares de las víctimas, y varios ex congresistas de la República que en 1985 fueron a Accomarca para investigar los hechos”, agregó Arteaga.

La declaración más reveladora ha venido de Telmo Hurtado. Hurtado no sólo aceptó haber asesinado a más de 30 pobladores, sino también afirmó que el operativo que derivó en la matanza de Accomarca fue una orden de los altos mandos del Ejército peruano, quienes además le ordenaron eliminar a los testigos de la masacre.

“El testimonio de Hurtado es algo inédito en la historia peruana: es la primera vez que un oficial del ejército reconoce su responsabilidad por graves violaciones a los derechos humanos en juicio oral, y acusa a sus superiores de haber planificado y ordenado la masacre,” observa Burt, de WOLA. “Además, sus declaraciones coinciden con la tesis del Ministerio Público: la masacre de Accomarca no fue un exceso de la lucha contrasubversiva ni la reacción desmedida de un soldado agobiado por la guerra, sino parte de una política estatal de luchar contra la subversión utilizando la violencia indiscriminada contra la población civil.”, continuó Burt.

“Exhortamos al tribunal a a ponderar el caso según las evidencias sin tomar en cuenta influencias externas”, dijo Arteaga de DPLF. “Esperamos que den respuesta a las reclamos de justicia de los familiares de la masacre de Accomarca con una sentencia imparcial y acorde con el derecho internacional de los derechos humanos”.

Contactos:

Jo-Marie Burt
Asesora Principal, WOLA
Celular en Lima: +51 994-950-426;
En EE.UU: +1 703 946 9714
jmburt.wola@gmail.com

Leonor Arteaga
Oficial de Programa Senior, DPLF
+1 202- 4627701/+1 703-5987085
larteaga@dplf.org

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Marisol Espinoza no quiere candidatos cuestionados por derechos humanos

  • ¿Mensaje a Urresti? La vicepresidenta afirma que es importante que los aspirantes presidenciales tengan “credenciales democráticas”. Insiste en que no postulará.

En una rueda de prensa concedida a los corresponsales extranjeros, la vicepresidenta y congresista Marisol Espinoza sostuvo que es importante que los partidos cuenten con candidatos “con credenciales democráticas” que no tengan ningún cuestionamiento, sobre todo con “temas vinculados a la defensa de derechos humanos”.

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© La República (Foto, Luis Centurión)© La República (Foto, Luis Centurión)Según reporta un cable de la agencia EFE, Espinoza ofreció estas declaraciones cuando le consultaron a quién prefería como candidato presidencial del nacionalismo para las elecciones del 2016: ¿a la ex presidenta del Consejo de Ministros Ana Jara o al ex ministro del Interior Daniel Urresti?

Como se recuerda, Urresti es procesado por la muerte del periodista Hugo Bustíos, desaparecido en 1988 en Ayacucho, en donde el general en situación de retiro cumplía servicios.

De hecho, Espinoza informó que todavía no se ha fijado la fecha del congreso partidario en el que se elegirá al candidato presidencial.

Señaló que solo existen “precandidatos lanzados por iniciativa propia”, entre los cuales se encuentra Urresti.

En efecto, el ex ministro es el único que ha confirmado, más de una vez, su interés de ser el representante nacionalista. Formalizó su inscripción partidaria una vez que dejó el gabinete y también ha viajado fuera de Lima para buscar el respaldo de las bases del partido.

La precandidatura de Jara, en tanto, sigue estando en el campo de la especulación. Ella todavía no ha confirmado su interés de tentar un lugar en la plancha presidencial.

No postulará

En otro momento, de acuerdo con el reporte de EFE, Espinoza descartó nuevamente que vaya a postular a la presidencia por Gana Perú.

En cambio, aseguró que su labor como vicepresidenta de gobierno consistirá en garantizar la transición democrática, una vez que el nuevo gobierno asuma sus funciones el próximo año.

De otro lado, Espinoza dijo que el gran reto de la política en el Perú es evitar que el dinero ilícito, proveniente de la minería ilegal o del narcotráfico, ingrese a las campañas para las elecciones presidenciales. Advirtió que ello podría poner en “serio riesgo” la democracia peruana.

En ese sentido, afirmó que faltan establecer filtros en la legislación para enfrentar el ingreso de recursos de la minería ilegal y la trata de personas, entre otras actividades ilícitas, en la financiación de los partidos políticos.

Luz Salgado: “Está pendiente el congreso para elegir a Keiko”

La congresista de Fuerza Popular Luz Salgado señaló en la conferencia con los corresponsales de la prensa extranjera que “está pendiente” la organización del congreso en el que se elegirá a Keiko Fujimori como la candidata presidencial y se definirán a los otros miembros de la plancha, de cara a las elecciones generales del 2016.

“Fuerza Popular con Keiko es una renovación del fujimorismo, ella ha hecho una autocrítica, y lógicamente está convencida de que se tiene que aprender de los errores”, dijo Salgado, reportó EFE.

Salgado comentó que el primer lugar de Fujimori en las encuestas responde al trabajo que su partido ha desarrollado a nivel nacional.

Publicado en La República, el 12 de agosto de 2015

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Urresti: la acusación en serio

  • Por qué no debe sorprender a nadie que el ex ministro del Interior y posible candidato presidencial del Partido Nacionalista sea condenado por el asesinato del periodista de Caretas Hugo Bustíos en 1988.

Por Ricardo Uceda

El protagonismo del ex ministro del Interior Daniel Urresti ha desviado fuertemente la atención que merecían sus acusaciones. Su nombramiento mismo fue una grosería política del presidente Ollanta Humala y del primer ministro de entonces, René Cornejo: nombrar responsable gubernamental de la persecución del delito a un acusado de asesinato es, en sí mismo, un acto de desprecio a la función pública. En particular, de desprecio a los derechos humanos. Pues lo que se busca determinar en el juicio oral contra Urresti, iniciado el 17 de julio, no es un asesinato común: es su participación en un homicidio cometido con crueldad extrema.

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Los carroñeros

© La República© La RepúblicaLa misma falta de consideración por los valores que debe encarnar la política es el lanzamiento de su candidatura presidencial por parte del matrimonio Humala. Sobre todo ahora que ya existe una acusación en firme por parte de un fiscal superior, como acto previo al juicio oral. En esta coyuntura el ex ministro ha actuado con irrespeto evidente hacia la viuda, lanzando activistas del gobierno para hostilizarla. Estos se hicieron pasar por vociferantes miembros de las supuestas ONG que quieren ver preso a Urresti, montando un artificial enfrentamiento con su “víctima” en los exteriores de la Sala Penal Nacional. Por lo menos dos de ellos aplaudían al presidente en el Congreso, durante su discurso del 28 de julio.

Por todo esto conviene recordar que quien está acusando a Urresti es el Ministerio Público y no “ONG carroñeras”. La parte civil es la viuda, Margarita Patiño, representada por un abogado de la Comisión de Derechos Humanos, COMISEDH. En 1989, el caso fue llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el Committee to Protect Journalists (CPJ), una organización mundial de defensa de periodistas conformada por los más prestigiosos editores de los Estados Unidos. Por último, debe remarcarse que la prensa peruana ha actuado con bastante consideración a la presunción de inocencia que merece el ex ministro, pese a que el asesinado pertenecía a uno de los medios más importantes del país.

Era el jefe

El principal argumento del fiscal Luis Landa para pedir que Urresti sea sentenciado es su condición de jefe directo del equipo militar que asesinó al periodista. El 24 de noviembre de 1988, Bustíos junto con el periodista Eduardo Rojas iban en moto a fotografiar los cadáveres de unos campesinos en la zona rural de Huanta, Ayacucho, cuando fueron abaleados por una patrulla militar. Rojas, herido, pudo correr y sobrevivió. Bustíos no. Uno de los militares, después identificado como el mayor del Ejército Amador Vidal, mató a Bustíos haciendo explotar una granada en su cuerpo. En 2007 la Sala Penal Nacional condenó a Vidal a 15 años de prisión, por ser el autor material del asesinato. En la misma sentencia recibió 17 años de cárcel el mayor EP Víctor La Vera, como autor intelectual. Ambas sentencias fueron confirmadas por instancia superior. Urresti entra en el cuento porque, según el fiscal, estaba en la cadena de mando.

La Vera le había dicho a Bustíos, según este le contó a Eduardo Rojas y a su esposa —ambos lo declararon— que un terrorista lo había sindicado como uno de los suyos. En Caretas, de la cual era corresponsal en Huanta, Bustíos informaba sobre violaciones de derechos humanos del personal militar. La Vera, al mando de la Base Militar de Castropampa, en Huanta, jamás aceptó haber tenido ese diálogo con Bustíos ni haber ordenado su asesinato. En el juicio donde fue condenado siempre dijo que al periodista lo mataron subversivos y no personal de su base. Sin embargo fue culpabilizado porque había varios testimonios indicativos de que mentía. La Vera es ahora el principal testigo a favor de Urresti. Dice que como S2, encargado de la sección de inteligencia y contrainteligencia de la base, se dedicaba a hacer análisis y no dirigía operativos. Es la misma versión del acusado.

Apoyado por testimonios y documentación, el fiscal sostiene que Urresti integraba el Estado Mayor de la base y que tenía mando directo sobre los hombres que perpetraron el asesinato. Precisamente el autor material, Amador Vidal, sostiene que el ex ministro ordenó el crimen.

Cuatro versiones

Antes del asesinato, dos testigos —la vida y un militar— vieron salir de la base a un camión militar con cinco efectivos. Bustíos había ido allí con su mujer a solicitar permiso para tomar fotografías a los muertos. Habló con La Vera, quien lo autorizó verbalmente y por lo tanto sabía que se dirigiría al lugar donde estaban los occisos. En el pago de Erapata, donde los periodistas fueron abaleados, dos campesinos testificaron que vieron a los militares perpetrar el ataque, e incluso reconocieron a uno de ellos, Johnny Zapata, alias Centurión, quien ya falleció. Los agresores bajaron de un camión militar correspondiente al descrito por los testigos de la base. Las cuatro versiones, en dos lugares distintos, describen la misma vestimenta.

Para La Vera ningún vehículo salió ese día de la base, nadie a sus órdenes estuvo en Erapata cuando mataron a Bustíos. Urresti sostiene que aquel 24 de noviembre en ningún momento salió de las instalaciones militares. No conocía a Bustíos, no había leído ninguno de sus reportajes periodísticos. Tampoco se enteró de su muerte por información de sus subordinados. Lo hizo recién cuando, el día siguiente, llegó un helicóptero con periodistas de Lima. Todo un jefe de inteligencia. El fiscal no le cree una palabra.

Los casquillos de bala desaparecieron de la zona del atentado. Los jefes militares de la base —entre ellos, el acusado—no dispusieron ninguna investigación, en contraste con su conducta en otros hechos similares. Urresti señala que los militares que brindaron testimonios que lo comprometen tienen motivos personales para incriminarlo. Es posible. Pero sus versiones son concordantes con otras declaraciones y con la información validada por la sentencia del 2007.

Sin sorpresas

Ahora bien, no existe un testigo presencial de que Urresti ordenó el asesinato, o contribuyó a su organización. El ex ministro es acusado de autor mediato: desempeñaba una posición en la que es responsable por acción u omisión. El texto de la acusación abunda en consideraciones sobre las funciones de un S2 en una base como la de Castropampa. El peso del juicio, por lo tanto, girará en torno de la confirmación de su principalidad en la estructura militar de la base, en la obediencia que le debían hombres que trabajaban con él y que participaron en el asesinato.

Por lo dicho, nadie debe sorprenderse si al cabo del juicio oral la Corte Suprema decide condenar al ex ministro. Hay pruebas consistentes en el expediente. Por otra parte, la refutación de Urresti no solo luce débil sino contradicha por declaraciones calificadas. Estas carencias pueden explicar el desmedido intento del acusado por politizar el juicio, convertirlo en un episodio más de persecución judicial a militares que combatieron a la subversión. Es cierto que abundan los alargados procesos en los que no existe prueba suficiente para definir si un miembro de las Fuerzas Armadas cometió o no un delito de lesa humanidad. Pero en este caso, pese a que los propios subordinados de Urresti borraron todas las huellas de su participación del paraje de Echarate donde Bustíos fue volado en pedazos, quedó suficiente evidencia como para llegar a una conclusión incriminatoria.

Fuente: La República. Edición Impresa del 04 de Agosto de 2015, Pag. 13

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Caso Bustíos: Fiscal exige a Urresti a guardar respeto

Nota de Prensa de COMISEDH

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