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News Reports on Transitional Justice in Peru

CNDDHH cuestiona absolución de ex Jefe Político Militar de Ayacucho por el delito de tortura

Grupo de Trabajo contra la Tortura de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) expresa su preocupación y cuestiona la absolución de ex Jefe Político Militar de Ayacucho en Caso Navarrete y Yaranga.

El Grupo de Trabajo contra la Tortura de la CNDDHH, conformado y organizado por instituciones que integran nuestro colectivo, cuyo objetivo es contribuir a la erradicación de la práctica de la tortura en el país, expresa su preocupación y rechazo a la sentencia absolutoria emitida por la Sala Penal Nacional a favor del ex Jefe Político Militar y jefe del destacamento de La Marina, el entonces Capitán de Corbeta AP Alberto Gustavo Silva Santisteban Larco, por el delito de tortura en agravio José Navarrete y Celestino Yaranga, pobladores ayacuchanos que fueron detenidos y sometidos a torturas en el contexto de la violencia política que sufrió Ayacucho y todo el país.

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cnddhhAprodeh, institución miembro de la CNNDDHH que patrocina a los agraviados, indicó que la sentencia presenta serias contradicciones, pues la Sala Penal reconoció como hechos probados que los agraviados fueron detenidos por miembros de la Marina, fueron trasladados al Estadio Municipal de Huanta, lugar donde se encontraba ubicada la base militar de la Marina de Guerra, y adicionalmente se probó la existencia de un aparato organizado de poder del que Silva Santisteban era responsable por lo que es autor mediato de los crímenes de tortura cometidos. Sin embargo, pese a toda las pruebas señaladas el ex Jefe Político Militar fue absuelto porque no se probó que las secuelas de la tortura sufrida fueran de carácter permanente.

Los actos cometidos fueron probados a tal punto que la propia Sala Penal ha reconocido que las torturas no fueron realizados como hechos aislados o excesos por parte de miembros de la Marina, sino que configuran una práctica sistemática, lo cual constituye un delito de lesa humanidad.

El Grupo de Trabajo, expresa su preocupación respecto de la posición contradictoria que ha tenido la Sala Penal Nacional, pues por un lado los hechos denunciados han sido probados, pero por otro lado, pese a que se ha probado la responsabilidad penal en calidad de autor mediato del ex Jefe Político Militar de Ayacucho, este ha sido absuelto porque las secuelas físicas o psíquicas de un delito cometido hace 30 años no fueron de carácter permanente.

Esta situación alarmante respecto de los casos de tortura, nos permite señalar la cuestionable actuación de los operadores de justicia, que minimizan y normalizan estos actos, exigiendo no solo gravedad sino también que los daños físicos o psíquicos sean tales que en muchos casos importe una evidente discapacidad, dejando de lado e infravalorando el daño psíquico y moral sufrido por las víctimas.

Lima, 07 de marzo de 2013

Grupo de Trabajo contra la Tortura
CNDDHH

Publicado en CNDDHH el 11 de marzo de 2013

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Sentencia absolutoria en el caso Navarrete severamente cuestionada

Por Jo-Marie Burt & María Rodríguez

RightsPeru, 2 de marzo de 2013 – La El Estadio de Huanta era utilizado como centro de detención y tortura por los militares durante la época de la violencia en el PerúEl Estadio de Huanta era utilizado como centro de detención y tortura por los militares durante la época de la violencia en el Perúlectura de sentencia en el caso de torturas en el Estadio de Huanta en 1984 fue originalmente convocado para el día jueves 28 de febrero, pero se suspendió hasta el día viernes por razones no explicadas.

El día viernes, la Sala Penal Nacional dio a conocer su sentencia: absolvió al único imputado en el caso, el ex Jefe Político Militar y jefe del destacamento de la Marina, el entonces Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra Alberto Gustavo Silva Santisteban Larco, por el delito de lesiones graves (tortura) en agravio José Navarrete y Celestino Yaranga.

En la lectura de sentencia, los magistrados reconocieron que Navarrete y Yaranga habían sido detenidos, llevados al Estado de Huanta, que sirvía en ese momento como base militar de la Marina, y sometidos a crueles torturas. Reconocieron que no fue un episodio aislado, sino una práctica sistemática que por tanto se constituye en crímen de lesa humanidad. También reconocían que SIlva Santisteban era el jefe de la base y por tanto el autor mediato del crímen. Pero —utilizando una lógica poca entendible— los magistrados aducen que al no haber signos visibles de lesiones graves en las víctimas ahora —29 años después de los hechos— tenían que absolver al imputado.

La Dra. Gloria Cano, directora ejecutiva de APRODEH y abogada de las víctimas, cuestionó severamente a la La Sala, pues con esa sentencia “penaliza a las víctimas por haberse curado sus heridas.

La sentencia representa una larga lista de absoluciones que va emitiendo la Sala Penal Nacional que es de suma preocupación para los defensores de los derechos humanos.

Los dejamos con una nota elaborada por APRODEH, institución de derechos humanos que representa a las víctimas en el caso.

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Nota publicada por APRODEH el 01 de marzo de 2013

La Sala Penal Nacional absolvió al ex Jefe Político Militar y jefe del destacamento de la Marina, el entonces Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra Alberto Gustavo Silva Santisteban Larco por el delito de lesiones graves (tortura) en agravio José Navarrete y Celestino Yaranga.

Esta controversial absolución se dio pese a que la Sala reconoció que los agraviados fueron detenidos por los miembros de la marina, ingresados al Estadio Municipal de Huanta (donde se encontraba ubicada la base militar de la Marina de Guerra), interrogados y sometidos a torturas por parte de sus captores, probando de esta manera, que el acusado tenía responsabilidad sobre las acciones que se realizaban dentro de dicha base, pero que no existe evidencia suficiente que corrobore la lesión física o daño psíquico como secuela de dicha tortura.

Para la doctora Gloria Cano, Directora de la Asociación Pro Derechos Humanos – APRODEH y representante de los agraviados, “esta sentencia es contradictoria porque la Sala reconoció que estos hechos ocurrieron, no solo por los testimonios de los agraviados, sino también por los innumerables relatos que se presentaron en el juicio, los recortes periodísticos sobre detenciones y desapariciones en Huanta y la declaración del propio acusado.

Asimismo, se probó la existencia de un aparato organizado de poder donde Silva Santisteban es el autor mediato y pese a esto, lo absuelven porque no se probó que las secuelas de la tortura sufrida, fueran de carácter permanente”.

Asimismo, por toda la documentación existente, la Sala reconoció que estos hechos no fueron aislados, sino una práctica sistemática, lo cual constituye un delito de lesa humanidad.

Pese a la absolución, y tomando como ciertos los innumerables testimonios y documentos que se encuentran en el expediente, la sala dispuso la remisión en copias certificadas de los mismos a la fiscalía de Ayacucho para que ésta investigue la presunta comisión de delitos sucedidos en esos años en Huanta por los miembros de la Marina.

La fiscalía expresó su total rechazo a la absolución, por lo cual, inmediatamente terminada audiencia, impugnó la sentencia por considerar que si está acreditada la comisión del delito.

La Dra. Cano informó que APRODEH en representación de las víctimas presentará recurso de nulidad y va a informar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la decisión tomada por el poder judicial.

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CASO NAVARRETE: Hoy dictan sentencia

Por Jo Marie Burt & María Rodríguez

El 3 de febrero de 1984, José Navarrete Cabrera y Celestino Yaranga Pozo fueron detenidos por infantes de la Marina y llevados al Estadio de Huanta, donde fueron cruelmente torturados. Días después los pusieron en libertad y fueron obligados a salir de la ciudad.

En el año 2011 comenzó el juicio oral contra el único imputado, Alberto Silva Santisteban Larco quien fuera jefe del destacamento de Infantería de la Marina en Huanta.

El día de hoy, jueves 28 de febrero, la Sala Penal Nacional dictará sentencia por este caso.

Les dejamos dos notas periodísticas al respecto.

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La República

Enjuician a marinos por torturar a campesinos en base militar

Por Elías Navarro. Ayacucho

Imputado Alberto Silva Santisteban Larco © La RepúblicaImputado Alberto Silva Santisteban Larco
© La República
Después de 27 años de doliente espera, recién ayer, martes, empezó en la ciudad de Ayacucho el juicio de dos casos de torturas infligidas a campesinos por miembros de la Infantería de Marina acantonada en Huanta, en 1984.

La Fiscalía ha solicitado 10 años de prisión para Alberto Silva Santisteban Larco, entonces jefe del destacamento de Infantería de Marina en Huanta, quien es un reo libre.

El juicio se cumple en Ayacucho, hasta donde se trasladaron los miembros de la Sala Penal de Lima, a cargo del proceso.

Los agraviados son José Navarrete Cabrera y Celestino Yaranga Pozo, detenidos por infantes de la Marina el 3 de febrero de 1984.

Ambos fueron acusados de terrorismo y cruelmente torturados en la base de la Marina instalada en el estadio municipal de Huanta, y luego obligados a firmar documentos en los que se aseguraba que no habían sido maltratados. Ayer dieron su testimonio ante el tribunal.

Celestino Yaranga fue detenido por un marino llamado ‘Compositor’, a quien reconoció porque era comensal de su restaurante. En la audiencia no pudo evitar el llanto al recordar cómo lo torturaron.

Hoy el tribunal interrogará a los testigos, antes de inspeccionar el estadio de Huanta, donde funcionó la base de Infantería de la Marina.

Base militar fue centro de tortura

La base de infantería de la Marina era un centro de detención y tortura, aseguró José Navarrete, quien contó cómo durante su permanencia en el lugar vio a varios que habían sido torturados.

En su caso, los marinos ingresaron a su domicilio y se lo llevaron a golpes junto a su esposa Herminia Oré. Ella fue liberada 3 días después. “Me llevaron al estadio municipal de Huanta, vendaron los ojos y amarraron las manos. Luego de 2 días me torturaron colgándome 7 veces de una viga, me sumergieron boca abajo en un cilindro con agua, me pisaron el estómago una y otra vez”, dijo.

Publicado en La República el 13 de abril de 2011

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Noticias SER

Caso Navarrate-Yaranga sienta precedente en la justicia

Por Yuber Alarcón

Luego de 27 años de ocurrida la detención y tortura de José Navarrete Cabrera y Celestino Yaranga Pozo por infantes de la Marina de Guerra acantonados en el estadio municipal de Huanta, se inició el juicio oral contra Alberto Gustavo Silva Santisteban Larco, jefe político militar de Huanta en 1984, para quien la Fiscalía ha solicitado ocho años de pena privativa de la libertad.

El 3 de febrero de 1984, mientras José Navarrete dormía junto a su familia, en su domicilio del Jr. Saenz Peña 317 de la ciudad de Huanta, fue detenido -siendo la una de la madrugada- por infantes de la Marina quienes incursionaron en su domicilio. También fue detenida su esposa Herminia Oré, siendo trasladados al estadio de Huanta, donde funcionaba la Base de la Marina y el Comando Político Militar a cargo del acusado Silva Santisteban Larco. La misma suerte corrió aquel día, en horas de la tarde Celestino Yaranga en circunstancias que transitaba por el parque Alameda.

Los agraviados fueron sometidos a diversas formas de tortura a fin de que señalen nombres de presuntos elementos subversivos. Fueron maniatados, colgados en vigas y sumergidos en cilindros con agua fétida, y finalmente recluidos en condiciones infrahumanas. Fueron liberados luego de varios días y obligados a retirarse de la ciudad, bajo amenaza de ser desaparecidos.

El 2007, el Juzgado Supraprovincial de Ayacucho, abrió instrucción para iniciar el proceso judicial que demoró 4 años, para llegar a la etapa de juicio oral, a cargo de la Sala Penal Nacional en Lima, esto en razón a las Resoluciones Administrativas del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, que ampliaba la competencia de dicha Sala para el juzgamiento de los tipos penales referidos a los delitos contra la humanidad; contraviniendo así, preceptos constitucionales y reglas de competencia como el derecho al Juez Natural respetuoso de los principios constitucionales de igualdad, debido proceso, independencia e imparcialidad, derecho a la prueba y otros.

Con estas resoluciones lo que se pretendía era alejar a los familiares de las víctimas del derecho que tenían de conocer la verdad y alcanzar justicia sobre las graves violaciones a los derechos humanos que habían sufrido. Esta situación en los últimos tiempos se ha venido revirtiendo con las decisiones de la Sala Penal Nacional de trasladarse al lugar de los hechos y desarrollar audiencias de interrogatorio a testigos, peritos y demás diligencias.

Por ello, la Sala Penal Nacional en audiencia pública celebrada en Ayacucho del 12 al 15 de abril pasado, interrogó a los agraviados José Navarrete y Celestino Yaranga, a los testigos Herminia Oré y Rosa Palomino y, a los peritos. Se llevó a cabo la inspección judicial en el estadio municipal de Huanta, con presencia de los agraviados, el acusado y sus abogados, esto con el fin de verificar los espacios en los que fueron torturados, que se ubican en los servicios higiénicos ubicados bajo la tribuna.

Los agraviados al momento de ser interrogados, recordaron los dolorosos momentos que pasaron al ser detenidos y torturados por los infantes de la Marina. Asimismo, por tener en frente suyo al presunto responsable de estos hechos, el acusado Silva Santisteban Larco, quien en todo momento trato de eludir las cámaras de los periodistas, cubriéndose el rostro con gafas oscuras y chalina.

José Navarrete Cabrera señaló: “los marinos me llevaron con dirección al estadio municipal de Huanta, donde se encontraba asentada el Cuartel de la Marina…. Estuve a la intemperie y en plena lluvia que no cesó durante la noche, con las manos atadas, con el rostro cubierto y, a lo lejos oía el quejido de dolor de muchas personas, quejidos que provenían desde distintos ambientes del estadio municipal. Al día siguiente me trasladan a los servicios higiénicos, donde soy torturado, colgado de unas vigas, con las manos atadas a la espalda, los dolores eran insoportables y veía como una especie de chispas o centellas de relámpagos. Luego me sumergían en cilindros llenos de agua mal oliente o fétida, estando a punto de ahogarme y para que reaccionara, me metían golpes en el estomago y otras partes del cuerpo dejándome por momentos inconsciente. Por todo lo sufrido exijo se haga justicia y se sancione a los responsables de mi detención y tortura.”

La decisión de la Sala Penal Nacional de haber trasladado a Ayacucho, esla mejor forma de llegar a la verdad y hacer justicia es escuchando a las partes, en el lugar de los hechos, utilizando su idioma materno y haciendo constataciones de manera directa, evitándoles a los familiares, gastos innecesarios de traslado, hospedaje y alimentación.

Esta audiencia sienta un precedente para que las audiencias de los próximos juicios orales a iniciarse en los casos Cabitos, Cayara, Huancapi, Morales Ortega y otros, se programen en el lugar de los hechos, es decir en Ayacucho. Es importante que se conozca la verdad y que los familiares de las víctimas sientan que la justicia aunque tarda, llega.

Artículo publicado en revista RETABLO. Nro 40-41. Mayo-Junio 2011. Ayacucho. Asociación SER

Publicado en Noticias SER del 25 de mayo 2011